Silvina Batakis, la reemplazante del renunciado Martín Guzmán, es considerada una economista heterodoxa, pero pragmática. “Albert Einstein decía: ‘locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes’”, dijo en una de las entrevistas realizadas en los últimos años para mostrar su versatilidad.
Pero Batakis, anunciada como flamante ministra ayer por la noche, tiene ideas que no se adaptan tampoco fácilmente a cualquier contexto. Es crítica de los sistemas de bandas cambiarias, de las metas de inflación y de las altas tasas de interés, porque, sostiene, estas conspiran contra la actividad económica, sobre todo el empleo y el consumo.
Batakis cree que las Leliq (que actualmente son de 5,6 billones de pesos) no son un instrumento para controlar o bajar la inflación. Está convencida que estas herramientas sólo reprimen la suba de precios y que ese andamiaje, tarde o temprano, estalla.
También Batakis es muy crítica de las tarifas prohibitivas. Fue muy dura con el macrismo por las subas abruptas y en grandes porcentajes, principalmente en el Área Metropolitana de Buenos Aries, que era donde mayor atraso había.
La nueva ministra es supercrítica del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la forma en la que el organismo le dio en 2018 el crédito a Mauricio Macri, concentrando los mayores desembolsos antes de las elecciones de 2019.
¿Cómo se sale de una crisis?, supo preguntarle este medio a Batakis en un reportaje anterior. Y ella mostró su convencimiento de que de la peor de las crisis se sale con un “plan productivo que aumente la oferta”.
Batakis considera que la Argentina debe impulsar un plan agropecuario –como el que actualmente tiene el gobierno- y desarrollar un plan industrial con tecnología incorporada para el mayor agregado de valor en origen. Cree que hay que impedir que las exigencias del exterior se conviertan en medidas paraarancelarias que restrinjan las exportaciones.
Con su antecesor, Guzmán, tiene un punto de en común: cree que la inflación es un problema de múltiples causas. Y pone en el centro del flagelo al déficit fiscal, porque el mismo se termina cubriendo con financiamiento del Banco Central vía emisión monetaria.
Asimismo, Batakis considera que gran parte de la discusión sobre cuál debe ser el tipo de cambio tiene que ver con la puja distributiva. Es enemiga de bajar impuestos si esto genera una ampliación en el agujero fiscal.
Pero no es proclive a pensar que el déficit se soluciona por la vía de un ajuste del gasto público, porque eso genera ausencia del Estado. Y considera en ese sentido que las tensiones distributivas se reducen con un aumento de la producción y una consecuente expansión fiscal.
En materia de Comercio Exterior, Batakis se inclina por una administración minuciosa de lo que entra vía importaciones. Ella asegura que no es proteccionista y opta por afirmar que el país debe generarse condiciones de competencia antes de abrirse arbitrariamente.
En una reciente entrevista con otro medio, Batakis defendió las retenciones a las exportaciones porque son un recurso tributario pero tiene objetivos de redistribución y de estímulos “para la buena utilización de las tierras, que terminan agotándose con el monocultivo como es la soja”.
“También las retenciones sirven para que el Estado nacional tenga dólares para cuando eventualmente tiene que hacer pagos de su propia deuda”, dijo quien ahora es ministra de Economía del país.
Con información de Corresponsalía Buenos Aires.-
Para comentar esta nota debes tener tu acceso digital.
¡Suscribite para sumar tu opinión!