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Es la época del año en la que tradicionalmente crecía la afluencia de nuevos socios en los gimnasios, llegaban con la idea de ponerse en forma para el verano. Pero hoy, la inquietud estética pasa a segundo plano frente a la prioridad de cuidar la salud que se da todo el año. Una de las muchas formas en que la pandemia reconfiguró el entrenamiento.
El sector de los gimnasios recuperó buena parte de su actividad, aunque de manera desigual. Al mismo tiempo, ganan protagonismo nuevas y viejas formas de ejercitar el cuerpo, siguiendo tendencias que se dan en el país y en el mundo. La consigna es ponerse en movimiento.
“Hay recuperación de usuarios. La realidad es distinta para las grandes cadenas que para los gimnasios de barrio. Las primeras, en grandes ciudades tienen sedes en zonas donde las empresas no recuperaron la presencialidad de los trabajadores al 100%. Eso sucede, por ejemplo, en el microcentro porteño”, señala Guillermo Vélez, director de Mercado Fitness, publicación especializada, comunidad de negocios y capacitación. Calcula que el promedio general de recuperación de socios activos en grandes cadenas es 85/90 % pero en algunas sedes están 50 o 60% abajo. La contracara es que en los barrios muchos gym están por encima de la prepandemia. “Hay usuarios nuevos. Gente que tomó conciencia de la importancia de cuidar su salud. El gimnasio empieza a ocupar un lugar distinto en término de prioridades: pasó del ocio o placer a algo más bien de salud. El efecto rebote que se esperaba se está dando pero en las grandes ciudades falta aún que las empresas recuperen la dinámica habitual”, agregó.
Desde MEGATLON, Raúl Wainraich, Director Comercial de la empresa que tiene además la cadena Fiter, coincide en la descripción: “En el segmento individuos se recuperó muy bien en cantidad de público, a niveles previos al 2020. En el corporativo, falta. En lugares como el centro o Puerto Madero estamos trabajando a menos de la mitad de la pre pandemia. En barrios de alto poder adquisitivo el volumen es superior a ese entonces. Hoy estamos con la cabeza fuera del agua. Quedamos muy endeudados los gimnasios a nivel industria”. Hace también referencia al incremento de los costos que no se pueden trasladar del todo a la cuota. En Fiter (cadena de autogestión y low price) el abono mensual es en promedio $4000 y en MEGATLON entre $8000 y 10.000.
Paralelamente, varias marcas argentinas están cruzando las fronteras con sus propuestas. Es el caso de Bigg en Uruguay y España,Tuluka en Miami, Fiter en Uruguay y Heed (cadena de Córdoba) en Paraguay.
En acción
En una primera etapa de la pandemia, las clases virtuales fueron el recurso que concentró la atención. Más adelante, el pelotón deportivo salió a las plazas y parques. Ahora, esas dos modalidades decayeron (en el caso de las streaming en el mercado calculan una baja superior al 80%) y el público volvió a los gimnasios. Eso sí, el espacio al aire libre dentro de las instalaciones se revalorizó. “Había espacios que se adaptaron en pandemia como estacionamientos pero ya dejaron de funcionar. En cambio, otros espacios que antes no generaban valor como el solarium, hoy nos hacen la diferencia, se convirtieron en lugares outdoor y están resultando muy bien. La gente los usa mucho”, dice Wainraich. La disponibilidad de espacios al aire libre y la ventilación es parte de la reconfiguración.
Otra tendencia, según marca Vélez, es el aumento del uso de la sala de musculación, en detrimento del equipo cardiovascular y del entrenamiento funcional. “Es el espacio más usado hoy. Lo atribuyen a que es lo que la gente no tuvo en la pandemia”, apunta.
El modo animal
Para quienes siempre están buscando novedades, una de las prácticas que ganan protagonismo es el Animal Flow. Consiste en imitar posturas y movimientos típicos de los animales (como lagartos, cangrejos y monos). Se realiza cerca del suelo y se encuadra entre los ejercicios que utilizan el propio peso corporal. Además de ser divertido, agudiza la concentración.
“Está creciendo lentamente. Es una corriente del entrenamiento Funcional. Se practica sin elementos: uno trabaja con ejercicio donde las manos se apoyan en el piso y se imitan posturas de animales. Todo lo que es Funcional es apto para todo público. Los profesores hacen regresiones y progresiones con el ejercicio de base, adaptándolo para quien está por debajo y por encima del nivel”, explica Germán Laurora, coordinador de programas de entrenamiento de Megatlón y autor del libro “El personal trainer científico”. Señala además que el pilates, en versión no reformer, está tomando también algo de fuerza, entre el público interesado en las clases de la línea postural y consciente como Yoga o Streching.
Entre los que suben y bajan, en el sector apuntan que las clases de zumba están con caídas históricas mientras el Fitboxing (boxeo sin contacto y fitness) sigue vigoroso.
Para quienes están por retomar su ejercicio, Laurora recomienda: “Uno siempre es más que cero. Empezar a moverse está bien por donde uno vea que tiene el tema fácil. Ser sedentario hace que se gane mucha rigidez”.
De a poco y en la forma que cada uno elija, poner el cuerpo en acción es ganar en salud.
La cita del mercado
Mercado Fitness realizará la décimo sexta edición de su exposición anual en Costa Salguero, los días 10 y 11 de septiembre. El evento recibirá durante ambos días a más de 4000 emprendedores y profesionales del sector del fitness, el deporte y la salud de Argentina y la región.
Más de 50 empresas proveedoras -fabricantes nacionales e importadores- darán a conocer sus últimas novedades en materia de equipamientos de musculación y accesorios de fitness, etc. En paralelo a la EXPO se realizará el habitual ciclo de conferencias de gestión orientado a propietarios y gerentes de gimnasios y clubes. Como novedad, se realizarán la primera Feria de Empleo Fitness y la Retro Fitness (con presentadores estrella de los 90).
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