El fútbol femenino español ha dado un paso de gigantes esta temporada con la profesionalización de su liga después de años de lucha, pero desde que se anunció todo han sido obstáculos.
La guerra abierta entre la RFEF (Federación Española de Fútbol), quien hasta ahora llevaba la gestión de la anteriormente llamada Liga Iberdrola y de la LFFP (Liga Femenina de Fútbol Profesional), nuevo órgano encargado de la gestión de la liga después de que esta se haya convertido en profesional, suma un nuevo capítulo a la novela que llevamos viviendo todo el verano con lo relacionado a los preparativos de la liga.
(Vea también: Barcelona pagó el fichaje más caro del fútbol femenino; mujeres, a años luz de los hombres)
Primero fue el balón; mientras que la LFFP anunciaba un acuerdo con Puma que le convertía en patrocinador del balón oficial de la Liga, la LFFP lanzaba un comunicado anunciando su propio balón oficial que hizo llegar a todos los equipos.
Después llegó el sorteo del calendario de la temporada. La LFFP anunció la fecha de la celebración del sorteo y una hora después la RFEF anunció otro sorteo paralelo, en otra fecha y sede.
Hasta hace pocos días los clubes no sabían cuantas jugadoras extracomunitarias iban a poder inscribir para esta temporada porque RFEF y LFFP no se ponían de acuerdo.
También la RFEF lanzó un comunicado con una normativa sobre los parches que los equipos deben llevar en sus equipaciones, indicando que el de la Federación era obligatorio y que se permitía añadir el de la LFFP, pero no podía ser más grande que el suyo.
Muchas de estas cosas ni siquiera son ya competencia de la RFEF, ya que, como se ha mencionado, el órgano gestor es la LFFP y, exceptuando cosas puntuales, gestiona en solitario la liga.
(Vea también: Con goles de Catalina Usme y Linda Caicedo, Selección Colombia volvió a vencer a Costa Rica)
El CSD, que es el órgano gubernamental que tiene que controlar que todos los procedimientos se cumplan de la forma en la que deben y regular todo lo relacionado con la Liga, se ha lavado las manos en todas las polémicas que ha habido este verano, dejando que la RFEF y la LFFP descuiden y ensombrezcan lo que debería tratarse como un hecho histórico: la primera temporada de la liga española de fútbol femenino como liga profesional.
El último capítulo de esta guerra ha cogido por medio al cuerpo arbitral y es que la RFEF, máximo responsable y gestor de todo el tema arbitral, sacó un comunicado hace unas horas diciendo que no iban a arbitrar ningún encuentro de la liga hasta que su situación laboral se regulase, ya que perciben un sueldo irrisorio por arbitrar los partidos.
La LFFP contraatacó horas después diciendo que ellos le ofrecieron a la Federación una cantidad de dinero para que se destinase a los salarios de las colegiadas que duplicaba la cantidad que percibían la temporada pasada, pero la acusa de no haberlo puesto en conocimiento de sus trabajadoras con la intención de entorpecer el comienzo de liga y se ofreció a las colegiadas para negociar directamente con ellas y presentarle las cifras que propusieron.
Lee También
Con todo esto, ahora mismo los cuerpos arbitrales designados para la jornada del sábado no han viajado a las ciudades donde se disputan los partidos; la LFFP le ha dicho a los clubes que viajen porque sí que habrá jornada y los aficionados esperan con ansias que esta temporada, que se televisará al completo por primera vez en la historia, de el pistoletazo de salida.