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Son muchas las personas que, en su deseo por perder peso, optan por prescindir del desayuno por considerarlo un obstáculo para adelgazar, pero nada más lejos de la realidad. Empezar el día disfrutando de una comida saludable no sólo nos proporcionará una gran cantidad de energía sino que reducirá nuestro apetito y en consecuencia, nos ayudará a reducir la ingesta entre horas.
Son varios los expertos que apuntan a que un desayuno copioso podía convertirse en la estrategia más eficaz para emprender una dieta de adelgazamiento. De hecho, incluso señalan que hasta es posible ingerir entre 1.080 y 1.200 calorías, especialmente grasas no saturadas y proteínas y cuidar la línea.
La clave estaría en hacer una ingesta fuerte de alimentos nada más emprender el día e ir disminuyendo su consumo conforme va avanzando la tarde y la noche.
Cómo es lógico, un desayuno que nos ayude a adelgazar debe estar compuesto por alimentos naturales, fruta y grasas saludables y prescindir de los azúcares y alimentos ulraprocesados. Pero la hora a la que desayunamos también puede tener un gran efecto en nuestro proceso de adelgazamiento. Algunos especialista han señalado que antes de las 9:30 h metabolizamos mejor la primera comida del día, después ya no tanto.
Además postergarlo hasta una hora después de habernos levantado sería lo perfecto. De esta manera daríamos tiempo a nuestro cuerpo para que fuese consumiendo la grasa corporal que tenemos almacenada. También hay quien aconsejan hacer deporte antes de la primera ingesta de comida si lo que pretendemos es bajar de peso.
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