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Si quieres perder peso sin hacer ejercicio, una buena alternativa es el ayuno intermitente y dejar el azúcar. Esto es lo que hizo Matthew, un ingeniero eléctrico de 31 años, que nos cuenta su caso real.
Siempre he tenido sobrepeso. Yo era guapo de niño y siempre fui una persona muy activa, pero por lo general tenía sobrepeso debido a mi dieta. Alcancé mi mayor peso justo al cumplir los 31. No recuerdo el peso exacto, pero recuerdo salir del trabajo un día, pesarme y ver en la báscula alrededor de 120 kilos.
2020 fue difícil para muchas personas por razones muy diferentes. Para mi esposa y para mí también, ya que tuvimos que soportar varios abortos espontáneos consecutivos a principios de año. Comencé a concentrarme en mi dieta como una forma de encontrar algo que pudiera controlar, cuando todo lo demás estaba completamente fuera de control.
Mi esposa quería probar una dieta sin azúcar y yo estaba interesado en hacer un ayuno intermitente , así que decidimos hacer ambas cosas. La combinación de hacer estas dos cosas ha sido la dieta o el plan de salud más saludable y sostenible que he hecho en mi vida.
El ayuno intermitente es fácil. Ayunaba 18 horas al día de lunes a viernes y los fines de semana 12 horas. Por ejemplo, el domingo por la noche dejaba de comer alrededor de las 10 pm y no volvía a comer hasta las 4 pm cuando llegaba a casa el lunes. Los fines de semana dejaba de comer alrededor de las 8 o 9 pm y no comenzaba a comer hasta las 8 o 9 am del día siguiente. La gente se asusta al principio cuando piensas en no comer durante 12 a 18 horas, y es raro al principio, pero funciona bien. Comencé con 12 horas de ayuno y fui subiendo hasta las 18 horas entre semana. Cuando no estaba en ayunas, comía tantos alimentos azucarados como quería hasta que me saciaba.
Ni azúcar, ni miel ni edulcorates, ¡nada!
La parte más difícil es, sin duda, el tema del azúcar y similares. Estar sin azúcar, sin edulcorantes naturales, sin miel, sin jarabes, nada de eso. Pero gracias a mi esposa me acostumbré. Comenzó a buscar recetas y a encontrar formas de preparar alimentos sin azúcar ni edulcorantes añadidos. Comenzó a hornear hogazas de pan, por ejemplo. Ella hizo todo en la cocina. Publicamos muchas de sus recetas en nuestras redes sociales para que otros pudieran usarlas. Todavía hoy comemos frutas, verduras, patatas, arroz, carnes, quesos y legumbres. Y nada de azúcar.
Gracias a la dieta experimenté un gran cambio en mi cuerpo, pero nunca llegué a hacer ejercicio también. Nuestra familia solía hacer pequeñas caminatas en el parque después de la cena antes del atardecer, y yo hacía algunos estiramientos por la noche, pero eso fue todo. Mi motivación fue comer mejor.
Empecé a perder peso muy rápido. Mi imagen de progreso de 4 semanas, con mucha menos grasa en el abdomen, me ayudaba a continuar. En total, perdí alrededor de 27 kilos en 24 semanas. Ahora me resulta mucho más fácil moverme, correr y jugar con mi hijo. Estoy motivado para hacer más cosas y eso siempre es un aliciente.
Con información de Men’sHealth.
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