fundación harena
Casi 2.000 personas se van a beneficiar de este proyecto malagueño que realizará la excavación de dos pozos y la instalación de bombillas solares para dos poblados que no tienen electricidad
Toda la mañana caminando para llegar al pozo más cercano que está a muchos kilómetros o tener que parar la vida cuando cae el sol en la tarde porque no tienen nada de luz. Esa era parte de la rutina de muchas familias de Muketuri (Etiopía), algo que está cambiando gracias a la Fundación Harena. Desde sus inicios en Málaga hace 15 años, esta asociación ya se centró en proyectos de esta zona africana para ayudar a todas esas familias que no tienen los recursos para realizar las necesidades básicas de cada persona. Desde 2008 que comenzaron con la iniciativa del Centro Materno Infantil para dar comidas diarias y atención médica a los niños, niñas y madres hasta ahora, que acaban de cerrar el proyecto que realizará en las zonas de Burko Abune Chilcho y Goreketama Kataba (Muketuri) con la excavación de dos pozos, la instalación de bombas de agua y la entrega de los packs de luces solares para las familias que habitan allí.
«Ahora les va a parecer increíble que abran un grifo y tengan el agua allí, a unos 80 metros de sus viviendas. Van a poder lavarse, beber, hacer lo que debería ser habitual para ellos», comenta feliz la gerente de la Fundación Harena, Angie Moreno. Este último proyecto que van a llevar a cabo ha sido posible gracias a la aportación de Fundación ‘la Caixa’, que ha destinado 50.000 euros para que estas familias puedan tener una rutina mucho mejor. «Estamos como locos con esta ayuda porque llevábamos mucho tiempo queriendo perforar en esos dos poblados pero no teníamos medios. Cada perforación nos cuesta unos 44.000 euros aproximadamente y no es fácil conseguir esas cifras para poder hacerlo», confiesa Angie Moreno.
Y el tema de la instalación de los 120 packs de luces solares -sesenta en cada poblado- es otra de las alegrías que se dará de forma directa a las 240 familias de los dos poblados, en las que se beneficiarán 1.800 miembros de los cuales 550 son adultos (300 mujeres y 250 hombres) y 1.250 niños y niñas (689 chicas y 561 chicos). «En el municipio de Muketuri a las seis de la tarde llega la noche y las casas no tienen electricidad, por lo que se complica la realización de tareas básicas por la falta de luz», cuentan desde la Fundación Harena. Es por eso que ahora, con la entrega de estos packs de luces solares, los núcleos de vivienda de estos poblados van a poder aumentar sus horas de compartir y hacer tareas en familia.
No es la primera vez que desde la Fundación Harena han realizado estas iniciativas en los poblados de Etiopía, ya lo llevan haciendo muchos años junto al socio local Comunidad Misionera de San Pablo Apóstol y María Madre de la Iglesia (MCSPA). «En los últimos dos años hemos entregado más de 500 packs de luces solares en diferentes poblados de Muketuri», informan desde la fundación.
Ya en 2018 se realizó la instalación de una bomba con energía solar en los poblados de Jebene y Gore Ketema; en 2019 en Kaso Abbo se llevó a cabo la perforación de un pozo con la instalación de la bomba solar o en Arkiso-Hukuma, Arkiso-Usmani, Gimbichu y Mechela, donde se colocaron bombas solares para la extracción de agua en pozos ya existentes y se instaló un sistema de distribución para el riego por goteo de los huertos establecidos en estos tres poblados; en Merchela Andode, Harowato y Arkiso-Akako también se llevaron a cabo proyectos de perforación de pozos y luz solar.
Además, a raíz de su primer proyecto en esta zona de Etiopía, que fue el Centro Materno Infantil, construyeron una vaquería, almacenes para grano y comida, una sala para profesorados, un centro logístico de agricultura y nutrición, una valla perimetral en el centro, dos casetas para los guardas y un gallinero. Es por eso que necesitan de gran ayuda económica, porque son unos proyectos de altos costes. «Nosotros les llamamos nuestros ‘padrinos’, son personas que desde aquí nos aportan dinero para poder seguir desarrollando estos proyectos. Quien quiera puede unirse a apoyarnos», señala la gerente de Fundación Harena. Desde su equipo viajan a Etiopía para validar esos proyectos: «Cada año vamos sumando una nueva colaboración centrados en la alimentación y la salud de estas familias que viven como en el Neolítico», concluye Angie Moreno.