Ivanna García está convencida de la honestidad de Leonardo Cositorto. Lo conoció en alguna de las decenas de veces que se acercó a las oficinas de Zoe en el último año que lleva en la empresa. Lo describe como una persona “totalmente transparente”. “Se le nota”, reafirma. “Si él quisiera, se hubiese ido con toda la plata. Y está dando la cara, respondiendo por todos”.
La de Ivanna es una de las decenas de historias de ahorristas que depositaron sus ingresos en Generación Zoe, el grupo inversor acusado en las últimas horas de supuesta estafa y asociación ilícita tras prometer dividendos mensuales que rondan el 7,5 por ciento en dólares basados en lo que, sospecha la Justicia, es un fraude financiero del tipo piramidal.
A diferencia de muchos de los ahorristas que ayer se agolparon en las puertas de las oficinas, Ivanna se mantiene como una férrea defensora de Zoe. Dice que hay “envidia” contra la empresa y que por eso se explica este ataque “de los medios de comunicación” y “los bancos”.
Mientras viaja arriba del colectivo, acepta hablar por teléfono con Clarín para contar su experiencia.
“Yo estoy más que conforme con Zoe, mi familia también lo está. A nosotros todos los meses nos vinieron pagando en fecha. Lo que me da bronca es cómo están ensuciando a la empresa los medios de comunicación y gente que se nota que está infiltrada ahi adentro. Zoe levantó envidia, de los bancos y los otros inversionistas. Por eso es todo el tema de los ataques, es obvio que está pasando eso”, sostiene.
“Ayer vi todas las noticias y me puse mal, ¿cómo puede ser que, de repente, pase esto de golpe? En un mes se fue todo a la mierda cuando hasta el mes pasado venía cobrando. Esa es mi bronca”, relata.
De a ratos, la voz se le carga de enojo. Se acelera.
Ivanna García dejó de lado la peluquería para dedicarle más tiempo a Zoe.
“No es un Ponzi”
La lupa sobre Generación Zoe se posó con fuerza durante el último mes. La Comisión Nacional de Valores (CNV) había informado que investigaba si operaban sin autorización del organismo y las “ganancias extraordinarias” que prometían.
Durante la mañana del viernes, la Fiscalía de Instrucción del Segundo turno de Villa María pidió la captura de Cositorto y de cinco de los directivos locales por supuesta estafa y asociación ilícita. Para ello realizaron cuatro allanamientos en simultáneo en la ciudad cordobesa, una de las localidades donde más había crecido la influencia de la empresa.
Por la tarde, la Justicia logró cinco detenciones: Silvana Verónica Abellonio, Gabriela Fernanda Alvarez, Claudia Pereyra, Cristian Omar Delgado y Silvia Beatriz Luján.
También Inspección General de Justicia (IGJ) empezó a investigar a Zoe por supuesta “captación masiva e indebida de ahorro público”, a la par que detectó una serie de “operaciones sospechosas” que están bajo investigación.
Lejos de Villa María, en la localidad bonaerense de Villa Bosch, Ivanna cuenta que antes de Zoe era peluquera y que vendía productos de nutrición, pero que lo dejó de lado porque con la firma de Cositorto ganaba mucho más. Allí llegó tentada por un amigo, que hace poco menos de un año la invitó a sumarse.
En ese momento puso un capital de 2.000 dólares por el que le entregaron un “bono de apalancamiento” a cobrar en tres años, pero que cada mes le generaría un retorno del 7,5 por ciento.
A la semana de firmar el contrato con la empresa ingresó su papá y al tiempo su mamá. Cuenta que llegó a tener una red de hasta 30 personas. Según sostiene, la diferencia con un esquema Ponzi es que en esos “gana siempre el que esté más arriba”, mientras que en Zoe ganan los que invitan gente.
Si yo invito a mi papá, mi mamá y mi hermano y ellos no invitan gente, como me pasa a mí, nadie los obliga ni los quita del sistema. Si los que están abajo invitan más gente, ganan los de abajo“, relata. “Nadie me obliga a meter más gente, el sistema te está pagando en automático”, afirma sobre los ingresos mensuales que se generan por esa inversión inicial de 2.000 dólares.
Es por eso que “le da bronca” cuando se habla de un esquema Ponzi, ya que afirma que “no tienen ni idea de lo que están hablando”, algo que “perjudica a los que están bien” con la empresa. “Si vos querés la hacés, (a la red) sino no. Por eso no es un esquema Ponzi”. También se ríe cuando se la compara con “una secta”. “Es cualquier cosa, no hay nada de eso”, defiende.
Sobre Cositorto, el CEO de la empresa, famoso por sus viajes lujosos y su tono pseudoreligioso para hablar de supuestas finanzas, reafirma que es “transparente” y está convencida de que va a dar la cara por la gente que le confió sus ahorros.
Leonardo Cositorto, CEO de Generación Zoe. Foto Zoe
“Lo conocí en persona, es una persona totalmente transparente. Se le nota. Y si el quisiera, se hubiese ido con toda la plata. Pero está dando la cara, respondiendo por todos. Yo estuve la semana pasada en la sucursal de Villa Crespo y a la gente le están pagando”, repite Ivanna.
