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La investigación, en la que participó una académica de la UCSC, sometió a personas con sobrepeso y obesidad a diferentes tipos de ejercicio para analizar cambios en la composición corporal, con resultados a largo plazo.
Un estudio que hizo un seguimiento de tres años a adultos con sobrepeso y obesidad que se sometieron a diferentes tipos de ejercicio o actividad física combinados con dieta, para comparar los efectos, fue en el que participó la Dra. Eliane Aparecida de Castro, académica investigadora del Departamento de Ciencias del Deporte y Acondicionamiento Físico, de la Facultad de Educación UCSC.
El artículo científico “Body Composition Changes after a Weight Loss Intervention: A 3-Year Follow-Up Study”, analizó la composición corporal de los sujetos estudiados, cuya medición se efectuó con la absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA), técnica más utilizada en la actualidad para el estudio de la composición corporal, con la que es posible detectar con buena precisión la cantidad de masa grasa, muscular y ósea de una persona.
El estudio demostró la efectividad en la baja de masa adiposa en sujetos que se sometieron a una combinación de entrenamiento de fuerza más entrenamiento cardiovascular.
“Tres años después de finalizar la intervención, el porcentaje de masa grasa de los participantes volvió a valores similares a los observados al inicio del programa en una situación de vida libre, excepto para el grupo de entrenamiento combinado, es decir, para el grupo donde los sujetos hicieron entrenamiento de fuerza más cardiovascular. Además, el mantenimiento de la masa muscular al final de la intervención también se producía con este tipo de entrenamiento -hasta ahora planteado únicamente para el entrenamiento de fuerza específico-”, explicó la investigadora de la UCSC.
La idea de abordar este tema surgió a partir de la necesidad de investigar si determinados ejercicios tienen efectividad en la mantención del peso. Sobre esto, la Dra. Eliane Aparecida de Castro sostuvo que “la literatura demuestra la efectividad de diferentes programas de ejercicio, actividad física y dieta, para la pérdida peso. Sin embargo, la mayoría de los individuos, pasado algunos meses o años, recuperan el peso perdido y, en muchos casos, llegan a pesar más que lo que pesaban antes de los procedimientos adoptados para adelgazar. De esta manera, es importante investigar si ejercicios concretos pueden colaborar en el mantenimiento del peso, tras un programa de pérdida de peso”.
Estudio
El estudio se enmarca en el proyecto PROgramas de Nutrición y Actividad Física para el tratamiento de la obesidad (PRONAF), con tres fases que se desarrollaron entre 2009 y diciembre de 2011. Se trata de un ensayo clínico orientado a demostrar qué tratamiento de actividad física y nutrición era más adecuado para casos de sobrepeso y la obesidad -teniendo como escenario un centro de fitness-, y liberar parte de la presión que las instituciones sanitarias tienen con esta patología.
La Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) de la Universidad Politécnica de Madrid con el grupo de investigación Laboratorio de Fisiología del Esfuerzo como coordinador, el Hospital Universitario de la Paz, concretamente su servicio de investigación IDIPAZ, y el instituto de Investigación Marqués de Valdecilla (IFIMAV) en colaboración con la Universidad de Cantabria, han sido parte de este proyecto, que ha analizado más de 2500 variables por participante. Tras seis meses de intervención, 180 sujetos con sobrepeso y obesidad finalizaron el proyecto, de los cuales 98 (41%) acudieron a las pruebas 3 años más tarde (2012-2013).
“El número de personas que vuelven para el seguimiento de una investigación es bajo. En línea con la literatura, el porcentaje de individuos que reganan el peso tras la participación en intervenciones para la pérdida de peso es muy elevado (78% lograron bajar más de 5% de su peso inicial tras la intervención y solamente 33% fueron capaces de mantener la pérdida 3 años más tarde)”, detalló la Dra. Eliane Aparecida de Castro.
Aporte
Los estudios existentes que comparan diferentes tipos de intervenciones basadas en ejercicios no han mostrado un efecto consistente del entrenamiento en el mantenimiento de una composición corporal más adecuada a la salud a largo plazo.
“De este modo, los resultados observados en la presente investigación colaboran en la ampliación del entendimiento en este campo. El grupo combinado de fuerza y resistencia fue el grupo que logró los mejores cambios en la composición corporal tanto después de la intervención como a los 3 años”, señaló la investigadora.
Se espera que las conclusiones del estudio puedan tener gran relevancia clínica, ya que a partir de ellas se justifica que el ejercicio físico debe ser siempre incluido en los programas de pérdida de peso y, especialmente, el ejercicio combinado.
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