La decisión del Gobierno de bajar el IVA a los alimentos básicos terminará engrosando los beneficios de los supermercados, puesto que no aplicarán la rebaja en su totalidad. Así lo vaticinan algunos economistas, escépticos con respecto al poder del Gobierno de controlar que las cadenas de distribución alimentaria reduzcan los precios de los alimentos afectados tanto como exige el real decreto del Ejecutivo.
«La CNMC es imposible que analice nada porque no sabe los precios que tenían los supermercados previamente a la rebaja impositiva», explica el economista y profesor Titular de Economía de la Universidad Barcelona Gonzalo Bernardos, en conversación con El Independiente. «Y los supermercados no harán nada especial, más allá de mejorar sus márgenes. Esto está estudiado, documentado, analizado, explicado», insiste el experto.
Cuando aprobó la medida, el Gobierno aseguró que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) vigilaría su aplicación, esto es, la eliminación del IVA superreducido del 4% en productos alimentarios de primera necesidad y la reducción del mismo impuesto en aceites y pastas, del 10% al 5%. Además, aseguró que crearía un «sistema de seguimiento» aparte para supervisar el cumplimiento del decreto.
«Entre los factores que pesan en contra de la traslación al precio final está la rigidez de la demanda de los productos alimentarios y la dificultad técnica para supervisar los precios minoristas a esta escala», expone Daniel Fuentes, otro de los economistas que ha expresado sus dudas sobre la efectividad de la medida. El también doctor en economía por la Universidad de Paris Nanterre y profesor de la Universidad de Alcalá valora que un posible incumplimiento sí podría detectarse «con cierta facilidad» después, a través de los datos de facturación de IVA, proporcionados por la AEAT.
Asimismo, el doctor en Economía y profesor en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Juan Luis Jiménez también ve muy posible que la medida del Gobierno ni siquiera llegue a los supermercados. «Además del (claro) riesgo que la bajada no se traslade a precios y se convierta en beneficios de productores, un detalle más: los tipos superreducidos benefician en mayor cuantía a las rentas más altas», añadió en un mensaje publicado en Twitter.
Muchos consumidores no tardaron en mostrarse escépticos al conocerse la rebaja del IVA, sospechando que los supermercados continuarán subiendo precios y terminarán llevándose el beneficio. Es una idea que los expertos respaldan, aunque las asociaciones que los representan insistan en la idea de que las empresas tienen que aplicar la ley y en que el cliente está en su derecho de exigir ese cumplimiento.
«Es absolutamente lógica la desconfianza teniendo en cuenta el grandísmo incremento de precios que han llevado a cabo las grandes superficies durante el último año para aumentar márgenes», reconoce el secretario general de la asociación de consumidores Facua, Rubén Sánchez. «Si lo están haciendo o no, lo estamos evaluando, pero quien tiene que monitorizar los precios según el real decreto es la CNMC y es obviamente y matemáticamente imposible que controle todo el mercado, sería ilusorio pensarlo. La cuestión sería saber si tiene capacidad para controlar al menos las grandes cadenas comerciales, y si empezó a hacerlo la semana pasada, porque si no no puede contener los precios anteriores y actuales», añade.
Facua asegura que tiene constancia de que alguna comunidad autónoma está llevando a cabo un proceso de monitorización de precios desde finales de diciembre para trasladar los datos a la CNMC. «Pero sospechamos que es un caso aislado», lamenta, a la vez que pide una reunión entre el ministerio de Consumo y los responsables del ramo de las regiones para impulsar protocolos de inspección que vigilen que no se suban los precios. Asimismo, recuerda que los supermercados no pueden subir precios de estos productos hasta mayo, según el real decreto.
Las empresas, las beneficiadas en 200 millones de euros
Para el economista Gonzalo Bernardos, es «una regla» económica que las empresas tienden a bajar los precios por debajo de la rebaja de un impuesto, cuando esta se produce. Y eso incluirá también este caso.
«Imaginemos que el impuesto es de 4 euros. Si antes el precio de un producto era de 20 euros, la empresa no lo bajará a 16, lo dejará en 18 euros. ¿Por qué, qué piensan los supermercados? Que como los consumidores van a ver el precio más barato, lo va a comprar más gente. Entonces aprovechemos para ganar más por dos vías: por un lado, venden más por la bajada de precio, y por otra porque además de vender más por cada unidad vendida ganamos más dinero, porque la gente va a estar contenta solo porque bajes algo el precio y va a ir a comprar más», explica, tildando la idea de que alguien supervise los precios de un «brindis al sol».
Con la rebaja del IVA, Bernardos estima que el conjunto de supermercados españoles ganará 200 millones de euros más. Obtiene este cálculo partiendo de que la bajada del impuesto costará a la Administración 666 millones. Partiendo de una rebaja por parte de los supermercados de tres puntos del IVA, en lugar de reducirlo cuatro, calcula que la cuarta parte de lo que ahora obtiene el Estado será lo que se queden los supermercados, unos 166,5 millones, a lo que le suma unos 30 millones más al suponer que la población comprará más por la rebaja de los precios.
Sin embargo, Daniel Fuentes no ve tan claro que los supermercados no vayan a trasladar la rebaja al precio final. «Juegan a favor, además del incentivo que puede suponer el control ex post, es que se trata de un sector muy competitivo, donde el precio es una señal muy fuerte para el consumidor», argumenta. Por eso, anticipa que el tema será objeto de futuros informes y análisis.
Por su parte, la asociación de técnicos de Hacienda Gestha ha propuesto a la dirección de la AEAT cooperar estrechamente con la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), a la que «debería facilitar la información que ostente sobre las empresas y los distintos agentes que intervienen en la cadena alimentaria y la distribución para evitar que absorban en sus beneficios las rebajas del IVA de alimentos básicos con subidas de precios».
La rebaja del IVA de los alimentos es una medida que venía reclamando el Partido Popular y también los empresarios durante los últimos meses, quienes han aplaudido la decisión. «Bienvenida sea», ha expresado el vicepresidente de la CEOE Lorenzo Amor, al tiempo que ha indicado que es «absolutamente insuficiente», ya que deja «a mitad de camino» la carne y el pescado -no sujetos a la rebaja del impuesto-.