A los 72 días de cultivo se cortó la planta, se cuantificó el heno y se determinaron algunos parámetros como la capacidad fotosintética, contenido de nitrógeno, fósforo y potasio a lo largo del ciclo, para establecer la cantidad de nutrientes en la especie vegetal.
En 2022 “tuvimos una sequía que nos hizo perder casi una hectárea del plantío, ante ello requeríamos desarrollar un sistema de cultivo más eficiente en el uso del agua, ya que la planta no es muy resistente al estiaje, lo que nos llevó a modificar el sistema de cultivo y nos está dando buenos resultados”, con una concentración de 20 por ciento de proteína cruda para consumo animal, a diferencia del grano de chía que lleva un proceso de casi seis meses.
Al respecto, detalló que se modificó la forma del surco. “Hicimos un experimento con tres niveles de micropiletas, esto es, minirepresas que se hacen en el mismo surco, lo que no sabíamos es a qué distancia establecer una de otra. Lo que nos ha permitido, con una precipitación exageradamente baja, producir forraje de chía de alta calidad en 77 días”.
De acuerdo con Elsa Gutiérrez Cortez, con lluvia escasa obtuvieron buen forraje. “No nos estamos atreviendo a hacer esto sin conocimiento de causa, ya lo han hecho en Italia con excelentes resultados, pero nuestra ventaja es que hemos obtenido una gama de pellets con la ventaja de que este alimento para ganado puede almacenarse por más tiempo, y en la época en la que pudiera no haber forrajes echar mano de él”.
En 2022, destacó, un tema importante es la falta de producción de cereales como maíz, trigo y avena, por el impacto de la fuerte sequía que vivió el país y el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, situación que “vino a modificar y a encarecer lo poco que se sembró y con ello los animales fueron los más afectados por la falta de alimentos, y si los hubo fue a precios extremos”.
Ante ello, dijo, la chía forrajera es una buena opción por los nutrientes que podría aportar y los tiempos de obtención del forraje, que son cortos, y puede utilizarse como alimento en lugar de los otros convencionales como alfalfa y avena.