BENISSA. Los empresarios de la Marina Alta tienen muy claro que hay que cumplir con la legalidad vigente, tanto urbanística como medioambiental. Así se han pronunciado fuentes del Cercle Empresarial de la Marina Alta (CEDMA) en relación al caso del Patmore Resort de Benisssa, donde la mercantil Benissa Natura aspira a crear un hotel y nuevo unifamiliares frente al mar y ceder a la población 16.000 metros cuadrados de zona verde frente al mar.
Esta propuesta, en estos momentos, no va adelante, debido a que el Ayuntamiento ha aprobado en el último pleno una suspensión de licencias en la zona comprendida entre la cala Els Pinets y La Llobella, con el fin de ver cómo actuar y qué soluciones se dan, debido a que el suelo es urbano.
Hay parcelas donde sí se ha construido, pero otras no, por lo que se ha generado una zona boscosa única en el litoral de la población y han sido muchas las voces en contra de este proyecto, prácticamente todos los partidos de Benissa, con manifestaciones incluidas. Pero pese a esto, desde CEDMA insisten en que es “peligroso” no respetar la legalidad urbanística o jurídica, ya que están en juego los intereses de propietarios, la llegada de inversiones y la creación de puestos de trabajo.
No obstante, han apostillado que cada proyecto tiene que tener muy en cuenta los criterios medioambientales de cada espacio y que este en concreto tiene que hacerlo igualmente. “Los constructores están más concienciados que nunca, saben que un proyecto que no cuente con el entorno natural como aliado y lo proteja puede estar abocado al fracaso y, por tanto, la inversión que se realice”.
En el caso del Patmore de Benissa no saben si la suspensión de licencias es lo más acertado, pero reconocen que es quizá la única herramienta con la que se puede contar en este momento para estudiar el caso en profundidad. Por ello, piden a la corporación que traten este tema con la mayor sensibilidad posible y en caso de que no tenga cabida según la normativa que no lo permitan, pero en caso de tenerla que busquen la forma de articular la iniciativa.
“Si los terrenos son suelo urbano hay que dar con una solución y es el Ayuntamiento que ha suspendido licencias quien debe encontrarla, quizá ceder otros espacios a los propietarios, pero esto puede ser complicado ya que una superficie de 55.000 frente al mar puede ser difícil de compensar”, han agregado. Además, han destacado que los empresarios y “más en la Marina Alta han aprendido mucho en estas décadas, sobre todo de proyectos que se han llevado a cabo en otras zonas de España y que no quieren en la comarca”.
Impacto mínimo en el territorio
“El impacto ambiental de una construcción tiene que ser mínimo o ninguno y desde CEDMA apostamos por compaginar la actividad económica con la conservación del entorno, que en la Marina es único y es uno de los principales activos, para el turismo y para la creación de espacios hoteleros que cumplan con la normativa de su parcela”.
De hecho, el hotel que Benissa Natura aspira a edificar es de baja densidad y no podría levantar más de dos alturas. La empresa, pese a la suspensión de licencias, siguen presionando y ya ha advertido que cuenta con empresas nacionales e internacionales dispuestas a invertir.
Cabe recordar que la constructora presentó un convenio urbanístico para modificar los criterios de construcción y llevar la edificación del hotel a la parte trasera de la parcela, dejando los chalés delante y frente al mar la zona verde de 16.000 metros, para prolongar el paseo ecológico. Con la suspensión de licencias está todo paralizado. Otra de las opciones que se ha barajado es la expropiación de la parcela, algo que el Ayuntamiento ha descartado al estar a la venta por unos 15 millones de euros, justo lo que sube el presupuesto anual de la población.