Las imágenes han inundado desde hace unos días las redes sociales y dejaron sorprendidos a más de uno, especialmente a quienes recuerdan a Miguel Varoni, corpulento y de cuerpo atlético, en los tiempos en que brillaba como galán de telenovelas como Las Juanas y Pedro, el escamoso.
El actor colombo-argentino, que en la actualidad se desempeña como vicepresidente creativo de Estudios Telemundo y director y productor de este canal, salió al paso de toda suerte de especulaciones sobre su estado de salud, algunas de las cuales apuntaban a que padecía una grave enfermedad.
Pero detrás de la extrema delgadez que luce ahora, y que se acentúa aún más por su estatura de 1,90 metros, está un cambio profundo en su alimentación y una dieta vegana que comenzó hace algunos meses, siguiendo los pasos de su esposa, la también actriz Katherine Siachoque, que la incorporó a su vida desde hace varios años.
Movido por un deseo de transformar su apariencia personal, “porque los años no llegan solos”, y adoptar una imagen más saludable, Varoni no ha ahorrado esfuerzos. Hace menos de un año se sometió a una cirugía de rejuvenecimiento, que quedó en manos del cirujano plástico Alan González, quien aseguró que este procedimiento se justificaba en la medida en que “su proceso de envejecimiento se aceleró muchísimo. Y, al perder volumen facial, la estructura que le da cierto soporte a la cara no solo son los huesos y el músculo. También es la grasa que está debajo de la piel”.
Algo que también, según el artista, explicaría el drástico cambio de su apariencia. Entre los retoques que buscó Varoni en el quirófano, según reveló, están la proyección de pómulos, el reborde mandibular, así como la flacidez del cuello, el pecho y el abdomen.
Hoy, sin importarle los comentarios de la gente, que le llegan por docenas sobre todo en Instagram, Varoni dijo sentirse bien con su aspecto físico, con más energía y un mejor metabolismo. “Siento que estoy en uno de los mejores momentos de mi salud y de mi vida profesional”, afirmó.
La pandemia sorprendió al actor con la infección de la covid-19, en momentos “en que los contagios eran altos y la vacunación en el mundo apenas comenzaba”.
Ese sería el comienzo de su pérdida acelerada de peso, aseguró.
Riesgos y beneficios
Más allá de consideraciones estéticas, emprender una dieta vegana tiene beneficios, pero también riesgos. Esta dieta excluye completamente los alimentos de origen animal, hasta la miel. En cambio, los vegetarianos, aunque también suprimen productos de origen animal, sí se permiten la ingesta de queso y huevos, pero en cantidades moderadas.
Lo primero que se debe considerar, a juicio de Leonardo Herrera, médico nutricionista, es que cualquier dieta, sea vegetariana o no, debe “proporcionar la energía suficiente para desempeñar las actividades cotidianas y debe contener todos los nutrientes que el organismo necesita, en las cantidades adecuadas”.
Y aseguró que una dieta vegetariana bien planificada puede responder perfectamente a estas necesidades del cuerpo humano.
Entre los beneficios de este tipo de dieta, que enumeró Herrera, están la reducción considerable de grasas saturadas. “A diferencia de las personas que consumen carnes, los vegetarianos generalmente comen menos grasas saturadas, y a cambio ingieren más vitaminas y minerales, como vitamina C, vitamina E, ácido fólico, potasio y magnesio, además de fibra”.
Además, con este tipo de dieta las personas veganas y vegetarianas tienen un riesgo bajo de enfermedades crónicas y de mortalidad.
Herrera destacó múltiples estudios que sugieren que consumir cantidades elevadas de frutas y verduras “reduce el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Estadísticamente, se ha evidenciado que los vegetarianos presentan una menor incidencia de enfermedades como cáncer y diabetes tipo 2”.Pero la dieta vegana o vegetariana también tiene sus riesgos.
Para la nutricionista Patricia Muñoz, quienes siguen una dieta vegetariana y, especialmente, una dieta vegana pueden ver reducidos sus niveles de vitamina D, vitamina B12 y también grasas poliinsaturadas de cadena larga de la serie omega 3 (ácidos grasos EPA y DHA), entre otros nutrientes importantes para el cumplimiento de distintas funciones del organismo.
Además, explicó la médica, la dieta vegana pone en riesgo a la persona de sufrir fracturas, por lo que tiene importantes repercusiones sobre la salud ósea. “Y es más complicado si quien asume este tipo de alimentación es una persona joven, pues como especialistas hemos notado con preocupación que son dietas que se están iniciando en edades cada vez más tempranas”.
Lo importante, apuntó Muñoz, es que la dieta vegetariana sea equilibrada y variada, incluyendo una gran diversidad de alimentos que aseguren un aporte adecuado de todos los nutrientes. También se debe considerar que no es una dieta que se pueda empezar sin acompañamiento médico. “En mi consultorio he visto muchos casos de personas que inician esta dieta porque la sugirió un influenciador o por un video que vieron en YouTube. Y eso es un error grave porque no todos los organismos responden igual, y antes de iniciar cualquier cambio drástico en la alimentación deben hacerse exámenes médicos que corroboren el real estado de salud de cada persona”, dijo Muñoz.
Lo propio aconsejó Varoni, quien sostuvo que este cambio de vida no debe obedecer solo a un asunto de vanidad: “El veganismo es, en realidad, un camino para aprender a ser conscientes de lo que comemos, de la importancia de cuidar nuestro cuerpo”.