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Uno de los esfuerzos constantes de Arnold Schwarzenegger, dejando a un lado su carrera cinematográfica y sus ambiciones políticas, ha sido llevar el amor por el fitness y el ejercicio físico –aquí cuenta por qué sigue yendo al gym cada día– al mayor número de personas posible. En la última edición de su boletín de noticias, el actor y leyenda del culturismo compartió cómo sigue con este tema, uno de sus grandes deseos a sus 75 años recién cumplidos, y habló de cómo hacer accesible el entrenamiento significa entender que los estilos de vida y las necesidades de las personas son diferentes.
“Estoy a favor del fitness, la fuerza y la energía para todos”, dijo. “Pero, ¿quién soy yo para decir que hay que hacerlo a mi manera? ¿Quién soy yo para decir que hay que hacer sentadillas y levantamiento de peso muerto como yo, cuando hay gente que físicamente no puede hacer sentadillas? Ahora bien, una de las cosas que más me inspira es ver a los atletas que tienen “discapacidades” demostrar que son más capaces que nadie. Como este tipo que usa un solo brazo para levantar una piedra. O mis amigos con una pierna, síndrome de Down y parálisis cerebral levantando en el escenario principal del evento frente a nuestra mayor audiencia, porque quería que mostraran a todos esos propietarios de gimnasios y directores generales de empresas de fitness presentes que el fitness es realmente para todos”.
“Algunos damos por sentado que todo el mundo puede apuntarse a un gimnasio y hacer ejercicio, pero ¿qué pasa si necesitan un equipamiento especial?”. continuó. “¿Y si no tienen los 50 dólares al mes para hacerse socio? Quiero correr la voz y encontrar soluciones hasta que encontremos el amor de todos por el fitness”.
Schwarzenegger continuó animando a sus fans a pensar en cómo pueden ser más inclusivos y apoyar a otras personas que adoptan una nueva forma de ejercicio en sus propias vidas. “Si levantas pesas, asegúrate de que también levantas el ánimo a otras personas”, dijo. “Si alguien se siente intimidado en el gimnasio, haz que se sienta bienvenido. Si alguien no está en forma en el gimnasio, no te burles de él, choca los cinco por haber empezado a hacer ejercicio. Si tienes un amigo que está deprimido y no se cuida, ofrécete a dar un paseo con él para que salga y se mueva. Ofrécete como entrenador de algún deporte juvenil. Los gimnasios están llenos de espejos, y cuando empezamos a hacer ejercicio, los espejos son nuestros mejores amigos. Nos encanta ver nuestros progresos. Pero mira más allá de ese espejo y encontrarás a alguien a quien puedas inspirar para que se una a la cruzada del fitness. Todos tenemos ese poder”.
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