Se puede ser foodie y disfrutar de la buena cocina siendo vegano. Esa es la firme opinión que defiende Gloria Carrión, más conocida como ‘La Gloria Vegana’. Su cuenta de Instagram, donde publica diariamente recetas basadas al 100% en ingredientes vegetales, alcanza los 495 mil seguidores.
Esta gurú de la alimentación vegana es autora de Recetas veganas fáciles y Cocina saludable en familia. Ahora, la cocinera e influencer estrena su última creación, su biblia. Se trata de La Biblia de la cocina vegana, un libro que recopila más de 200 de sus mejores recetas. Publicado por la editorial Oberon, es el manual definitivo para convertirte en todo un experto de la cocina plant based. “Quiero que lo llenes de pósits y de notas, quiero que lo manches, porque eso es señal de que le das mucho uso”, explica.
Gloria lleva casi siete años siguiendo una dieta vegana, sin incluir en sus recetas carne, pescado, huevos ni lácteos. En todo este tiempo, la cocinera cordobesa ha visto el mundo gastronómico cambiar y aceptar, poco a poco, la cocina vegana. Asegura que los veganos pueden disfrutar al 100% de la cocina. Según ella, “se puede disfrutar incluso más. Me encanta darle rienda suelta a mi imaginación, mezclar especias, buenos productos, hacer un buen sofrito…”
Lo que más disfruta es transformar las recetas tradicionales de toda la vida a su versión vegetal. Este reto, conseguir una receta vegana sin renunciar al sabor, le motiva y divierte, dejando volar su imaginación e ingenio en la cocina. Las albóndigas con salsa de su abuelo, cocinero y su mayor referente entre los fogones, entran en su lista de recetas estrella. Hablamos con Gloria para que nos cuente más sobre su libro, sus redes sociales y su relación con la cocina.
¿Cómo comenzó tu amor por la cocina?
Mi primer contacto con la cocina fue en casa. Mi abuelo era cocinero y lo he visto desde muy pequeña en la cocina y siempre me ha encantado estar detrás de él viendo lo que hacía. Mi madre también era muy cocinillas y siempre me ha encantado estar alrededor de los fogones. De hecho, tenía una libreta donde iba apuntando las recetas que más me gustaban. La conservo todavía.
¿Cómo decidiste pasar a una dieta vegana?
En un primer momento, no fue por un tema de animalismo, sino por querer cambiar la forma en la que me alimentaba. Era muy monótona, tenía malas digestiones y empecé a informarme en Internet sobre cocina 100% vegetal y los beneficios que tenía para el cuerpo. Y decidí probar. Me sentó tan bien, además lo hice de forma radical, en cuestión de dos meses ya no comía ni huevos ni leche. Y durante este proceso lo que sí que hice fue informarme sobre veganismo, que no era solo alimentación, era algo más, un respeto por los animales, no usarlos para nuestro disfrute ni en la cocina, ni como entretenimiento, ni en los cosméticos, ni en la ropa. Vi un documental que se llama ‘Earthlings’ que es lo que me hizo abrir los ojos del todo. De hecho, no pude terminar de verlo de lo duro que me pareció. Ahí hice el click y decidí que el tema del uso de los animales se acabaría.
El documental ‘Earthlings’ me hizo abrir los ojos del todo, no pude terminar de verlo de lo duro que me pareció
Empezaste a ser vegana en 2014, ¿qué ha cambiado desde entonces?Sí, ya hace siete años. A nivel social sí he notado muchos cambios. Al principio era muy difícil salir a comer, te tenías que aguantar con unas patatas y un poco de pan y poco más. Por suerte esto ha ido cambiando. Sobre todo en ciudades grandes como Barcelona, que ya puedes encontrar locales con muchísimas opciones buenas. Mira, justo al lado de casa, fui a probar en un bar de toda la vida donde yo no me esperaba poder comer decentemente. Y tenían hasta croquetas veganas. Esto está en auge y cada vez hay más restaurantes y comercios que se unen al movimiento, ya sea por conciencia o por demanda, pero son cada vez más.
Cada vez hay más restaurantes y comercios que se unen al movimiento, ya sea por conciencia o por demanda
¿Cómo fue la reacción de tu entorno al decirles: “dejo de comer carne”?Te cuento, yo tuve anorexia durante muchos años, desde los 12 hasta bien entrada los 20. Yo estaba recuperada y por suerte pude superarlo. Pero cuando le dije a mi madre que quería hacer este cambio, ella recordó mucho esos años, pensaba que esto era una recaída, que era volver a empezar. Yo le dije que no se preocupara, que no tenía nada que ver. Mi padre me decía que no iba a ser sano, que me iba a faltar de todo… Es al final la desinformación que había en ese momento. Pero yo les he demostrado que esto es viable, que es saludable y es posible sin problema. De hecho, ellos están encantados de probar recetas veganas. También se lo tomó bien la familia de mi marido. Mi suegra se ha hecho una experta en comida vegana.
Yo les he demostrado que esto es viable, que es saludable y es posible sin problema
Después de ‘La Biblia vegana’, ¿qué más viene?La verdad que superarlo va a ser difícil, así que otro libro no lo creo. Es un libro muy completo y muy grande, que quiero que se convierta en un libro para siempre, no algo estacional. Quiero que sea una guía, un manual de comida vegana. De momento para el futuro quiero seguir trabajando mucho en crear contenido y seguir aprendiendo y enseñando, hay un proyecto con mi ‘delivery’ al que le queda poco…
¿Cuál es tu receta favorita del libro?Ahí dentro hay recetas que son verdaderos retos. Por ejemplo, el tiramisú. No sé cuántas versiones habré hecho del tiramisú hasta conseguir el que está en el libro, que es brutal y estoy muy orgullosa. Hay guisos que imitan a los de toda la vida que me enseñaba mi abuelo, las carrilleras en versión vegana, las albóndigas… Hay muchas versiones a las que le tengo mucho cariño, también a la tortilla vegana.
¿Hay algún plato que no hayas conseguido veganizar?Hay un postre que he intentado un par de veces y no he conseguido la textura que deseaba y es la tarta de tres leches, un postre típico venezolano. Me encantaba antes de ser vegana. Cuando lo intenté me frustré y lo dejé abandonado, pero tengo una masa de bizcocho por ahí que le va a ir muy bien. Es mi próximo reto.