Pachuca /
Hace algunos días hubo oportunidad de platicar con Xhiazu Hernández Cerón y Teresa Cerón Reyes, quienes representan un emprendimiento espectacular. Se trata de “Deli que Pica”, un tipo de salsas artesanales que elaboran para degustar carnes, ensaladas y aderezos, entre otros platillos. Entre sus productos destacan las de siete frutos secos, ajo con chiltepín, habanero con chiltepín, habanera, tampiqueña y de xoconostle con habanero.
Teresa Cerón comentó que es su yerno Alejandro quien las prepara, que son de Pachuca y acá se elaboran: “a mi yerno le gusta mucho la cocina y entonces él va experimentando sus recetas, les agrega, les quita, las prueba y de esa manera va elaborando todas las salsas, entre las que sobre sale en especial la de siete frutos secos, que es la más demandada”.
Y lo reconoce, el yerno es el del sazón y lo confirma: “los hombres tienen mucho mejor sazón que las mujeres”.
El negocio comenzó muy bien, dice, pero con la pandemia se vino abajo y ahora están otra vez recuperando espacios y haciendo propaganda para salir adelante con la empresa, que es de carácter familiar y en la que todos participan: desde pelar ajos hasta la preparación del xoconostle y limpiar cebollas, en el entendido de que todos son productos deshidratados, son condimentos.
Sus productos ya se encuentran en una de las tiendas de conveniencia de mayor reconocimiento en la ciudad de Pachuca y hay gente que ya les busca de algunos otros lugares y apenas han empezado a enviar salsas fuera de la capital del estado, pero hay planes y miras en el futuro.
Desde el sazón
Alejandro Navarrete califica la experiencia como una especie de accidente.
Todo empezó hace más de una década, cuando asistió a una convención gastronómica al World Trade Center en la Ciudad de México, donde probó algunas salsas que le gustaron pero de inmediato supo que podría mejorarlas, así que puso manos a la obra.
Durante 8 años estuvo experimentando durante sus ratos libres, a prueba y error, hasta que por ahí del año 2015 lo consiguió y regaló algunas muestras a sus familiares y amistades, quienes le sugirieron comercializarlas. La idea no le desagradó.
Alejandro creció con su abuela Domitila Tapia, quién le enseñó a hacer todas las actividades en casa, desde planchar y barrer hasta, por supuesto, guisar. De ahí el gusto por experimentar con los sabores y las texturas en la cocina, aun sin contar con estudios sobre el tema.
Deli que Pica es una empresa familiar y Alejandro no puede estar más agradecido por ello. Cada uno de los proyectos iniciados en casa cuentan con los puntos de vista de su esposa, su suegra y su cuñada. Al final es él quien toma la decisión pero todos se involucran: “si sale bien es bendición para todos, y si sale mal es decisión mía”.
Luego de esos años de experimentación, han conseguido desarrollar 12 diferentes tipos de salsas con ingredientes de todo tipo y con diferentes tiempos y etapas de elaboración. Algunas requieren semanas incluso para que todos los ingredientes se incorporen y mezclen todos sus sabores; otras solo es cuestión de horas antes de poder llevarlas a la mesa de su clientela.
Entre sus creaciones cuentan con salsas de ajo con habanero; de frutos secos; de xoconostle… todas riquísimas y con ese saborcito especial aportado por nuestro mexicanísimo chile habanero.