Hace casi un año de uno de los exit que marcaron el panorama emprendedor español. No es, ni mucho menos, la sorpresiva operación de Glovo del 31 de diciembre, casi al toque de las campanadas. Se trata de Holded, la compañía de software para Pymes, que vendía todo su negocio a la noruega Visma. Una compañía del sector que, desde que adquiriese la startup fundada por Javi Fondevila y Bernat Ripoll por 190 millones de euros, ha seguido de compras al sur de los Pirineos. Declarando y Woffu, también del sector, se unían a la nórdica para afianzar su presencia.
Con todo, Holded se encuentra de cumpleaños. El pasado 16 de julio celebraban el cierre del acuerdo de venta. Ahora, hacen análisis de una operación que llegó por sorpresa para los socios catalanes. “Teníamos 3 ofertas sobre la mesa, pero la de Visma no era la más grande”, explica Ripoll a Hipertextual. Tampoco era la primera.
En diciembre de 2020, y con un entorno emprendedor y financiero buscando soluciones a la pandemia, la digitalización de las empresas se antojaba como un negocio altamente rentable. Era precisamente el sector en el que Holded, fundada en 2016, había puesto foco. A final del año, la tecnológica recibía su primera oferta de una gran compañía del sector, y de la que no ha trascendido su identidad. La compañía no estaba por la labor de vender, por lo que cerraron su ronda de financiación Serie B unos meses después. 15 millones para seguir creciendo en mercados y usuarios.
La sorpresa llegó unas semanas más tarde. Con la ronda cerrada, y dinero en las cuentas, Holded recibía un correo, ahora sí, de Visma. Querían hacer una oferta de compra. Una semana más tarde, y a través de LinkedIn, un tercero les contactaba para lo mismo. Lo que antes había sigo un no rotundo para la venta, ahora era una realidad y se empezaba a tener en cuenta. Al final, se sentaron a hablar con las tres y escogieron a la noruega. “La escogimos porque nos gustaron mucho. No era un tema de dinero; a nivel humano nos gustaba mucho y ayudaba al proceso de posventa”, explican.
Los noruegos trabajan diferente
Finalmente, la venta se cerró y se dio a conocer al mundo. Visma pagó de inmediato y luego desaparecieron.
“Tras la venta, esperábamos al ejército de consultores, pero a los 15 días de firmar se fueron hasta mitad de agosto y no les conocimos hasta septiembre”, explica Ripoll. Y es que, si en España el mundo se acaba durante las vacaciones de verano, en Noruega cuelgan el cartel de cerrado. Durante un mes, el país para por vacaciones.
Holded lo único que hizo fue seguir tal y como habían hecho hasta ese momento. Un año después mantienen esa política. “El comprador industrial suele forzar a que se hagan las cosas como quieren, pero en este sector es complicado cambiar todo. Visma hacía esto hace 20 años y lo han dejado de hacer, ahora funcionan con un modelo de comprar y dejar hacer”, apuntan.
Solo han puesto algunas condiciones: que el crecimiento sea sostenible y sano. También que deben ajustarse a un presupuesto. Uno que ha hecho que Holded se centre solo en España. ¿Solo porque no les llega para salir fuera? No realmente. El hecho de salirse del juego de los fondos de inversión tiene la clave de la situación. “Es algo que podemos hacer ahora y antes no; si queríamos levantar fondos extranjeros necesitábamos estar en varios países, pero ahora no lo necesitamos y podemos consolidar el mercado”, apunta. Eso les permite contratar y hacer carísimas campañas de publicidad off-line. Cosa que antes, no podían permitirse.
Holded, en el momento adecuado
Desde Holded tienen una cosa clara. Los 190 millones que lograron con su venta en julio de 2021, no los hubiesen logrado en julio de 2022. “Sabíamos que era el mejor momento, especialmente por la coyuntura”, explican. Pero no sabían lo que se venía. “Hoy no habríamos cerrado por la misma cifra”.
Y es que el sector de las valoraciones y las rondas de financiación no pasa por su mejor momento. Klarna, el icono del fintech europeo y unicornio mejor valorado en el continente, ha visto cómo sus casi 72.000 millones de valoración se desinflaban hasta los algo más de 6.000. Todo en apenas unos meses.
Pero desde Holded son sensatos con la sitacuón que les rodea. “Llevamos mucho tiempo diciendo que hay dinero, pero no producto, y esto nos lleva a empresas levantando dinero por encima de sus posibilidades”, analiza Bernat. “Estas rondas tan elevadas lo que han hecho ha sido aumentar la competencia en un mercado que no se sustenta”. Y, por extensión, también ha reventado el mercado laboral.
Las grandes rondas buscan un objetivo: crecer, y rápido. Y para crecer necesitas mano de obra. Normalmente, ingenieros que, a día de hoy, son limitados. Estos, como era de esperar, van al sol que más calienta. Para Holded, este no es ni Google o Facebook. Ellos tienen unos rangos de sueldo tasados. El problema son las startups que levantan dinero y necesitan 10 ingenieros para crear lo que sea que hayan apalabrado. “Ellas son las ladronas”, apunta. Y lo hacen a golpe de talonario que, tarde o temprano, harán que el mercado explote.