La saga de Sam Bankman-Fried está tomando giros emocionantes con el pasar de los días. Desde las investigaciones que están realizando los organismos de justicia de Estados Unidos, hasta qué pasará con su futuro y si será extraditado para ser juzgado en suelo americano.
Esto último ha sido el tema caliente de las últimas semanas tras su captura en Bahamas, país en el que SBF estaba durante la caída de FTX y Alameda Research.
Y es que el ex CEO de FTX había decidido pelear la posibilidad de ser extraditado a Estados Unidos para así ser juzgado en Bahamas, pero tras habérsele negado la fianza y, según reportes de Bloomberg, haber considerado que en suelo estadounidense era más probable que pudiese salir bajo fianza, SBF decidió aceptar ser trasladado a su país natal.
Así lo aseguró su abogado ante la corte, argumentando que Bankman quiere ir a Estados Unidos para responder por sus clientes y por las acusaciones que se le han hecho y que él siempre ha negado.
“Nosotros, como abogados, prepararemos los documentos necesarios para iniciar la corte. El señor Bankman-Fried desea atender a los clientes, y eso es lo que ha motivado su decisión.
Pero en un giro de los acontecimientos, este lunes 19 de diciembre, fecha en que todos pensaban que Bankman-Fried iba a ser enviado a Estados Unidos, el juez de Bahamas, Shaka Servile, decidió volver a mandar a la cárcel a SBF a la espera de una nueva audiencia para decidir sobre su futuro.
Según Bloomberg, la próxima audiencia se agendó para el 8 de febrero, pero es muy probable que se pida que se reprograme para una fecha más próxima, todo esto con el fin de cerrar el capítulo de la extradición.
Así están las cosas en uno de los casos más complejos del mundo cripto.
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