El 2022 que dejamos atrás ha servido para avanzar en algunos aspectos fundamentales de la lucha contra el cambio climático. 2023 tiene que ser un año de mayor acción climática y medio ambiental si realmente queremos cumplir los objetivos que se han acordado durante las últimos años.
Se han puesto muchas propuestas sobre la mesa, pero ahora es cuestión de materializarlas. Hay objetivos muy importantes que necesitamos cumplir en materia de emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero. También con temas de financiación y de adaptación, pero también en aquello relacionado con la protección de la biodiversidad.
La lista de acciones es larga y estas son algunas de las principales prioridades para 2023.
Mejorar las negociaciones entre todos los países implicados
En la pasada COP27 los países negociaron con éxito un acuerdo buscado durante mucho tiempo para establecer un conjunto de acuerdos de financiación. Se ha acordado un nuevo mecanismo de «pérdidas y daños» para ayudar a compensar a las economías en desarrollo que sufren los efectos devastadores del cambio climático.
En la próxima COP28 que se celebra en Dubái este 2023, muchos van a estar pendientes de la evolución del Balance Global. Es un proceso para hacer un balance de la implementación del Acuerdo de París con el objetivo de evaluar el progreso colectivo del mundo hacia el logro del propósito del acuerdo y sus objetivos a largo plazo.
El primer Balance Global comenzó en 2022 a nivel técnico y culminará en la COP 28, pero sigue existiendo una gran incertidumbre sobre lo que conseguirá. El inventario en cuestión seguramente nos dirá lo que ya sabemos, que estamos lejos de los plazos acorados.
Los países implicados también han establecido plazos importantes para establecer un nuevo objetivo global sobre adaptación para la COP 28. También está en la agenda avanzar y cumplir una serie de compromisos financieros climáticos existentes.
Estos van desde determinar cómo establecer un mecanismo de «pérdidas y daños» hasta cumplir con otros compromisos financieros existentes. De momento las economías desarrolladas no han podido cumplirlos. Prueba de ello los 100 mil millones de dólares en financiación que debían haber aportado a partir de 2020.
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como nunca
La ciencia nos ha estado mostrando desde hace años que para evitar los peores impactos del Cambio Climático y preservar un planeta habitable, el aumento de la temperatura global debe limitarse a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales.
En la actualidad, esa temperatura ya es aproximadamente 1.1°C más alta que a fines del siglo XIX, y las emisiones continúan aumentando.
Para limitar el calentamiento global a no más de 1.5°C, como se exige en el Acuerdo de París, las emisiones globales deben reducirse en un 45 por ciento para 2030 y deben llegar a ser netas cero para 2050.
Las emisiones globales deben reducirse en un 45 por ciento para 2030 y deben llegar a ser netas cero para 2050
Este 2023 se espera que una creciente coalición de países, ciudades, empresas y otras instituciones se sigan comprometiendo a llegar a esas cero emisiones netas. Eso pasa entre otras necesidades, por acelerar la transición de combustibles fósiles a otras fuentes de energía limpia.
Más de 70 países, incluidos los mayores contaminadores como China, Estados Unidos y la Unión Europea, han establecido un objetivo de cero emisiones netas. Un valor que cubre aproximadamente el 76 por ciento de las emisiones globales.
También hay más de 3.000 empresas e instituciones financieras están trabajando con la Iniciativa de objetivos basados en la ciencia para reducir sus emisiones de acuerdo con los acuerdos establecidos.
Por otra parte este 2023 más de 1000 ciudades, más de 1000 instituciones educativas y más de 400 instituciones financieras se han unido a la ¨Carrera a Cero¨. Con ello se comprometen a tomar medidas inmediatas y rigurosas para reducir a la mitad las emisiones globales para 2030.
Adaptación de los sistemas de alimentación
Los sistemas alimentarios generan hasta un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero. En la COP27 celebrada en Egipto en 2022 se ha puesto de manifiesto la nueva posición de los alimentos y la agricultura como principal preocupación climática.
