El veganismo, la dieta basada en plantas que evita el consumo de carne y de los productos lácteos, está viviendo su mejor momento.
Desde 2008, solamente en el Reino Unido ha habido un aumento del 350% en el número de personas que se autodenominan veganas. Los motivos para seguir una dieta vegana pueden ser diferentes, pero normalmente entre las principales preocupaciones de los veganos se encuentran el bienestar de los animales, el efecto de la dieta sobre el medio ambiente y los motivos religiosos.
Sin embargo, mucha gente busca llevar una dieta más sana y las investigaciones sugieren que el veganismo puede tener beneficios para la salud si se sigue una dieta bien planificada. Para aquellos que han llevado la mayor parte de su vida una dieta rica en carne y productos lácteos puede que embarcarse en una dieta vegana provoque cambios significativos en el cuerpo.
Las primeras semanas de dieta vegana
Lo primero que puede comprobar una persona al empezar una dieta vegana es un aumento energético gracias a la eliminación de los productos cárnicos procesados que se encuentran en muchas dietas omnívoras a favor de las frutas, las verduras y los frutos secos. Este tipo de alimentos aumentan los niveles de vitaminas, minerales y fibra y el hecho de tener que planear las comidas en vez de simplemente echar mano de los platos precocinados puede ayudar a mantener unos niveles energéticos consistentes.
A medida que pasa el tiempo sin productos animales, es probable que se produzca un cambio en la actividad intestinal, ya sea hacia a un funcionamiento más regular y sano o hacia un incremento en la hinchazón, los gases y los cólicos. Esto se debe al alto contenido en fibra de una dieta vegana y al aumento simultáneo de los carbohidratos que fermentan en nuestros intestinos y que pueden ser la causa del síndrome de intestino irritable.
Puede que estos síntomas acaben desapareciendo y pueden conllevar algunos cambios positivos en la diversidad bacteriana del colon, dependiendo de si la dieta vegana está basada en alimentos procesados y carbohidratos refinados o si por el contrario la dieta está bien planificada y es equilibrada. Aunque todavía no se ha demostrado, los científicos creen que una alta diversidad de especies en la flora intestinal podría ser beneficiosa para todo el cuerpo, de la misma forma que un ecosistema natural es más resistente cuando contiene muchos tipos de especies diferentes.
De tres a seis meses más tarde
Cuando ya han pasado varios meses desde que se ha empezado una alimentación puramente vegana, puede que muchas personas se den cuenta de que el aumento en el consumo de frutas y verduras, así como la reducción de alimentos procesados puede ayudar a eliminar el acné.
Sin embargo, llegado este momento puede que las reservas de vitamina D se estén acabando, puesto que las principales fuentes de esta vitamina en nuestras dietas proceden de la carne, el pescado y los productos lácteos y muchas veces no nos damos cuenta hasta que es demasiado tarde. Todavía no sabemos del todo cómo funciona la vitamina D, pero es esencial para mantener huesos, dientes y músculos sanos y la carencia de esta vitamina ha sido relacionado con el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las migrañas y la depresión.
Esto se debe a que las reservas de vitamina D normalmente sólo duran en el cuerpo aproximadamente dos meses. El tiempo de duración de estas reservas depende del momento del año en el que decidas empezar una dieta vegana, puesto que el cuerpo puede crear vitamina D a través de la luz del sol. Asegurarse el consumo de suficientes alimentos enriquecidos o la ingesta de suplementos es importante, especialmente durante los meses de invierno.
Con información de Vitonica