Los mercados de alimentos orgánicos son un modelo de negocio que están ganando fuerza en la capital del país. Por medio de estos se incentivan las economía regionales, pues establecen conexiones con pequeños productores para el suministro de alimentos. En Bogotá, existe un segmento de clientes potenciales que se debe aprovechar.
Están aquellas personas que por motivos médicos solo pueden consumir alimentos orgánicos. Los jóvenes también son un mercado clave, pues ellos muestran un gran interés por la alimentación orgánica, motivados muchas veces por seguir una dieta vegana y por el cuidado del medio ambiente. EcoSavia es uno de los negocios que emergió en este sector en la capital.
“EcoSavia nació en 2015 por la necesidad que tuvimos de comer orgánico por razones médicas. Parte de mi tratamiento consistía en consumir este tipo de alimentos, pero me era muy difícil conseguirlos”, comentó Luz Farley Moreno, fundadora de EcoSavia.
Una de las bondades de modelos de negocio como EcoSavia es que establecen redes y asocios con pequeños productores para poder garantizar el suministro de alimentos orgánicos a sus clientes. “Hemos trabajado en Sumapaz, Choachí y Tenjo, también tenemos asociaciones que nos ayudan al suministro”, indicó. De esta manera se incentiva que los campesinos produzcan y cosechen sin ningún tipo de fertilizantes químicos.
En las ciudades las personas son cada vez más abiertas a esta alimentación. “Tenemos clientes que por temas de salud deben consumir alimentos orgánicos. Grupos de jóvenes se acercan a nuestros productos motivados por la búsqueda de una dieta vegana en línea con el cuidado del medio ambiente. Hay otras personas que llegan a nosotros porque tienen algunas sensibilidades digestivas; por ejemplo, buscan alimentos deslactosados o sin gluten”, dijo Forero.
Quizás uno de los impedimentos para consumir alimentos orgánicos son los precios. Forero comentó que la ventaja que representa la comida sana en términos de salud, es una forma de equilibrar los costos. “EcoSavia se crea pensando en los precios justos. Cuando tú llegas a comer alimentos orgánicos y te das cuenta que tienes que acceder a menos servicios de salud y medicina, te das cuenta que hay un balance en costos”, dijo.
En Bogotá ya hay una oferta amplia de mercados de alimentos orgánicos. A diferencia de otros agronegocios, aquí la competencia se ve como algo positivo, pues la idea es que este tipo de tiendas se hagan masivas para aportar a temas de seguridad y soberanía alimentaria. “No pensamos en competencia, creemos que deberían existir más negocios como este. Así podemos aportar al equilibrio ecológico y la sostenibilidad”, finalizó,