Si has decidido dejar de comer animales no estás solo.
Cuando hace unos 20 años desterré la carne de mi alimentación, me sentía un poco como la Phoebe de mi grupo, la excéntrica o “rarita”. Hoy cada día más gente sigue una dieta vegetariana y los restaurantes y supermercados han ampliado vastamente sus ofertas gastronómicas a este respecto.
Las razones para seguir este tipo de dietas pueden ser muy variadas: desde éticas o religiosas, hasta medioambientales e incluso relacionadas con la salud. Mientras que el consumo de verduras y frutas es la base de toda buena alimentación, la ingesta frecuente de carnes rojas y procesadas se ha asociado a mayores riesgos de enfermedades cardiovasculares.
Una alimentación vegetariana es un plan de alimentación basado principalmente en vegetales, en el que se pueden permitir ciertos productos de origen animal, dependiendo de la dieta adoptada.
Mientras que algunos destierran todo aquel alimento de procedencia animal, (como huevos o leche), otros patrones los permiten en mayor o menor medida.
Si estás pensando en cambiar tu alimentación por una que primer más las plantas, aquí algunos tipos de dietas vegetarianas que puedes seguir.
Dieta ovo-lacto vegetariana
Cuando se piensa en un vegetariano es normal imaginar este tipo de alimentación.
Una dieta ovo-lacto vegetariana no incluye ningún tipo de carne (incluyendo el pollo u otras aves) ni pescado. Pero sí permite el consumo de alimentos derivados de animales.
Así una persona ovo-lacto vegetariana comerá huevos, leche y productos lácteos como mantequilla, helado o queso, pero no tomará nada de carne, ni pescado o marisco.
Dieta vegana
La dieta vegana es una de las más restrictivas, ya que excluye por completo cualquier tipo de alimento que provenga de animales.
Una persona vegana no tomará leche, ningún tipo de lácteo ni huevos. Por supuesto tampoco consumirá carne ni pescado.
La dieta vegana se basa por completo en alimentos vegetales y los motivos éticos, vinculados al sufrimiento animal, suelen ser las principales razones que llevan a adoptar este plan alimenticio.
Puede parecer demasiado drástica, pero lo cierto es que la ciencia ya ha encontrado algunas evidencias que muestran que una dieta vegana puede conllevar también beneficios para la salud.
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Eso sí, es muy importante que te asegures la ingesta adecuada de todos los nutrientes que necesita el organismo, si decides ser vegano.
Dieta flexitariana
Una dieta flexitariana te permitirá, como indica su nombre, ser más flexible en cuanto a lo que comes que una dieta vegana o vegetariana estricta.
Esto se debe a que lo que propone es un consumo mayoritario de plantas, con una ingesta ocasional de pescado, lácteos y carne.
Una persona flexitariana debe obtener sus nutrientes a base de alimentos vegetales, incluidas las proteínas. Y solo de vez en cuando comer carne, lácteos o pescado.
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En base se parece bastante a la dieta mediterránea tradicional. Este plan de alimentación ha sido recomendado por científicos como el tipo de alimentación que podría ayudar a mejorar la salud y cuidar el medio ambiente.
Dieta pescetariana
Una dieta pescetariana es similar a la flexitariana.
Lo único que bajo este plan de alimentación no se consume ningún tipo de carne: ya sea de vacuno, bovino, cerdo o ave.
Los alimentos de origen animal que sí se incluyen son el pescado y el marsico.
En general esta dieta también suele conllevar el consumo de lácteos y huevos.
