Los chilenos rechazaron este domingo por una abrumadora mayoría del 62,2 % de los votos contra un 37,8 % la propuesta de nueva Constitución, que buscaba establecer mayores derechos sociales, de acuerdo a resultados parciales del 72,19% de votos escrutados.
El triunfo del rechazo se ubicó muy por sobre las proyecciones de las encuestas, que habían adelantado que la opción de rechazo al cambio constitucional se impondría, pero no con este nivel de diferencia.
¿Qué sigue?
En términos prácticos, seguirá en vigencia la Constitución de 1980 redactada por la dictadura de Augusto Pinochet. Pero algunos analistas dicen que ya no hay vuelta atrás, pues el cambio es inevitable, y en medio de esto, vendrán nuevos interrogantes.
“La gran pregunta es cómo continúa el proceso constituyente. Hay consciencia mayoritaria de que el tema constitucional tiene que ser afrontado, que Chile requiere un nuevo pacto. Uno esperaría que los esfuerzos posteriores a los resultados del plebiscito estén en línea con un nuevo acuerdo que permita darle certidumbre a la ciudadanía sobre cómo esto va a continuar”, le comentó a este diario Pía Mundaca, directora ejecutiva de Espacio Público en Chile.
Gabriel Boric ya había anunciado que el Gobierno convocará nuevamente a una votación para que los chilenos elijan a los miembros de una segunda Convención Constituyente para que redacten otra propuesta de Constitución. El mandatario explicó que el proceso se extendería por año y medio más.
“Para que este escenario ocurra, el Congreso debe aprobarlo”, comentó la periodista chilena Antonia Laborde, en una publicación de El País de España. “Desde el Congreso aseguran que están trabajando en una coordinación tripartita entre el Ejecutivo y ambas cámaras (Diputados y Senado) para definir la ruta a seguir”, agregó Laborde.
¿Qué se propuso en el proyecto de Constitución?
A continuación los cambios más sensibles que propuso el texto de 178 páginas, 388 artículos y 57 normas transitorias.
- Sistema político: La Constitución vigente divide al Congreso entre la Cámara de Diputados y el Senado. La propuesta eliminaba el Senado y creaba dos Cámaras sin el mismo poder de decisión entre ellas. El nuevo texto establecía un Congreso de Diputados para la formación de leyes y una Cámara de las Regiones solo para aquellas de acuerdo regional, pero lejos de tener el peso que ha tenido hasta ahora el Senado. Detractores creían que esta nueva conformación ponía en peligro el poder de veto de la oposición y traería inestabilidad.
- Salud: El proyecto de Constitución propuso un Sistema Nacional de Salud Universal, un tema central en la sociedad, donde la mayoría de la clase media paga altos costos por los servicios sanitarios.
- Hoy, todos los empleados formales deben destinar por obligación un 7 % de su sueldo para la Salud. Ese monto puede ir 100 % al sector privado, pero estos no cubren el 100 % de una enfermedad, cirugía ni medicamentos. Solo los empleados con sueldos más altos pueden pagar seguros privados, que son muy caros y a los que acuden hoy un 16 % de la población.
- El nuevo texto planteaba que las cotizaciones obligatorias en salud irían un 100 % al sistema público y se permitiría contratar seguros privados adicionales.
- Pensiones: Desde la Constitución de 1980, las jubilaciones dependen de aportes exclusivamente del trabajador en fondos de pensiones privados que otorgan jubilaciones por debajo del salario mínimo de 400 dólares, o un 60 % más bajo que el último salario. En el texto se propuso un Sistema de Seguridad Social público, financiado por trabajadores y empleadores.
- Vivienda: La propuesta estableció el derecho a una vivienda digna y planteó que el Estado debería asegurar que esta incluya servicios básicos, una ubicación apropiada y un espacio suficiente, lo que apunta a regular las viviendas sociales y las construcciones de los llamados ‘guetos verticales’, edificios con cientos de apartamentos, estrechos y donde se convive en hacinamiento.
- El país tiene hoy un déficit de más 500.000 viviendas sociales y la nueva Constitución buscaba asegurar el derecho a la vivienda, aumentando la construcción y creando fórmulas para resolver el problema de los sin techo.
- Aborto: La influyente ola feminista logró que se incluyera el derecho a una “interrupción voluntaria del embarazo”, que habría ubicado a Chile a la vanguardia mundial en la materia.
- Plurinacionalidad: La Constitución de 1980 no hace referencia alguna a los pueblos originarios, que representan el 12,8 % de la población chilena. En el nuevo texto se propuso autonomía para los indígenas, reconociendo 11 pueblos y naciones, pero no permitía atentar contra el carácter “único e indivisible” del Estado de Chile.
Algunos datos de contexto sobre este plebiscito:
- ¿Por qué los chilenos estaban llamados a votar este domingo? Debían decidir si aprobar o no la propuesta de Nueva Constitución, un texto que contiene 388 artículos, y que fue redactado por 155 hombres y mujeres durante un año, una Convención Constituyente que fue elegida por votación popular.
- ¿Por qué llegamos a este punto? Este proceso fue la respuesta a un estallido social que comenzó en octubre de 2019, en el que los chilenos protestaron inicialmente por la subida en los precios del metro, pero que luego resultó en un hartazgo generalizado por varios asuntos pendientes: pensiones indignas; un sistema de salud que dejaba a la ciudadanía desprotegida; educación superior inaccesible, entre otros
- ¿Qué pasó tras el estallido social? Las fuerzas políticas suscribieron un acuerdo “por la paz y una nueva Constitución”, y el 25 de octubre de 2020, tras un aplazamiento por la pandemia, se celebró finalmente el plebiscito para definir si los chilenos querían o no una nueva Constitución. El resultado fue contundente: un 78% apoyó la idea de una nueva Carta Fundamental.
- En mayo de 2021 los chilenos volvieron a las urnas. En ese momento eligieron a los integrantes de la Convención Constituyente, encargada de redactar el nuevo texto. Esta convención debía ser paritaria y debía reservar 17 puestos a los pueblos indígenas. La convención quedó conformada principalmente por integrantes de izquierda y de algunos grupos independientes con causas específicas.
- ¿Cuándo se terminó el nuevo texto? El 4 de julio de este año, el borrador fue entregado al presidente Gabriel Boric, quien convocó de inmediato el plebiscito de este domingo.