Una mujer ha experimentado una fatiga extrema durante años sin saber que se debía a una deficiencia de vitamina B12, fruto de su dieta vegetariana.
Los niveles extremadamente bajos de esta vitamina pueden pasar desapercibidos durante años y causar problemas a largo plazo, desde cansancio hasta extremidades entumecidas.
Carly Minsky, de 33 años, residente en Reino Unido, afirma que había dejado de comer carne y verdura a los 20 años para llevar una vida más sana, en una entrevista con el diario The Daily Mail. Al principio se sintió muy bien pero, al cabo de un año, empezó a experimentar una “fatiga extrema” y, tras 6 años de dieta vegana, relata que “apenas podía caminar”.
Los veganos y aquellos que no han ingerido lácteos, huevos o carne durante más de 5 años, como Minsky, corren el riesgo de sufrir una deficiencia de vitamina B12, según la Asociación Dietética Británica.
La vitamina B12 es esencial para los nervios y para los glóbulos rojos, que transportan oxígeno por todo el cuerpo. La falta de ella responde una mala alimentación o a la celiaquía.
Síntomas de la falta de vitamina B12: desde palpitaciones a pérdida del equilibrio
Cuando Minsky empezó a sentirse mal, lo atribuyó a un problema de tiroides. Sin embargo una analítica encargada por su médico de cabecera reveló que sus niveles de vitamina B12 se encontraban “en el extremo peligrosamente bajo de la escala”.
Aunque ella seguía consumiendo en baja cantidad huevos y leche, su cuerpo no recibía toda la vitamina B12 necesaria. Por ello, ha necesitado inyecciones inmediatas y, según le ha indicado su médico, tendrá que tomar vitamina B12 sintética de por vida.
“Ha sido un gran shock. No tenía idea de que me sentiría tan mal”, afirma en la entrevista.
El doctor Brad Kamitaki, profesor asistente de Neurología en la Facultad de Medicina Robert Wood Johnson de Rutgers (EEUU), afirma a Business Insider que la deficiencia de vitamina B12 “puede no ser diagnosticada nunca, ya que los síntomas no siempre son claros“.
Según señala el Instituto de Medicina Johns Hopkins en una publicación, los síntomas pueden variar e incluyen hormigueo en brazos o piernas, dificultad para caminar, fatiga, náuseas, frecuencia cardíaca acelerada e irritabilidad.
Una taza de leche de vaca con un 2% de grasa contiene la mitad de toda la vitamina B12 que se necesita para un día.
Por su parte, la dietista y fundadora del programa de nutrición Dietitian UK, cuenta a Business Insider en un artículo que la mayoría de las personas no precisan un seguimiento de su ingesta diaria de vitamina B12, especialmente si comen productos de origen animal.
Por su su parte, un estudio del catedrático de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo, publicado en 2018, afirma que la leche de vaca es un alimento básico, que “supone una ventana de oportunidad para la mejora nutricional de la población. Sin embargo, su consumo ha disminuido en los últimos años y ha sido sustituida de manera significativa por bebidas vegetales, con características nutricionales y de biodisponibilidad no asimilables”.
Siguiendo esta línea, la Seguridad Social británica (NHS, por sus siglas en inglés) recomienda la ingesta de una taza de leche de vaca al día, ya que contiene la mitad de toda la vitamina B12 que se necesita para la jornada.
De igual forma, el servicio de salud recomienda el consumo regular de salmón. Para un adulto, el consumo habitual es de 2,4 microgramos de vitamina B12 al día, mientras que para las mujeres embarazadas o que den el pecho, se precisan 2,6 microgramos y 2,8 microgramos, respectivamente.
Aquellos que no comen productos de origen animal podrían obtener vitamina B12 de leche vegetal fortificada o de cereales para el desayuno. No obstante, las personas veganas a largo plazo deberían tomar suplementos de vitamina B12 de alrededor de 10 microgramos por día.
En el caso de Minsky, las inyecciones de vitamina B12 hicieron un efecto inmediato: “Fue como si mi energía hubiera vuelto”. Aún así, tendrá que continuar tomando comprimidos de la vitamina de forma crónica.