La compañía estadounidense Cargill, tiene 155 años de historia y 53 de operar en Centroamérica, región en la que entró primeramente en Honduras, mercado en el cual mantiene sus tres modelos de negocio como lo son el de Nutrición Animal; Pollos y, Embutidos. Además de la compra y venta de granos y materias primas, manteniendo un liderazgo en la parte sur regional que incluye aparte de Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
Y entre 2017 y 2018, invirtió $500 millones en Colombia, para la compra de dos negocios de pollo, como parte de su estrategia de continuar creciendo en la región.
A diferencia de Honduras, en Guatemala tiene 22 años de estar en el mercado, luego de la adquirir la local Empacadora de embutidos Perry.
También, opera el negocio de Nutrición Animal con Purina, además de la exportación e importación de materia prima. Pero le está faltando un modelo clave; el de pollo y, en general, otras proteínas, parte de las razones por las cuales, según el presidente de Cargill, Centroamérica y Colombia, Xavier Vargas Montealegre, explora oportunidades de inversión en Guatemala.
La visión de crecimiento de la compañía, se ajusta al llamado de acción que la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, ha hecho a algunos empresarios, para incrementar las inversiones en los países del Triángulo Norte de Centroamérica.
“El objetivo es desarrollar en el país alguna de estas inversiones. Tenemos disponibles $150 millones con esa intención, de los cuales, $10 millones están previstos para el desarrollo de proyectos de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Uno de los aspectos que forman parte de la filosofía de la compañía, es de mejorar el estándar de vida de los países a donde llegamos. Para esa finalidad, contamos con robustos programas de RSE, principalmente con escuelas, el agro, dando acceso a materias primas a los productores locales, desarrollando con las contrapartes en los puntos de venta prácticas de seguridad alimentaria. Contamos con más de 800 colaboradores en Guatemala, quienes también contribuyen con esa parte”, comparte Vargas.
Agrega que dentro de sus prioridades se encuentra la parte de sostenibilidad de medio ambiente. En ese contexto, invirtieron poco más de $1 millón, en una planta de tratamiento en las instalaciones de Empacadora Perry, la cual fue inaugurada recientemente.
De los $150 millones disponibles para invertir en la parte norte de la región, más del 50 %, tienen previsto destinarlo para Guatemala. En Honduras, estarán invirtiendo un poco para aumentar la capacidad en la planta de pollo, en casi un 50 %. En ese país, 5 de cada 10 pollos que se consumen, son de Cargill. Mientras que, en El Salvador, lo tienen planificado en una segunda etapa.
Incursión en el negocio avícola
En Guatemala, tiene planeado entrar en la cadena productiva completa de la parte proteínica accesible a la población, cuyo consumo anual es el de mayor crecimiento, como lo son los embutidos y el pollo. En este último caso, crece alrededor del 3 % y 4 %.
La cadena productiva avícola, comprende desde la compra de materia prima local o importada, la planta de reproducción en la que las gallinas pone sus huevos fértiles, incubación, planta de engorde, planta de sacrificio, planta de distribución para llegar con marca al consumidor. Aquí hace ver Vargas que Cargill cuenta con las principales marcas con mayor recordación en Centroamérica. Por cada punto porcentual que crece el consumo de pollo, se generan alrededor de 1,000 empleos directos. La relación de empleo indirecto es de 4 a 1. Dependiendo del país en donde operan, tienen el compromiso de generar entre 2,000 y 3,000 empleos dignos.
En Colombia comenzaron un tanto más grande con 7,000 empleos. En Guatemala ese es el objetivo. “Los guatemaltecos no se van del país porque quieren, se van porque no encuentran las oportunidades de un empleo digno en estos países. Eso es parte del propósito de inversión de Cargill, generar empleos dignos”, asegura el entrevistado.
Al hablar de empleo digno se refiere a más que ofrecer las prestaciones establecidas por la ley. Esa es una obligación. Ofrecer empleo digno es dar seguridad, velar porque las personas regresen a sus casas en las mismas condiciones o mejor de cuando salieron hacia la empresa.
Es algo que además incluye diversidad, equidad e inclusión tanto a nivel de liderazgo como a nivel de base de la planta, desde salas de lactancia, programas de desarrollo y mentoría para la mujer. De hecho, en Costa Rica acaban de nombrar a una mujer como gerente general. El 50 % de las plantas en la región son operadas por mujeres. En Empacadora Perry, quien dirige la planta es una mujer. Para cargos estratégicos, dice, se elige a la mejor persona por meritocracia.
“Los guatemaltecos no se van del país porque quieren, se van porque no encuentran las oportunidades de un empleo digno en estos países. Eso es parte del propósito de inversión de Cargill, generar empleos dignos”.
Xavier Vargas Montealegre, pdte. de Cargill, C.A. y Colombia
Seguridad alimentaria
El compromiso de Cargill es nutrir al mundo de una manera segura responsable y sostenible. La compañía está presente en 70 países y están constantemente estudiando y entendiendo en donde se producen los alimentos, donde se consumen y como asegurar que haya un intercambio justo de estos alimentos a nivel global. Esa huella les permite en primer lugar asegurar el suministro y evitar caer en un desabasto. En esa dinámica importan o desarrollan localmente por medio de los programas de RSE. Dependiendo la vocación de la tierra en cada país, para desarrollar agricultores locales que puedan proveer materia prima para los negocios.
El conocimiento global de las cadenas productivas, el programa de logística, los programas de manejo de riesgo, les permite traer alimentos a precios accesibles para poder transformarlos de forma eficiente, para lo cual, se apoyan en inversiones en tecnología y en la gente, para producir alimentos, especialmente en el caso del negocio del pollo, que es un producto sensible para la población; que llegue al precio accesible a todas las partes del país. “En Guatemala vemos una oportunidad para poder atender una distribución masiva, para que llegue a cada rincón del país”, apunta.
En cuanto a los retos y desafíos coyunturales, indica que, nadie podía prevenir una disrupción de las cadenas productivas ni la inflación que viene a raíz de toda esta situación,
Sin embargo, hace ver que, “como Cargill, con más de 155 años de recorrido, entendemos los ciclos y vivimos a través de los ciclos. No somos la típica empresa pública que entra y sale de los mercados dependiendo del momento. Hacemos inversiones en el largo plazo y nos comprometemos con los países en el largo plazo. No nos asustamos por temas sociales, políticos, económicos que sabemos que nuestros países pasan por ello”.
La idea es liderar la industria avícola como lo hacen en los otros mercados. Inversión, tecnología y tener los mejores costos y con el apoyo de la gente, en este 2022, planean cerrar parte de las inversiones que está explorando. “Llegó el momento de crecer en Guatemala, un país que pasa por un buen momento”, concluye, el presidente de Cargill Centroamérica y Colombia. •