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A esta altura la mayora de los polticos saben que un programa de estabilizacin requiere un esfuerzo fiscal maysculo, corregir precios relativos , contar con un importante stock de reservas de intervencin y elevar las tasas de inters en trminos reales para “comprar estabilidad” en el corto plazo. Adems, se requiere implementar un conjunto amplio de reformas macro y microeconmicas que indiquen que “esta vez ser diferente” y que en particular la estabilidad y el crecimiento llegaron para quedarse. Naturalmente el listado es demasiado amplio como para que sea abrazado con entusiasmo por alguien que se est yendo del poder, como es el caso de la actual coalicin de gobierno en cualquiera de sus variantes.
Por lo tanto habr que esperar, y esperar a que quienes asuman en una nueva administracin estn dispuestos a encarar el desafo, a riesgo de profundizar la represin en una eterna economa del cepo.
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Hay sin embargo otra cuestin que resulta central y bien conocida en los procesos de estabilizacin y que no aparece en el listado anterior. Es el tema de la inercia, en particular cuando se parte de niveles muy altos de inflacin. Hay rezagos importantes en los mecanismos de ajuste de algunas variables y no se comprende adecuadamente la idea de “corregir precios relativos” que forma parte de la herencia de un proceso de alta inflacin. La correccin de precios relativos requiere apoyarse en cambios de variables reales de la economa.
Es as que para obtener una mejora del tipo de cambio es imprescindible ya no solo una baja del dficit fiscal sino del gasto pblico en trminos reales (las consecuencias no son las mismas de bajar el dficit subiendo impuestos o bajando el gasto). O sea que se requiere cortar el gasto de manera perdurable para que esa menor presin sobre los no transables permita sostener la mejora del tipo de cambio real. Por si no queda claro, el programa de estabilizacin habr de requerir cortar empleo pblico, cerrar actividades que sustraen valor de la economa (el listado incluye empresas y organismos en los tres niveles de gobierno), y en general gasto en bienes y servicios improductivos, ms que cortar inversin en infraestructura, que es el candidato preferido en los programas de ajuste.
Mejorar la productividad
Estabilizar no siempre implica mejorar en lo inmediato salarios reales y jubilaciones, y ese es otro tema que debe ser tenida particularmente en cuenta para quien lo intente. Una baja de la inflacin protege mejor el poder de compra de los salarios, pero la remuneracin al trabajo no es independiente de su productividad. Una economa como la Argentina que solo ha creado empleo pblico, informal y monotributistas sociales por ms de una dcada paga los costos de una cada de productividad con ingresos que tambin caen. Y no subirn mgicamente por la estabilizacin.
Sin embargo aqu juega un rol la inercia. Dado que los mecanismos de ajuste de pensiones y salarios formales suelen “mirar hacia atrs”, ajustando en el periodo t con informacin de t-1. Durante la actual administracin, el gobierno del FDT jug con la idea de que la inflacin “hasta aqu lleg y no va a subir ms”, pero la inflacin sigue subiendo, los salarios privados formales y las pensiones estn cayendo, 3,5% anual al mes de agosto en el primer caso (Ripte) y casi 9% las pensiones no subsidiadas hacia octubre. Eso cambia si la inflacin se desacelera porque, entonces, el ajuste “mirando hacia atrs” sube salarios y jubilaciones. Lo que plantea un nuevo desafo.
No podemos descartar completamente que durante 2023 se intente algn episodio de “estabilizacin de facto” antes de las elecciones, con controles y prohibiciones generalizadas y mayor atraso cambiario. La probabilidad de ese frenazo inflacionario que podra dar un par de meses con inflacin de 4 o 5% mensual es cada vez ms baja, ya que en una economa del cepo las reservas mandan y dejan poco lugar a estas aventuras que preanuncian una crisis ms profunda an. Pero la estrategia de represin y controles en modalidad extrema no estar ya disponible en 2024, por lo que all muy probablemente tengamos un primer perodo de aceleracin inflacionaria seguido -en caso de un programa consistente- de una desaceleracin ms o menos marcada. Es entonces que el tema de cmo encarar los problemas de inercia ser importante, porque plantear un desafo al ajuste fiscal (jubilaciones y salarios pblicos que podran subir en trminos reales durante el segundo semestre de estabilizacin) y al sector privado, en la medida que no se avance rpido en medidas que mejoren la productividad.
Si la macro de 2024 es compleja, la de 2023 no deja mucho espacio a algo que no sea simplemente tratar de llegar de alguna manera hasta la otra orilla. Ello implica objetivos muy modestos que definen un escenario de extrema debilidad en materia de crecimiento, dficit, deuda, inflacin e ingresos.
Cada del PBI
La estrategia del cepo lleva a frenar la economa por el lado de la represin generalizada y el hecho de que se maximiza la incertidumbre post-2023. Ya para el cuarto trimestre de este ao estamos proyectando una cada ajustada por estacionalidad del PBI y desde el primer cuarto de 2023 tendremos contraccin interanual del producto. La cada del PBI que en un escenario base (favorable) supera el 2% tendr la contrapartida de aumentar el dficit, y con ello requerir una mayor financiacin monetaria para el Tesoro. No es el mejor escenario para la deuda interna, y menos an para la inflacin, aunque los precios “cuidados y justos” hagan su mejor esfuerzo. Es poco probable que la cada en la actividad contribuya a reducir la inflacin (la oferta de bienes puede caer ms rpido que la demanda, y la demanda de pesos puede caer ms rpido que su oferta), ya que en el plano monetario predominar el impacto de mayor emisin y cada de la demanda de pesos. Nadie pensar en ese contexto en este gobierno y en la coalicin de gobierno -si es que a esa altura siguen estando juntos- en un programa de estabilizacin, por lo que el segundo semestre de 2023 ofrece todas las caractersticas de un final abierto, eventualmente con inflacin ms elevada que la del primer semestre.
La estrategia de los agentes econmicos deber necesariamente ser conservadora, ya que si bien las oportunidades aparecen en las crisis, los riesgos de fracaso y de errores de evaluacin tambin aumentan. Cinturones abrochados!.