Taylor Swift no necesita demasiadas presentaciones. Es cantante, compositora, productora y actriz estadounidense. Tiene 32 años y comenzó su carrera a los 14. A los 17 ya era una superestrella de la música country y luego su estilo fue derivando al pop, siempre con enorme éxito.
Fue la artista más joven en ser contratada por Sony Music y, a los 16 años, se convirtió también en la persona más joven en llegar al número uno con una canción de su autoría. Los premios nunca pararon de llegarle. Es considerada una persona de gran influencia mediática, especialmente en Estados Unidos, y por ese motivo, en 2019, la revista especializada Billboard la nombró “mujer de la década”.
Swift fue reconocida el pasado 18 de mayo con un doctorado honoris causa en bellas artes por la Universidad de Nueva York. Ataviada con la indumentaria violeta de la casa de estudios, desfiló y subió al escenario, para pronunciar un discurso ante miles de personas durante la ceremonia anual de graduación, que se llevó a cabo en el Yankee Stadium.
En su discurso a los graduados de 2022, Swift habló sobre lo común que es avergonzarse cuando uno piensa en su pasado. Pero hubo un tema que tal vez no fue el más destacado, pero es de gran valor para ser escuchado por los líderes: a ella, dijo, no le gusta recibir consejos que no pide. Con gran humor, casi “aconsejó” evitar dar consejos a quienes no lo solicitan, ya que puede producirse un daño, aún inconscientemente.
“Por regla general, trato de no dar consejos no solicitados a nadie a menos que me los pidan”, reveló Swift, ya que esto puede ser más perjudicial que beneficioso. “Como una persona que comenzó su carrera muy pública a la edad de 15 años, tuvo un precio. Y ese precio fueron años de consejos no solicitados”, contó.
“Ser la persona más joven en cada habitación durante más de una década significaba que constantemente recibía advertencias de miembros mayores de la industria de la música, los medios, entrevistadores, ejecutivos. Este consejo a menudo se presentó como advertencias apenas veladas. Mira, yo era una adolescente a la vista del público en un momento en que nuestra sociedad estaba absolutamente obsesionada con la idea de tener modelos femeninos jóvenes perfectos. Parecía que cada entrevista que hice incluía ligeras críticas del entrevistador acerca de que un día ‘me saldría de los rieles’”, afirmó.
Aseguró que los profesionales jóvenes que están iniciando su carrera, aunque no vendan 100 millones de discos al año y ganen tres premios Grammy, como ha sido su caso, seguramente recibirá consejos de personas que quieren compartir su propia sabiduría.
Quienes desean dar un consejo deben tener en cuenta esta máxima: “Tu experiencia no es ‘la’ experiencia”, sostuvo la psicoterapeuta Shannon García. “Eso puede ser difícil de tragar, especialmente cuando queremos ayudar a alguien que nos importa. Pero es verdad. Es posible que haya lidiado con ciertas situaciones en su carrera y que haya descubierto algunas cosas útiles. Y aún así, este individuo tendrá su propia experiencia, y nadie conoce su vida mejor que ellos. Pregúntese: ‘¿Puedo dejar que esta persona se encargue de esto por su cuenta?’”.
García recomendó que, si un joven profesional está compartiendo algo sobre su carrera “pregúntese: ‘¿Cómo puedo escucharlos en este momento?’ Comience por escuchar”, dijo García. “La gente por lo general no busca consejos y menos aún necesita su validación”. La psicóloga recomendó preguntar si necesita un consejo o alguna ayuda.
Sobre este punto, Jasmine Escalera, quien se dedica al entrenamiento de jóvenes profesionales que buscan su primer empleo, aseguró que valora que personas con experiencia compartan sus vivencias. “Como la primera en mi familia en asistir a la universidad y a la escuela de posgrado y navegar una carrera de alto nivel, hubiera disfrutado la oportunidad de obtener todos los consejos profesionales posibles”, dijo.
“Mi familia o mi comunidad no pudieron educarme sobre cómo navegar este nuevo espacio. Y cualquier consejo que brindaron se basó en sus propias creencias limitantes y falta de experiencia, que no estaban al servicio del crecimiento y las oportunidades que tuve el privilegio de recibir. A menudo me pregunto cómo habría sido diferente mi carrera si hubiera tenido más mujeres de color a mi alrededor para hablar sobre sus viajes y ofrecer sabiduría que no estaba disponible para mí”, manifestó Escalera.
Pero también en un punto coincidió con la visión de Swift al advertir que, incluso cuando se justifica el asesoramiento, quienes lo brindan deben tener cuidado de asegurarse de que su apoyo no sea solo una proyección de sus propias experiencias y desafíos. “Como alguien que da consejos, debemos ser conscientes de que, sin conocer la historia, la lucha y la tenacidad de una persona, no podemos saber qué situaciones se le presentarán individualmente o incluso cómo las manejaría”, dijo. “Siempre se deben dar consejos para ayudar, y nunca asumir que cada situación o circunstancia será la misma para cada individuo”, ya que en ocasiones se puede transmitir las ansiedades y temores propios a personas con escasa experiencia.
Swift comentó con ironía los consejos que debió sufrir cuando era apenas una adolescente y ya tenía una enorme exposición mediática: “Que si no cometía ningún error, todos los niños de Estados Unidos crecerían para ser ángeles perfectos. Sin embargo, si tuviera un desliz, toda la tierra se saldría de su eje y sería completamente mi culpa e iría a la cárcel de estrellas del pop por siempre jamás”, dijo. “Todo se centró en la idea de que los errores equivalen al fracaso y, en última instancia, a la pérdida de cualquier posibilidad de una vida feliz o gratificante”.
En este punto, Anyelis Cordero, fundadora de Propel on Purpose Coaching, un servicio de coaching de carrera diseñado para profesionales de primera generación, reveló cuál es la mejor forma de ayudar a una persona joven. “Uno de los mayores obstáculos que enfrentan los adultos jóvenes hoy en día, especialmente aquellos que están navegando en profesiones y espacios en los que nadie más en su familia o círculos inmediatos trabaja, es el acceso al capital social”, dijo.
“En lugar de ofrecer consejos no solicitados, ofrezca una presentación a alguien en su red que pueda compartir información sobre la industria, la empresa o el trabajo que les interesa realizar”.
En resumen, quienes tienen ya una experiencia profesional y, especialmente si tienen una posición de poder, deben tener en cuenta el peso de sus palabras por lo que debe tomarse con responsabilidad. Cordero aseguró haber conocido personas que siguieron una carrera respondiendo a recomendaciones de otros y no sus propios deseos.
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