España, la selección de fútbol para ciegos más laureada del Viejo Continente con ocho títulos en 12 ediciones, afronta un Europeo por primera vez fuera de la terna de favoritos para levantar el trofeo. Sobre el papel, tampoco opta a estar en el podio. La vigente campeona -ganó en Roma 2019- ha sufrido una profunda reestructuración, con la salida por la puerta de atrás de jugadores emblemas, y acude a Pescara (Italia) cogida con pinzas y con muchas dudas.
Tras los Juegos Paralímpicos de Tokio, donde el equipo español no dio la talla -quedó eliminado en la fase de grupos-, el polvorín estalló en el vestuario y los ocho jugadores de campo más dos habituales en las concentraciones (Antonio Martín ‘Niño’, Vicente Aguilar, Adolfo Acosta, Sergio Alamar, Pablo Cantero, Iván López, Youssef el Haddaoui, Miki Sánchez, Javi Muñoz y Robert Echevarría) redactaron una carta con una serie de quejas mostrando su disconformidad con el cuerpo técnico, tanto en el plano deportivo como en el trato humano, y pedían el cese de Jesús Bargueiras y de sus ayudantes.
La Federación Española de Deportes para Ciegos respaldó al seleccionador, que en la primera convocatoria del nuevo ciclo paralímpico no llamó a ninguno de esos futbolistas que firmaban la misiva, alegando razones como lesiones, comportamientos extradeportivos y la edad de algunos, a los que se les juzgaba por su DNI y no por el rendimiento que aún ofrecen sobre el césped. Poco después, Bargueiras fue despedido y tras unos meses de transición en los que el malagueño Antonio Ruiz se hizo cargo de la selección, desde hace un par de semanas el banquillo español ya cuenta con nuevo inquilino.
El elegido es Julián Martín, entrenador también del juvenil del Inter Movistar de fútbol sala. Sin apenas tiempo y con poco dónde elegir, ha tenido que rearmar al equipo que competirá en el Europeo. La FEDC le ha permitido poder reclutar a varios de los diez futbolistas que se sublevaron y pidieron el cambio de seleccionador. De esta forma, podrá contar con Iván López y con Pablo Cantero, dos piezas fundamentales en el esquema defensivo del equipo. También llamó a Miki Sánchez, que en un principio dio el ok, pero al día siguiente, el balear, que llevaba muchos meses en el dique seco por una lesión, desechó la propuesta por motivos personales.
Sin embargo, de momento siguen cerradas las puertas del combinado nacional para otros deportistas. A excepción de Vicente Aguilar, quien este año no se sacó ficha federativa, y de Antonio Martín ‘Niño’, quien se recupera de una lesión de rodilla, con el resto no cuentan. Uno de ellos es Adolfo Acosta, uno de los máximos goleadores en la historia del fútbol para ciegos español, que a sus 41 años sigue a un magnífico nivel. El canario estuvo varios meses lesionado y en su regreso a la competición fue clave en el subcampeonato de Liga logrado por Unión Adarve Madrid, con 11 goles en cinco partidos.
Otro caso es el de Sergio Alamar, de 21 años, uno de los mayores talentos de este deporte. Desde la FEDC hablaban de bajo rendimiento -en sus tres únicos partidos en Liga marcó nueve goles- y de que su equipo, Alicante, fue expulsado del campeonato liguero. También han sido relegados al ostracismo Javi Muñoz y Youssef el Haddaoui, quien llevaba 16 tantos en la Liga hasta que fue expulsado en un encuentro y le abrieron un expediente disciplinario por enfrentarse e insultar a un árbitro. Un castigo que se extiende más allá de la competición nacional.
Precisamente, estos dos jugadores formaron parte de la selección catalana que se llevó el título en el reciente triangular frente a Andalucía y a España, con El Haddaoui como pichichi destacado con ocho goles. Para más inri, el conjunto español ha estado a punto de viajar a Pescara para disputar el Europeo (10-17 de junio) con solo ocho efectivos por las bajas de Miki y del joven Unait Sánchez -se cae de la lista por temas de estudios-, pero la suerte le ha sonreído ya que IBSA (International Blind Sports Federation) ha hecho una excepción y le ha permitido inscribir a dos jugadores más, evitando así una chapuza marcada por la desidia y la improvisación.
Hay nuevos guardianes bajo palos, Dani Barrenechea y Ceferino Sánchez, dos porteros de gran nivel que ocuparán el hueco dejado por Sergio Rodríguez y Pedro Gutiérrez. Además de Pablo Cantero y de Iván López, estarán Moisés González y Javier Álvaro, que ya tienen cierta experiencia en torneos internacionales. Debutarán Andrés García, Julio Sánchez, sobre el que recaerá la responsabilidad del gol, Robert Echevarría y Juan José Pancho, los dos rescatados a última hora.
España ha quedado encuadrada en el grupo B y tendrá que lidiar con Polonia, Rumanía, Alemania e Inglaterra. En teoría, los dos primeros son asequibles, mientras que tendría que jugarse un puesto en semifinales con alemanes e ingleses. En el grupo A están Italia, Turquía, Francia, República Checa y Grecia. Los cinco primeros obtendrán billete para el Mundial, el objetivo primordial de ‘La Roja’. “Estamos con ganas y con ambición, no solo de hacer un buen papel, sino de trabajar y darlo todo para ser competitivos y quedar lo más arriba posible. Somos optimistas, pero la competición nos irá poniendo en nuestro lugar. Puede que a priori no seamos favoritos, pero en un Europeo cuando el balón echa a rodar cualquiera puede dar la sorpresa”, ha comentado el seleccionador.
“Vengo a un mundo diferente y nuevo, intentaré aprovechar mi experiencia y formación, hay muchas cosas de mi trabajo que son transferibles. Me estoy empapando del conocimiento de Antonio Ruiz, que tiene mucha experiencia en este deporte, así que vamos con ilusión”, ha añadido. Julián Martín no ha querido entrar en detalles sobre los jugadores que se han quedado fuera de la convocatoria: “Solo pienso en la plantilla que tengo, una selección nueva, joven y con hambre. Estamos aprovechando cada concentración para ir lo más rodado posible y generar una identidad como equipo. Vienen los que tienen que venir. Quizás en el futuro puedan volver esos futbolistas que hoy no están”.
Iván López asumirá galones en el equipo y se muestra ilusionado con la llegada del nuevo seleccionador, pero echa en falta la presencia de algunos de sus compañeros. “Me parece una persona muy cualificada y bastante capaz, con mucho interés y que puede aportar mucho a este deporte. Siendo realistas, ganar el campeonato es muy complicado, así que el objetivo será clasificarnos para el Mundial, ya que de no hacerlo sería muy probable que no volviéramos a jugar un torneo oficial hasta 2025”, ha apuntado.
“Tengo sentimientos encontrados, por una parte, siempre me ha gustado asumir mayor responsabilidad, poder ayudar y enseñar a los nuevos al igual que hicieron en su día conmigo. Pero a la vez también estoy triste por los jugadores que no van a poder venir cómo es el caso de Sergio Alamar, que tiene nivel más que de sobra para estar aquí ya que considero que es uno de los mejores de Europa, uno de los futbolistas con más proyección del mundo. Los dos empezamos en esta andadura juntos en los Juegos de Río de Janeiro 2016 y será la primera vez que nos separen”, ha indicado el valenciano. El fútbol español para ciegos atraviesa su momento más delicado, se juega su presente y futuro en Pescara.