El estudio, realizado por “Nestlé por Niños Saludables” junto a la Universidad Finis Terrae, reveló que un 74% de los padres cree que la alimentación de sus hijos es saludable, aún cuando los índices de obesidad en los más pequeños siguen creciendo y las secuelas de la pandemia siguen presentes en sus hábitos.
Apoyar a los padres y cuidadores en su tarea de criar niñas y niños más sanos es la misión de “Nestlé por Niños Saludables”, iniciativa global de la compañía, lanzada en 2009 y bajo la cual se desarrolló la primera versión de este estudio, en conjunto con la Universidad Finis Terrae, el que busca conocer y profundizar en los hábitos nutricionales y estilos de vida de los niños de nuestro país, desde la perspectiva de sus padres y madres.
A la presentación asistió la Subsecretaria de Niñez, Yolanda Pizarro; la Directora Nacional de Junaeb, Camila Rubio; la presidenta de Sociedad Chilena de Nutrición, Karen Basfi-fer; el Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Finis Terrae, Alberto Dougnac, y la Directora Ejecutiva del Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud de la Universidad del Desarrollo, Paula Daza, además de cerca de 200 profesionales vinculados a temas de nutrición y sustentabilidad.
La Directora Nacional de Junaeb se refirió a la “Malnutrición por exceso y el desafío interseccional”, evidenciando las alarmantes cifras de obesidad del sistema escolar chileno, a través del Mapa Nutricional que elabora dicho servicio y que fue publicado recientemente. Camila Rubio señaló que existen diversos factores que influyen en la malnutrición de los menores, como los índices de vulnerabilidad, tal y como se muestra en el Mapa nutricional; las comunas con menos recursos poseen un mayor porcentaje de obesidad: “Existe poco conocimiento sobre el consumo de productos saludables” añadió.
Por su parte Bárbara Bräuchle, Gerente de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé, comentó que: “este primer Observatorio Nutricional nos ayuda a avanzar en una comprensión más profunda de los hábitos de vida y alimentarios de los niños y niñas. De esta manera, podemos responder de mejor modo a que nuestros niños lleven una vida más saludable, a través del desarrollo o reformulación de nuestros productos”.
Yolanda Pizarro, Subsecretaria de la Niñez señaló que “es muy importante que este Observatorio Nutricional de Nestlé, nos pueda mostrar resultados por niveles socioeconómicos, donde seguramente la dinámica familiar también tiene que ver con las horas de trabajo de los padres, la falta de compartir espacio con sus hijos, y por lo tanto, la alimentación que están llevando no necesariamente sea la más adecuada”.
Sobre los resultados del estudio
El interés y la preocupación de los padres por una buena alimentación son transversales. Pese a ello, se observa que, a mayor nivel socioeconómico, más alta es la percepción de conocimiento sobre el tema y la consideración de estar entregando una alimentación saludable. Un 70% de ellos considera que sabe mucho o bastante respecto a la alimentación saludable y un 74% cree que la alimentación actual de sus hijos es muy o bastante saludable.
Asimismo, se identificó que los efectos de la pandemia siguen presentes en las familias chilenas, aunque con menor intensidad. Esto porque aún hay niñas y niños que consumen alimentos junto a aparatos tecnológicos (46% en pandemia y hoy un 31%), varios de ellos comen mucho entre comidas (26% en pandemia y hoy un 12%) y se alimentan cuando se sienten aburridos, tristes y/o deprimidos (21% en pandemia y hoy un 12%). Además, destaca la preocupación de los padres por algún tipo de trastorno alimenticio, tales como sobrepeso, anorexia o bulimia, especialmente en padres de niñas, con un 56%.
Otro de los hallazgos del Observatorio Nutricional de Nestlé se relaciona con el impacto de la inflación en los alimentos. Un 65% de los encuestados ve amenazada la calidad nutricional de la alimentación de sus hijos en caso de que los precios sigan subiendo, y un 39% declara que es la mayor dificultad para acceder a alimentos saludables. Sin embargo, un 65% de los padres declara que está dispuesto a pagar más por alimentos más saludables. Además, un 92% tomaría alguna medida para aliviar estos efectos y la escasez de alimentos, como buscar soluciones relacionadas al ahorro, pero con productos similares, antes que cambiar aquellos que actualmente se consumen.
Finalmente, un 45% buscaría alternativas de productos más baratos en lugares como ferias libres o supermercados mayoristas y un 14% acomodaría su pauta alimenticia para consumir otro tipo de productos.
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