El caso Narvarte, como se conoce al crimen en México en el que fueron asesinadas cinco personas -Mile, Alejandra, Yesenia, Nadia y el fotoperiodista Rubén Espinosa-, cumple este domingo siete años de sin resolverse con el presunto encubrimiento de autoridades, con el reclamo de las familias de las víctimas de que “la verdad no puede esperar”.
“Consideramos que hay algo detrás de este asesinato, quizá algo político. No podemos asegurarlo pero nos parece muy extraño”, dijo en entrevista con Efe Patty Espinosa, hermana de Rubén Espinosa, quien recordó que los avances son escasos y que los que hay pertenecen a las propias familias.
Aunque el crimen ocurrió el 31 de julio de 2015, las familias descubrieron nuevas inconsistencias de la actual administración de la CDMX en la indagatoria sobre la muerte de Espinosa, la activista Nadia Vera, la trabajadora del hogar Alejandra Negrete, la modelo colombiana Mile Martín y la maquilladora Yesenia Quiroz.
Y este domingo, como cada año, familiares, amigos y compañeros recuerdan a las cinco víctimas y, exigen justicia en diversos actos, entre ellos el festival Arte para no Olvidarte, en el que se realizará un ritual, intervendrán los familiares y música por parte de artistas como Jose Leobardo, Mexican Soundsystem, Musas Sonideras y la rapera Mare Advertencia Lírica.
El evento se celebra delante del departamento donde fueron asesinadas, en la calle Luz Saviñón número 1909 de la colonia Narvarte, en el centro-sur de la capital mexicana.
“Año con año se realiza como una forma de acompañarlas, de construir memoria colectiva, de exigir justicia y no dejarlas solas a las cinco (víctimas) ni a sus familias. Creemos que el arte es política y esta acción es una protesta amorosa que se ha convertido en un homenaje”, dijo en entrevista con Efe Erika Lozano “Kuru”, quien forma parte de la organización del festival desde hace seis años.
Como ella, Itzamna Ponce, quien era pareja de Rubén Espinosa en el momento del asesinato, considera que cuando todo sucedió fue imprescindible para las familias y allegados “resignificar el espacio” y formar diversas acciones y encuentros para ofrecerse apoyo mutuo.
“(Teníamos que) Resignificar ese espacio que fue de mucho dolor y que siempre ha sido la intención llenar de vida, de la vida que dejaron y que es muy significativa, de esa alegría que impregnaron en su vida, y hacerles un homenaje”, compartió Itzamna.
Y esta unidad y amor entre quienes extrañan a las cinco personas asesinadas en 2015 permanece, como también las exigencias de justicia ante la escasez de justicia y las mentiras por parte de las autoridades.
“Después de siete años pareciera que pudiera haber cansancio, pero no lo hay. Cada vez hay más fortaleza, y esta búsqueda incansable de verdad y de justicia para ellas y para sus familias”, sentenció Ponce.
‘No más mentiras‘
Este año el festival tiene el claro mensaje de que “la verdad no puede esperar”, ya que las familias, después de presentar en marzo avances logrados por su cuenta y continuar en este momento a la espera de que las autoridades terminen de analizarlos, han dicho que no quieren más mentiras.
“El problema es que lo presentamos y la policía nos dice ‘vamos a investigar a fondo’ y ese investigar a fondo se están llevando muchísimo tiempo, de nada sirve que demos avances si siguen en lo mismo”, explicó Patty Espinosa, quien acudió y acudirá en estos días a los eventos donde se hace memoria por su hermano y sus compañeras a la vez que se exige pronta resolución del caso.
El multiasesinato sacudió al país en julio de 2015, cuando el fotoperiodista y las cuatro mujeres aparecieron brutalmente asesinados en la calle Luz Saviñón de la Narvarte, un barrio de clase media de la capital, con indicios de extrema violencia.
El entonces gobierno de la capital detuvo a tres personas dos meses después del crimen pero sin esclarecer del todo el caso, por lo que la nueva administración que llegó al poder a finales de 2018 prometió resolverlo por completo con la nueva Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México (FGJCDMX), que reemplazó a la procuraduría.
Pero, tras acceder a 22 tomos de la indagatoria y videos, las familias descubrieron por su cuenta, según anunciaron en marzo, inconsistencias como la participación de cinco personas en vez de tres, un segundo vehículo que acompañó a los perpetradores y llamadas con los presuntos autores intelectuales del crimen.
Además, detectaron omisiones de las autoridades, irregularidades, falta de investigación, ocultación y destrucción de pruebas y evidencias como la ropa de las víctimas.
También, la revictimización no ha cesado.
“Se nos dijo que ocurrió por un tema de drogas, pero eso está totalmente descartado. Lo dijeron desde el inicio para revictimizar y señalar, sin embargo está descartado porque no hay elementos que lo prueben”, terminó Patty Espinosa.
El caso persiste mientras México afronta una ola inédita de violencia contra periodistas, con 12 informadores asesinados en lo que va del año, según la última actualización de Artículo 19.
Con información de EFE.