La agricultura ha entrado en la lista de los temas más relevantes por primera vez. También es llamativo el número de pabellones de la COP27 con programación dedicada a cuestiones relacionadas con la alimentación y la agricultura, ya que aumentó de cero a cinco.
Este 2023 es fundamental que los países que se han comprometido a actuar consolidarán y ampliarán su inversión en innovación agrícola para abordar la resiliencia y la mitigación climáticas.
Hay actividades en marcha por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación de desarrollar un plan para la COP 28. La idea es reducir las emisiones procedentes de los sistemas alimentarios y agrícolas en tiempo récord.
Potenciar el cuidado de nuestro océanos
2022 ha sido el año de los océanos en muchos sentidos. Se han celebrado numerosas cumbres y conferencias para abordar un tema fundamental, el papel que desempeña el océano en el apoyo al bienestar humano en general.
El abanico de temas a tratar ha sido amplio, desde la seguridad alimentaria hasta la adaptación y mitigación del clima. Por eso este año es esencial que sigan aumentando los esfuerzos para combatir la pesca ilegal, proteger y restaurar los ecosistemas marinos y costeros, y promover la acción climática basada en los océanos.
Eso implica entre otras acciones la de apostar por la descarbonización del transporte marítimo y el aumento de la energía renovable en alta mar.
Los océanos también deberían tener un papel destacado en la COP 28, destacando el papel de los ecosistemas oceánicos y costeros tanto en la mitigación como en el apoyo a la adaptación al Cambio Climático.
Impulsar la financiación climática
En la reciente COP27 se ha dado un gran paso para acelerar la financiación climática. Estos recursos económicos ayudarán a países poco desarrollados a hacer frente a las sequías, inundaciones, tormentas y otras catástrofes relacionadas con el Cambio Climático.
Además de las pérdidas y los daños, este 2023 tiene que servir para abordar otras cuestiones importantes sobre la financiación climática. Es fundamental que las economías desarrolladas puedan movilizar los 100.000 millones de dólares de financiamiento climático público y privado acordado para ayudar a las economías en desarrollo.
Este año también urge que las economías desarrolladas diseñen paquetes de financiación climática con las principales economías emergentes para acelerar su transición de los combustibles fósiles a energías renovables.
Mayor adaptación y resiliencia
Millones de personas ya están expuestas a una aguda inseguridad alimentaria y de agua provocada por el Cambio Climático. El progreso en la adaptación a los impactos del Cambio Climático es desigual y las pérdidas diarias atribuidas a los impactos de un clima más extremo ya supera los 200 millones de euros.
Los impactos de un clima más extremo ya supera los 200 millones de euros al día a nivel global
Hasta ahora la financiación para la resiliencia ha sido escasa, aproximadamente un diez por ciento de lo que se necesita. Además no llega a quienes se encuentran en la primera línea del Cambio Climático, como los pequeños agricultores.
En 2023, los negociadores deben poner en marcha un plan global sobre adaptación. Necesita ser desarrollado y acordado por la COP 28 para que despegue lo antes posible. Proporcionará una mayor rendición de cuentas para la acción de adaptación y entregará la financiación necesario para alcanzar los objetivos globales.
Este año que arranca, el Panel Intergubernamental Para el Cambio Climático (IPCC) concluirá su sexto ciclo de evaluación con un Informe de síntesis, cuya publicación se espera para marzo.
Esto entrelazará y resumirá los hallazgos de los tres informes de los grupos de trabajo y los tres informes especiales de este ciclo. Además servirá como el aporte principal del IPCC al Inventario Global.
También se espera que el IPCC incluya entre los temas previstos en el próximo ciclo, un detallado informe especial sobre ciudades y áreas urbanas. Es otro tema cuya prioridad será cada vez más habitual en la acción climática de los próximos años.