El informe anual Fooduristic’23, desarrollado por el equipo y colaboradores de KM ZERO Food Innovation Hub, ha presentado su nueva edición bajo el título “Alimentando soluciones para un mundo complejo”, en el que recoge las principales cifras que el sector alimentario dejó el pasado año y apunta las tendencias que marcarán su desarrollo en 2023.
En esta ocasión, el informe ha puesto el foco en temas llamados a tener un impacto inminente en los productores, la industria, la gran distribución y los propios consumidores, como la llegada de los productos híbridos, que combinan proteínas vegetales y animales, la apuesta por los biomateriales para crear envases sostenibles o el impulso de nuevos marcos legales para frenar el desperdicio alimentario.
Esta quinta edición de Fooduristic ha sido analizada en un encuentro virtual que ha contado con las voces de distintos protagonistas de la industria alimentaria y el ámbito foodtech, incluyendo la participación de Charo Saavedra, Sustainable Development Manager en Danone Iberia; Santi Mier, CEO de Ocean52; Mariela Glandt, cofundadora y CEO de Ownahealth y cofundadora de Eatsane; Natalia Marcó, responsable de Desarrollo Comercial de AECOC Retail Knowledge, o Ana Mendoza, jefa de Área de Análisis de Consumo de la Secretaría General de Promoción de los Alimentos de España del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Según explicó Beatriz Jacoste, directora de KM ZERO Food Innovation Hub, las tendencias recogidas por este informe revelan que “la industria alimentaria está apostando por soluciones de triple impacto, con sentido económico, ambiental y social. Se trata de un reenfoque hacia proyectos más necesarios, impulsados tanto por la nueva normativa en materia de desperdicio alimentario como por la mayor concienciación del consumidor”.
Para Jacoste, este cambio de prioridades supondrá “un mayor interés en la innovación abierta, fomentando que las grandes compañías de alimentación colaboren con startups especializadas en foodtech, ya que ahora sus soluciones no solo se perciben como innovadoras, sino como cada vez más rentables para abordar los nuevos retos que plantea el sector y la propia sociedad”.
Fooduristic’23 resume sus principales claves en el decálogo “Tendencias foodtech que marcarán el 2023”:
1. La sostenibilidad se hace económicamente rentable. Los nuevos marcos normativos, como la reciente Ley de Envases y Residuos, se unen a la mayor concienciación de los consumidores sobre el impacto medioambiental para empujar a las empresas hacia una sostenibilidad real, que pasa de las políticas de RSC a tener un impacto positivo en la cuenta de resultados.
2.Los biomateriales llegan para quedarse. La nueva legislación sobre envases abre el camino para normalizar el uso de biomateriales en el packaging alimentario. La eliminación de envases de un solo uso es irreversible, por lo que el desarrollo de alternativas biodegradables y orgánicas se convierte en una oportunidad de inversión. Startups como la española Futuralga ya están desarrollando envases 100% compostables y ecológicos con material procedente de las algas.
3.El desperdicio alimentario, en el foco. Con anterioridad al impacto de la Covid-19, en España se desperdiciaban más de 7,7 millones de toneladas de alimentos al año, unos 176 kg de media por persona. La digitalización de la cadena alimentaria será clave para evitar esta disfunción. La startup NARIA, nacida en Castellón, ha desarrollado su propia tecnología blockchain para digitalizar el tercer sector y facilitar la donación segura de alimentos, evitando su desperdicio a la vez que genera un impacto social positivo.
4.El futuro del retail pasa por atender al omnicliente. La situación generada por el Covid-19 terminó por consolidar un modelo de cliente que usaba a conveniencia la compra online, las tiendas físicas y los servicios de delivery. El próximo paso para la industria de la distribución alimentaria será el metaverso, un mercado cuyo valor estimado para 2024 es de 700.000 millones de euros y donde el 70% de las grandes marcas de retail tendrán presencia, según la consultora en software y tecnología Baufest.
5.El nuevo consumidor mirará las etiquetas más que nunca. Las etiquetas, como la comida, entrarán por los ojos. Los consumidores buscarán que sean limpias y les ofrezcan información precisa no solo de la composición del producto, sino de su origen, huella medioambiental e incluso impacto positivo en la sociedad. La toma de decisiones para llenar la cesta de la compra contemplará así nuevas variantes junto a la calidad y el precio.
6.Las proteínas vegetales se incorporarán a nuestra dieta. El mercado de las proteínas vegetales en España ha crecido un 48% desde 2020, alcanzando un valor de 448 millones de euros. Su desarrollo se ha sofisticado hasta conseguir propiedades organolépticas similares a las de productos tradicionalmente elaborados con carne o pescado, reduciendo además su coste de producción. Los alimentos plant-based serán cada vez más habituales gracias a proyectos como el de MIMIC Seafood, creadores del “Tunato”, atún crudo 100% elaborado a base de plantas donde el tomate es el ingrediente principal.
7 .Llegan los productos híbridos. La próxima generación de proteínas servirá de puente hacia una dieta donde los vegetales tengan mayor protagonismo. Estas proteínas vegetales innovadoras se combinarán con las de origen animal para mantener el sabor y la textura tradicionales, dando lugar a productos híbridos sabrosos, saludables y más sostenibles. El reciente estudio de neurociencia realizado por KM ZERO Food Innovation Hub y Thimus destaca que los productos mixtos tienen aceptación entre los consumidores por ser más familiares a un nivel emocional.
8. La fermentación en laboratorio aumentará el cultivo de proteínas. Las proteínas de alto valor biológico, creadas mediante la técnica milenaria de la fermentación, tendrán cada vez más presencia en los alimentos gracias a su desarrollo en laboratorios que controlan todos los factores de este proceso natural con biorreactores. La startup Sophie’s Bionutrients ya está consiguiendo proteínas de alta calidad mediante el procesamiento de microalgas en tanques de fermentación, mientras que otras empresas como la española MOA Foodtech generan estas proteínas utilizando subproductos de la industria alimentaria, reduciendo el desperdicio.
9. La nutrición de precisión aumentará nuestra calidad de vida. El estudio de grupos de población para obtener datos sobre sus hábitos de alimentación permitirá desarrollar prescripciones de dietas adecuadas y accesibles, lo que facilitará la prevención de enfermedades y el mantenimiento de una buena salud a lo largo de todas las fases de la vida. De esta forma, la nutrición de precisión será una herramienta muy útil para un mundo que sigue envejeciendo.
10. El diseño entra de lleno en nuestra relación con los alimentos. ¿Cuál es la forma óptima de la pasta para que se adhiera bien la salsa? ¿Cuál es el mejor soporte para comer de pie? ¿Qué olor a comida nos hace sentir como en casa? El food design es una rama del diseño que está cobrando cada vez más relevancia en el ámbito de la alimentación, gracias a la que están surgiendo soluciones innovadoras para problemas del día a día en la cadena del sistema alimentario.