¿Cómo debe ser la alimentación en los diabéticos?

Las corrientes más actuales en cuanto a nutrición en diabéticos apuestan por la reducción del aporte de carbohidratos y por la implementación de protocolos de ayuno intermitente.

Es clave cuidar la alimentación en los diabéticos para conseguir un manejo de la enfermedad eficiente y reducir, en la medida de lo posible, su progresión. En el caso de no ser cuidadosos en este aspecto es posible experimentar una complicación de la misma con la aparición de otras patologías complejas asociadas.

Cabe destacar que, a pesar de ser un tema muy estudiado, en los últimos años se ha cambiado bastante el concepto de nutrición adecuada para los diabéticos. Los recientes descubrimientos le han dado un giro completo a las pautas que se ofrecían hasta el momento, consiguiendo así mejores resultados.

Dieta baja en carbohidratos para mejorar la alimentación en los diabéticos

De acuerdo con una investigación publicada en Expert Review of Endocrinology & Metabolism, el hecho de implementar una dieta con bajo contenido en carbohidratos facilita el manejo de la diabetes. En muchos casos es posible hasta reducir notablemente la necesidad de utilizar medicación. Cabe destacar que este estudio se ha realizado en sujetos con diabetes de tipo 2, aunque hay otros que extienden las conclusiones a la de tipo 1 también.

La explicación fisiológica tiene que ver con el poder de las dietas bajas en carbohidratos sobre la estimulación de la sensibilidad a la insulina. Esta es una de las causas principales de la diabetes de tipo 2. Por otra parte, el hecho de reducir el aporte de hidratos evita picos de glucemia, ya que estos se pueden generar de forma endógena de forma eficiente según el organismo los necesite.

Ayunos intermitentes para mejorar la alimentación en los diabéticos

Otra de las estrategias que ha demostrado ser eficaz para mejorar la alimentación en los diabéticos ha sido el ayuno intermitente. Este consigue inducir una reducción en el peso corporal a partir de la restricción calórica, a la que hay que sumarle la acción de las adaptaciones metabólicas. Cabe destacar que el sobrepeso es una de las causas de la diabetes, además puede complicar la patología.

Conseguir recuperar unos valores normales de composición corporal resulta altamente efectivo de cara a evitar el descontrol de las glucemias. Además los propios ayunos consiguen también incrementar la sensibilidad a la insulina por parte de las células del organismo, mejorando así el metabolismo de la glucosa.

Sucede lo mismo que en el caso anterior, hay más bibliografía sobre la implementación de estos protocolos en las situaciones de diabetes de tipo 2. Es posible también aplicarla en pacientes que presentan el tipo 1, aunque su puesta en marcha ha de ser paulatina y muy supervisada. Un error en este aspecto podría favorecer la aparición de una hipoglucemia.

La importancia de evitar los azúcares simples y las grasas trans

Además de las estrategias comentadas, es importante evitar, en el contexto de la alimentación para las personas diabéticas, el consumo de azúcares simples y de grasas trans. Estos elementos impactan de manera significativa sobre las glucemias sanguíneas. También consiguen incrementar la inflamación del organismo, lo que dispara la ineficiencia del páncreas.

Del mismo modo, resulta crucial restringir el alcohol y las sustancias tóxicas. Con respecto a los aditivos, hay discordancia. Algunos expertos afirman que la ingesta de edulcorantes artificiales podría impactar negativamente sobre el manejo de la diabetes. Por ello se recomienda cautela frente a estos productos.

Mejorar la alimentación es crucial en diabéticos

Como has podido comprobar, la alimentación incide de manera determinante en el manejo de la diabetes. La dieta en esta clase de pacientes puede determinar la progresión de la misma. Es importante intentar recuperar un buen estado de composición corporal para evitar complicaciones mayores.

No debemos olvidar que la diabetes se considera un factor de riesgo para el desarrollo de otras patologías complejas como ciertas variantes de cáncer o problemas cardiovasculares. La de tipo 1 viene condicionada por un fallo genético. Sin embargo, la de tipo 2 está asociada a los hábitos de vida. Es fundamental la prevención, pero también un manejo dietético adecuado una vez que ha sido diagnosticada.

Además existen fármacos que pueden evitar complicaciones, aunque no realizarán su función adecuadamente si no se controlan otros hábitos de vida. Evitar los azúcares simples, las grasas trans y el alcohol se considera esencial. También la práctica de actividad física de forma habitual, junto con la promoción de un buen descanso nocturno.

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