Elisa Carrió volvió a descolocar. Fiel a su estilo, pateó el tablero en período no electoral para lograr imponer condiciones en el armado político del que forma parte. En este caso, sus dardos teledirigidos tuvieron un doble objetivo. El más visible fue condicionar a todos aquellos dirigentes de Juntos por el Cambio que consideren posible entablar negociaciones con Sergio Massa y su entorno empresarial, pero también su lectura es más profunda y tiene que ver con la identidad que adquirirá el espacio desde 2023: quiere evitar que se imponga una línea “pejotista”.
Ahora empieza la etapa de control de daños, para evitar que el escándalo siga creciendo y se salga de control. En eso coinciden no solo en la Coalición Cívica, sino también entre macristas y radicales donde, salvo algunos casos con heridas que difícilmente cicatricen, la mayoría considera que la crisis debe darse por finalizada. Es parte de lo que se habló en el almuerzo de ayer de la cúpula del PRO.
Con diferencias internas, tanto Mauricio Macri como Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta creen que la discusión está saldada. La titular del PRO porque analiza que ya logró posicionarse en defensa de tropa propia y aliados, y se mostró liderando a la oposición siendo punta de lanza de las embestidas a Carrió. El jefe de Gobierno porteño porque la pelea lo deja en una situación incómoda, ya que su aliada Lilita lo excluyó de las críticas pero igual tuvo que salir a criticarla. Y el ex presidente porque repite que la unidad de JxC es fundamental pero comparte con la líder de la CC con la visión identitaria que debe primar.
“La clave es que la centralidad de JxC no sea pejotista, sino panrepublicana”, explica uno de los dirigentes que más habla con Carrió. En ese punto es donde los vínculos con Massa de los apuntados se vuelven una excusa, porque ella misma reconoce que su designación como ministro “salvó” a JxC. Pero detrás de esos mismos dirigentes, Carrió olfatea los intentos de cambiar la identidad del espacio. Ve en Emilio Monzó, Rogelio Frigerio, Cristian Ritondo, Gerardo Morales, Facundo Manes, entre otros, dirigentes que tejen lazos subterráneos con sectores del peronismo como Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey, Florencio Randazzo. “Por abajo hay muchos movimientos, que no se ven, pero existen”, describen en la CC. La foto de ayer de Schiaretti con Martín Lousteau la suman al mismo paquete. De hecho, hay quienes están pensando en construir un armado “de centro” si JxC se radicaliza o si la oferta electoral se resume en un duelo entre Cristina Kirchner y Macri.
¿Pero Larreta también piensa en una alianza de gobierno con Schiaretti, por ejemplo?, consultó PERFIL. “Pero no es lo mismo si lo sumas a la alianza electoral o una vez que ya ganaste”, asegura un lilito. Y se pregunta: “¿Si ganamos con un Schiaretti adentro, Massa donde va a estar?”. En la CC siguen viendo a Larreta como la mejor opción presidencial, pero advierten: “Hay que entornarlo de la mejor manera posible, que sean los Macri, los Carrió, porque si son los panperonistas no va a ser un buen gobierno”.
La actitud de Carrió, no obstante, deja interrogantes abiertos que se repiten en las conversaciones entre dirigentes sobre el tema. ¿Por qué ahora, donde todas las miradas están puestas en la crisis del gobierno? “Ella siempre da discusiones profundas en años no electorales, para llegar con las cosas bien depuradas”, asegura uno de los lilitos. La relativa estabilidad política que generó la jura de Massa como ministro de Economía también alivió los temores que tenía Carrió por la falta de gobernabilidad de Alberto Fernández. “Hoy tenemos Presidente hasta el final del mandato”, dice.
¿Por qué es selectiva en sus dardos? Algunas de las críticas, sobre todo por las relaciones con Massa, podrían haber apuntado también a Larreta o Diego Santilli, pero Carrió los cuidó. Es un estilo que adquirió desde que Cambiemos llegó al poder. Aceptó hacer la vista gorda en determinadas situaciones siempre y cuando el sendero apuntado sea el correcto. “No vamos a permitir que algunos ahora se conviertan en próceres del republicanismo”, advierten.
¿Carrió hace todo para conseguir lugares en las listas? Es un concepto arraigado en muchos dirigentes, sobre todo cuando patea el tablero. “Ella es como la voz de la abuela que se enoja, y no le importa si mide más o menos”, dicen en su entorno. “No va a traicionarse, lo va a a seguir haciendo más allá de lo que pase con ella y la Coalición”, advierten.
Reflotan proyecto de Macri
En una movida que no puede dejar de analizarse en el marco de la crisis que desató Elisa Carrió con sus declaraciones, ayer el bloque de diputados de la Coalición Cívica presentó un proyecto para volver a darle estado parlamentario a una iniciativa de Mauricio Macri. Se trata de la reforma de la ley de Ética Pública que el ex presidente presentó en 2019.
Lo difundió Juan López, vía Twitter, con el título “Argentina necesita más transparencia”, en línea con lo que respondió Carrió cuando la criticaron. Uno de los puntos que destacó tiene que ver con el conflicto de intereses, también de los legisladores. Algunos de los apuntados por Carrió podría quedar en la mira.
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