Ayer por la tarde, luego de conocerse la noticia sobre el pedido de captura efectuado por la Fiscalía de Villa María, en Córdoba, el propio Cositorto salió a través de un mensaje grabado para hablarle a los inversores
“Estamos en un proceso de reestructuración interna, rediseño de ofertas como cualquier compañía, más en una situación donde llevamos casi 46 días de manera consecutiva donde ciertos grupos empresariales y mediáticos han empezado una campaña de desprestigio hacia mi persona”, remarcó Cositorto en una entrevista publicada en el canal Zoe TV de Youtube.
“La gente conversa y habla de que está cambiando su vida, encontrando libertad financiera y una transformación personal, empiezan celos, luchas de poder, se mete un poco el sistema financiero y empiezan a hacernos una campaña de difamación”, afirmó Cositorto, quien pidió a los ahorristas “que no retiren los fondos” de Zoe.
“La plata se justifica” y siete sociedades anónimas en un año
Ivanna cuenta que hasta antes de la crisis del ultimo mes, estaba ganando un poco más de 1.000 dólares al mes. “Yo lo que hacía en Zoe era tener mis ganancias, armar red, buscar equipos y más o menos eso”, cuenta. Para eso utilizaba las redes sociales y el boca en boca, ya que siempre “le gustó armar redes”.
Dice además que tuvo que dejar por todo lo que está pasando. “Ensuciaron a todos y perjudican a unos cuantos. Había mucha gente interesada con esto”, se lamenta.
Allanamiento de la Justicia de Córdoba a las oficinas de Generación Zoe en Villa María.
Consultada por el esquema de negocios que permite un rendimiento tan superior al mercado, sostiene que se financia con las ganancias de las distintas sucursales que la empresa tiene a nivel global. Durante las últimas semanas se conocieron proyectos que incluyen una criptomoneda sustentada en gramos de oro, una hamburguesería, Real Estate e incluso terrenos en un metaverso virtual de la empresa llamado Zoe Paradise.
“Zoe es un holding empresarial. Y al ser un holding, hay distintos negocios. Está en un montón de países. Y quiere decir que lo que nos están pagando es justificable por la cantidad de negocios que tienen. Ya sea el coaching, el trading o los demás que ya se estuvieron comentando. Por eso se justifica lo que nos están pagando. Hay muchos lugares de inversión que no se justifican el dinero, por eso cierran”, afirma.
En efecto, un rápido repaso por los antecedes comerciales de Cositorto dan cuenta un llamativo boom en la creación de empresas a partir de 2021. El supuesto gurú cripto, que hasta 2020 figuraba como deudor irrecuperable, creó solo el año pasado siete compañías entre marzo y diciembre.
El 18 de marzo de 2021, Cositorto inscribió tres sociedades anónimas en la IGJ: Universidad del Trading SA, dedicada al financiamiento de inversiones y también a la educación, con un capital de 100 mil pesos; Zoe Construcciones SA, para realizar proyectos inmobiliarios, con un capital de 100 mil pesos; y Generación Zoe SA, su nave insignia, cuyo objeto social es la construcción, administración y comercialización de inmuebles y hoteles.
El 5 de noviembre de 2021 constituyó además otras dos sociedades anónimas dedicadas alimenticio, aunque de rubros bien diferentes. Por un lado, anotó Zoe Pets SA, dedicado a la comercialización de alimento para mascotas, pero también servicios de peluquería y veterinaria, y hasta hotelería para animales; y Zoe Burguer SA, una franquicia de comida rápida. Ambas con 600 mil pesos de capital social.
Zoe Burguer en un local de otra cadena de comida rápida que cerro en pandemia.
Y antes de terminar 2021, el 15 y el 19 de noviembre, otras dos firmas: Zoe fitness SA, dedicada a la explotación de gimnasios, eventos deportivos y hasta suplementos dietarios; y Zoe Pizzas SA, una cadena de pizzerías y catering. Ambas sociedades anónimas con 600 mil pesos de capital.
Para Ivanna, las ganancias extraordinarias que le brindó la empresa hasta el último mes son lo que genera la bronca del resto. “No le conviene a los bancos que nos paguen el 7,5 por ciento mensual. Nos quieren pobres, eso le conviene al Gobierno. Uno puede ganar más de 1000 dólares por mes y eso no te lo paga un trabajo común. ¿Cuanto paga? ¿30 o 40 mil pesos? ¿y cuántas horas? Nos quieren esclavos, ese es el tema”, lanza.
Y redobla: ” Es como el tema del Covid, que tampoco estoy de acuerdo con las vacunas. ¿Por qué nos tenemos que vacunar todos? El tema de las vacunas es para eliminar a la gente y que cada vez seamos menos porque la economía es cada vez menos sustentable”, argumenta, esgrimiendo los argumentos conspiranoides del relato antivacuna que prolifera en redes.
─¿Tenés miedo de perder los ahorros? ─preguntó Clarín sobre el final.
─No te puedo decir si sí o si no. No quiero entrar en una crisis. Lo que me preocupa mucho son los medios de comunicación y la gente loca. No por la empresa, sino por la gente de mierda que hay.