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Los disfraces, los papelillos y las mejillas coloradas de un vivo rojo son el Carnaval. En la segunda jornada de preliminares del certamen de coplas de Málaga, que se celebró este sábado, hubo otra cosa que, sin duda alguna, brilló, una luz que avivó la llama que encendieron las letras. Y esa fue la música. Los carnavaleros, antes de que se suba el telón, siempre nos preguntamos: ¿Qué tipo llevarán?, ¿Reivindicarán este tema o el otro en sus pasodobles?, cuando, sin esfuerzo extra ninguno, también podríamos entonar nuestra curiosidad por las melodías, la percusión y las guitarras. Con todos estos elementos, las agrupaciones del certamen que ayer se subieron a las tablas lograron equilibrar la balanza entre el humor y la crítica social, no por compartir espacio con las risas, menos profunda y solemne.
A las ocho de la tarde arrancó la murga infantil de Paqui Prieto, la pregonera de este año, llamada ‘Enredados’, aunque ellos mismos se definieron como los “niños de la escuela” con un tipo “to´ pera”. Aunque llevaron por bandera que “no son una murga buena, tampoco mala”, con sus pitos en forma de móvil con funda de brilli brilli y sus aros de luces para grabar vídeos de TikTok, a estos miembros del Carnaval no les faltaron los aplausos ni tampoco los “Qué bonito eres Álvaro” y “Ari, te como to´ tu cara”. Y se merecían cada uno de ellos, aunque revelasen que en el banco “yo tengo poquito, si quieres pa´ un helaito”.
Los noveles de la cantera, a pesar de no participar en el certamen, dejaron el listón muy alto, así como sus padres que entonaron con emoción en sus ojos una pequeña coplilla para la directora de la murga, la mujer encargada de inspirar a sus hijos haciendo carnaval. Inspiración también fue o, al menos debería, el popurrí de la comparsa ‘La llamada’ de La Línea de la Concepción que invitó a cambiar “un mundo implacable, vanidoso, clasista, machista, racista y cobarde”. Las palmas no cesaron en el final para estos copleros, a pesar de que el comienzo de los gaditanos, con una solemnidad a la que acompañaban sus trajes, con pies y manos de raíces de árboles, ojos amarillos y capas forradas de hojas, mantuvieron la indecisión en el anfiteatro. Ya será el César (es decir, el jurado) el que decidirá si alzar el pulgar hacia arriba o no de cara a las Semifinales.
El “perdón que te sal-pique” de las mujeres
La presencia de la provincia fue muy evidente este sábado en el que estrenaron su comparsa las integrantes de ‘El origen’. Las copleras de Campillos se coronaron en los finales de sus cuplés con ideas claras de reivindicación del papel de las mujeres en la fiesta de febrero. Vestidas con pantalones de campana plateados y rizos de colores en el pelo, no dejaron impasibles al público con lo que salía de sus gargantas, “disculpa que te sal-pique”. Olé. Y otro olé para la figurante que hizo de pintora y que mantuvo el tipo, sin apenas moverse, literalmente, durante los veinte minutos de actuación de su grupo. Desde luego la pobre mujer tiene ya el entrenamiento hecho para salir de nazareno en el Lunes Santo.
Con la murga ‘A pierna suelta’, que ya tienen experiencia en esto de las coplas (pues llegaron el año pasado a Semifinales), el teatro de la Escuela de Arte Dramático se convirtió en una clase de fitness, y los carnavaleros fueron unos profesores exigentes: “Dejarse de móvil y moverse un poquito, que aquí mucho reírse pero estáis todos para hacer serrín”. Los peculiares dueños de la ‘Ortopedia Manquita’ insistieron en recorrer todas las extremidades del cuerpo humano en sus letras, que tuvieron mucho reggaeton, rumbitas y alusión al cantante C Tangana en su popurrí. Aunque el Carnaval sea de todos, qué complicado puede ser hacerse un hueco, por eso desde aquí mis aplausos directos a Rocío, que aunque joven, ha ganado sitio para su voz en esta murga masculina.
Y de una murga malagueña a una comparsa marbellí, ‘Los testarudos’, con ‘Agüita’ a la guitarra, unos trajes currados y una pasodoble solemne que defendió que “la fiesta pertenece por derecho al malagueño” en una crítica hacia los encontronazos producidos el año pasado entre los carnavaleros y su fundación representante. Rozando ya la última hora y media de la jornada de preliminares, les llegó el turno a los miembros de ‘La cara partía’, una comparsa con un tono guerrero, rozando los límites, que tenían claro que estaban en “una batalla”. Eso sí, aunque fuesen disfrazados de mafiosos, se mereció todo lo bueno su segundo pasodoble, un grito contra la precariedad laboral de los jóvenes.
Los clásicos musicales, junto a las birras y el pescaito
Un tema prometedor y unos copleros con muchas ganas de cachondeo que lo transmitieron. Todo el público vio a ese cantante de clásicos de la canción, desde El Fary hasta Las grecas, junto al Tintero en el Palo o a Antonio Martín en La Malagueta. Ojalá la murga ‘Los que te dan la comida’ tenga papeletas para llegar al Cervantes, y que sea allí donde puedan repetir aquello de: “Y si tú quieres pagarme, dame tu aplauso y ponte de pie, y rascarse los bolsillos que yo también tengo que comer, a ver si te crees que con verte la cara me alimento”.
Ya cerca de las una de la madrugada su tono de voz nos mantuvo despiertos, se nota que son de Ciudad Jardín (y lo digo como el mayor de los piropos). También ayudaron sus altavoces estilo ‘Art Attack’. Por lo menos a mí no se me habría ocurrido nunca pegar dos coladores y la tapa de una sartén a un carrito de la compra.
‘Los Maomas sin H’ ponen el broche de oro
La comparsa de Málaga cerró la sesión y de qué forma. La historia de la censura, de las cadenas del Carnaval que por fin se rompieron cuando concluyó la dictadura. “Hoy tengo mi comparsa para mi rebelión”. Una agrupación, con repertorio de Miguel Gutiérrez, auténticamente política que tenía y tendrá mucho que decir cuando pise las tablas en las Semifinales. Una comparsa disfrazada de comparsa del año 1979 que era esperada y que acabó siendo también necesaria.
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