El colectivo SOS Racismo ha querido salir a la opinión pública con un durísimo comunicado en el que denuncia que actitudes como la última de Navarra Suma de llevar a los colectivos de diversidad cultural a Trinitarios estos Sanfermines son una decisión “racista”.
En el comunicado indican que “SOS Racismo queremos hacer un llamado de atención y compartir nuestra gran preocupación por la gestión de la diversidad cultural que se está realizando por parte del actual Ayuntamiento de Pamplona”.
Así recuerdan que “el mes de enero de este año denunciamos públicamente el discurso abiertamente racista del alcalde Enrique Maya. En sus palabras “Casi todas las personas que cometen delitos no son nacidos aquí”, veíamos claramente que su intención era la de provocar el rechazo y el miedo hacia la población migrada”.
Las palabras del alcalde, quien es el “máximo representante” del Ayuntamiento de Pamplona “se quedaron sin rectificar ni reparar”, aunque se produjo una moción de reprobación en el Pleno del Ayuntamiento, resultaba insuficiente para reparar las consecuencias de su discurso xenófobo, pero que tenía al menos un poder simbólico”. Añaden que “desde SOS Racismo, en el mes de abril volvimos a denunciar sus palabras, esta vez haciendo uso del Proyecto Clara, una iniciativa de Policía Municipal de Pamplona para luchar contra delitos de odio, de la que formamos parte. Hoy por hoy, tampoco hemos recibido una respuesta desde CLARA sobre el estado actual de esta denuncia que hicimos”.
“No se trataba de comentarios puntuales -según lamentan- sino que son parte de un modelo concreto de gestionar la diversidad cultural del actual Ayuntamiento y de su alcaldía”. Este modelo “consiste en ver las migraciones como un problema y la diversidad como una amenaza para la sociedad. Y cuando se da un espacio a colectivos migrantes y racializados, se hace reduciendo la diversidad a solo expresiones culturales, sólo en los temas en los que se considera que nos corresponden, en las fechas y lugares concretos, desde una perspectiva utilitarista y sin partir de un reconocimiento pleno. En resumen, empujándonos a los márgenes, porque consideran que el centro es “para los de siempre” como ha dicho un responsable municipal a los colectivos migrantes, esta expresión resume el Racismo estructural presente en las Instituciones”.
En este sentido, consideran que “la decisión de este Ayuntamiento de expulsar los colectivos migrantes del parque Antoniutti es racista, porque nos excluyen de los espacios de participación y convivencia en unas fechas tan valoradas por la sociedad como son los Sanfermines, lo que nos hace pensar que no somos dignos de celebrar estas fiestas como lo hace el resto de la población. El único espacio que se nos deja es un pasacalle para visibilizar componentes folclóricos de las diversas culturas que hoy por hoy componemos la sociedad navarra”, señalan.
Pasacalles multiculturales que son “insuficientes”
Añaden que “valoramos de manera positiva los pasacalles multiculturales, pero lo vemos claramente insuficiente, porque no se ancla en el reconocimiento de una ciudadanía diversa y con plenos derechos, porque se hace sin reconocer ni reparar las discriminaciones estructurales que nos atraviesan”.
” Nos excluyen de los espacios de participación y convivencia en unas fechas
tan valoradas por la sociedad como son los Sanfermines”
“Vestimentas y bailes diversos sí, pero solo si las acompañan políticas reales para avanzar en la igualdad de derechos y oportunidades, si no, solo son espacios vacíos, lo mismo que palabras vacías o fotos coloridas que se sacan las instituciones para hacernos creer que les importa la diversidad”, porque “mientras, se siguen reproduciendo las mismas lógicas que alimentan el racismo institucional, que se visibiliza de múltiples formas: en la discriminación en el acceso al empadronamiento y a la vivienda, en los controles de identidad racistas por parte de las diferentes policías en esta ciudad, en las citas trampa ante la Brigada de Extranjería o en la persecución y criminalización de determinados colectivos en plenas fiestas, como ocurre con los y las vendedoras ambulantes”. Un racismo institucionalizado que no cesa y del que las Instituciones como este Ayuntamiento no se responsabiliza o en ocasiones incluso lo convierte en su bandera”.
Por eso, concluyen señalando que “hoy queremos llamar la atención a la sociedad navarra sobre el peligro de ignorar, excluir o criminalizar la diversidad de orígenes y cultural que existe en Navarra, como está haciendo el actual Ayuntamiento de Pamplona. Si no queremos crear un caldo de cultivo para ideologías de opresión, que abiertamente van ganando terreno, tenemos que avanzar en una cultura de convivencia real con igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas”.