El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha hablado este sábado, durante el Comité Federal del partido, de dos de los temas del momento. A un lado, recordó que el Ejecutivo registrará en el Congreso la próxima semana el nuevo impuesto temporal a la banca para recaudar 7.000 millones en dos años, remarcando que impedirá que el sector repercuta la subida impositiva sobre los clientes. Al otro, volvió a recordar a la Comisión Europea que España no aceptará que se imponga un racionamiento del gas durante el invierno.
Sanchez, en concreto, ha anunciado que el Ejecutivo prohibirá que la banca y las grandes eléctricas puedan repercutir los costes que les supondrán los nuevos impuestos que estarán listos la próxima semana. Ante el Comité Federal del PSOE, ha avanzado que los nuevos impuestos que pretenden recaudar cerca de 7.000 millones de euros en dos años se tramitarán como una proposición de ley que será registrada en el Congreso la próxima semana.
“Pedimos a las grandes empresas lo mismo que los consumidores que están soportando el azote de la crisis y que esta situación no derive en sobresueldos de sus máximos directivos ni engorde sus beneficios”, ha dicho Sánchez.
El presinde te también ha retado a la derecha al señalar que es el “momento de definirse”, “de decir si se está o no con la clase media y trabajadora” y criticó que “la derecha española ya ha anunciado su oposición” pese a que estos impuestos “existen en países avanzados con gobiernos conservadores”. En este sentido, indicó que los bancos españoles, “a los que tanto se ayudó en el pasado”, pueden “asumir” su contribución al “reparto” de los costes de la crisis. Para justificarlo, Sánchez detalló que el nuevo impuesto recaudará aproximadamente 1.500 millones de euros al año mientras que los bancos han repartido dividendos por más de 3.500 millones de euros en el primer trimestre del año, y el año pasado en su totalidad dieron más de 13.400 millones de euros.
El presidente del Gobierno también aseguró este sábado que España no aceptará “imposiciones” de recortes de consumo de gas por parte de Bruselas que tendrían un “efecto lesivo” para el país, pero confió en que se llegará a un acuerdo sobre esta cuestión en los próximos días en el seno de la UE.
Sánchez dijo que España ha sido solidaria y lo va a seguir siendo con el resto de Estados miembros en el suministro de energía, como lo ha hecho con Francia, actuando como una verdadera “puerta de entrada a Europa” de gas natural licuado.
“Pero lo que no podemos aceptar son imposiciones, sin debate y sin consulta, y que tendrían un efecto lesivo sobre nuestro tejido industrial, sin un beneficio claro además para nadie”, señaló el líder socialista.
A su juicio, la propuesta de Bruselas de que los países ajusten su consumo de gas “no tiene en cuenta la situación de partida de cada Estado miembro”. “En nuestro caso, es el resultado de todos los esfuerzos históricos realizados en las últimas décadas para el despliegue de infraestructuras de gas natural licuado y para la diversificación de fuentes que garantizan el suministro nacional en los escenarios más adversos, incluso, en situaciones como las actuales”, agregó Sánchez.
Pese a las diferencia surgidas entre Madrid y Bruselas, el presidente dijo tener el convencimiento de que “en los próximos días vamos a alcanzar un acuerdo equilibrado, solidario y europeísta que garantice la seguridad de suministro de todos los Estados miembros” y por ello “trabaja el Gobierno de España”.