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Me ha costado poner un título a este artículo quizás por el mismo motivo que siento que, en general, a todas nos cuesta hablar de nuestros genitales. Sí, de esos genitales externos nuestros: vulva y vagina que tan de cabeza nos traen a veces, y que sin embargo no nos atrevemos a comentarlo. Así que sigue leyendo, porque voy a tratar de aclarar muchos mitos y romper algunos tabúes con los que seguro más de una vez te has sentido identificada.
Comencemos por llamar a las cosas por su nombre, ¿no os parece? Sustituir los términos de “salud íntima” o “higiene íntima” por los de “salud genital” o “higiene genital o vulvo-vaginal” puede parecernos extraño, pero realmente es de los que os vengo a hablar hoy: de nuestra salud e higiene genital.
Hablemos de ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA
- La vulva y la vagina han de estar HÚMEDAS. La vagina está llena de glándulas que secretan fluidos que hacen que nuestro genitales estén jugosos, húmedos y, por tanto, SANOS. En la consulta no paro de ver a mujeres de todas las edades que asocian limpieza a eliminar esa humedad que es completamente fisiológica y positiva.
¿Por qué asociamos la sensación de limpieza a “notarnos sequitas”? Es como si el notarse húmeda tuviera cierta connotación negativa. ¡ERROR!. Como os digo, una vagina sana produce una serie de fluidos (que llamamos flujo vaginal) como todas las glándulas que tenemos en nuestro cuerpo. NO debemos empeñarnos en mantenerla seca a toda costa, creedme. El notarnos “húmedas” es un signo de que nuestras hormonas están funcionando perfectamente.
Las mujeres en etapa fértil estamos gobernadas por unas hormonas llamadas estrógenos, que son las principales responsables de la producción de este flujo vaginal (lubricación). Justamente en situaciones en las cuales estos estrógenos disminuyen de forma fisiológica, como pueden ser la toma de anticonceptivos orales, la lactancia o la menopausia, es cuando nuestra secreción de flujo vaginal disminuye y nos notamos incómodas. ¿Otras situaciones que se asocian a mayor sequedad vaginal? El tabaco, una mala alimentación, un exceso de higiene o el estrés.
- ¿Y por qué nos preocupa tanto el OLOR? Desgraciadamente nos han hecho creer que nuestros genitales deben oler a flores, ¡ERROR! Flaco favor nos hacen todos estos vídeos virales que circulan por las redes en los que personajes famosos han creado un perfume para que nuestro genitales “huelan bien”, otras “gurús” incluso nos aconsejan baños de vapor para esta zona… ¡NO LO HAGÁIS, POR FAVOR!
Acordaos de que cada una de nosotras tiene su propio olor y no nos debe avergonzar ni debemos buscar camuflarlo. Muchas mujeres venís a la consulta quejándoos de un olor y la mayoría de las veces es fisiológico. El olor de nuestro flujo es debido a un conjunto de bacterias buenas llamadas lactobacilos, que nos protegen de las infecciones y mantienen un pH ácido debido a la producción de ácido láctico. Así que chicas: no nos obsesionemos con este tema ¿OK?
No quiero extenderme con el tema “olores” para que esto no se convierta en un artículo escatológico, sólo termino remarcando que cada una tiene un olor característico al igual que lo tienen otras zonas de nuestro cuerpo.
- ¿Y el tema de la DEPILACIÓN? Aquí, evidentemente, cada una que haga lo que crea conveniente. Sin embargo os tengo que recordar que la anatomía de la vulva es la que es y tiene su razón de ser. Los labios mayores (externos) son los que protegen a nuestros labios menores (internos) y a nuestra apertura vaginal. El vello de estos labios externos los hace más resistentes, de tal manera que la depilación completa causa a veces una mayor irritación por una mayor sensibilidad de la piel. Por otro lado, el vello también nos ayuda a “airear” la zona, en contra de lo que nosotras pensamos. No sudamos más por tener vello, al contrario: el vello ayuda a que la vulva transpire y por tanto a regular la temperatura, TRUST ME!
Sin embargo, si para ti es más estético y te gusta más: ADELANTE. Yo sólo quiero que no confundáis un tema puramente estético con el higiénico.
Así pues, voy con una serie de TIPS DE HIGIENE GENITAL que siempre debemos tener en cuenta:
- Lávate una vez al día a ser posible sólo con agua. Presta más atención a la zona de los pliegues (entre los labios externos e internos).
- Límpiate de adelante hacia atrás(del clítoris hacia el ano). De lo contrario, podrías arrastrar microrganismos de la zona anal a un lugar donde no serán bienvenidos.
- NO utilices toallitas húmedas, ni desodorantes ni perfumes (por mucho que las famosas te lo aconsejen)
- NO utilices duchas vaginales. Nuestra vagina tiene su propio sistema de “autolavado” (se lava ella solita). Cualquier higiene extra puede cargarse nuestra barrera de defensa que son los lactobacilos que os he mencionado previamente (conforman la microbiota vaginal).
- EVITA los protectores diarios (“salva slip”). Son uno de nuestros máximos enemigos, en serio. REPETID CONMIGO: “no necesito sentirme seca para sentirme limpia”.
- Procura utilizar ropa interior de algodón. Los materiales sintéticos, al igual que el salva slip, no dejan transpirar a nuestras vulvas, ¡ojo con eso también!
Existen situaciones que SÍ pueden requerir una higiene con productos específicos, como:
- SEQUEDAD: en la menopausia, por ejemplo, yo sí que a veces aconsejo jabones específicos que nos pueden ayudar aportando un extra de hidratación.
- HERIDAS: en el caso de la episiotomía o un desgarro tras el parto, también puede ser útil el uso de determinados jabones específicos que ayudarán a su cicatrización.
- INFECCIONES: en este caso también el uso de jabones específicos puede ayudar.
En definitiva, quiero transmitiros un mensaje de PAZ Y AMOR. Seamos más compasivas con nosotras. Al fin y al cabo nuestros genitales nos dejan ser una parte más de nuestro cuerpo, y de la misma manera que a veces “odiamos nuestro sudor” o “detestamos nuestras cartucheras”, las mujeres somos muy dadas a rechazar lo que es nuestro.
Curiosamente las mujeres jóvenes queréis notaros seca a toda costa y después cuando estás en menopausia y esa zona te escuece, te molesta o te pica, echas de menos “el bendito flujo vaginal”. It’s life…
Así que aprendamos a QUERERNOS y ACEPTARNOS más a nosotras mismas, nuestros genitales incluidos.
La doctora Marimer Pérez, ginecóloga y obstetra, lleva 22 años dedicando su vida a su profesión, que es su pasión. En los últimos años se ha volcado en una concienzuda labor de divulgación en redes sociales, siempre desde la empatía y un lenguaje fresco y atractivo que le han llevado a generar una gran comunidad de mujeres. Es fundadora de WoMer, un Centro Integral de Salud y Cuidado de la Mujer en Barcelona, donde ha logrado reunir a un equipo multidisciplinar de profesionales que atienden a pacientes de todas las edades en sus distintas etapas vitales.
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