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Si algún empresario o empresaria piensa que solo con exportar ya tiene garantizada la supervivencia de su compañía para los diez próximos años está en un grave error. El mundo avanza a una velocidad vertiginosa en aspectos tecnológicos, sociales o geopolíticos, entre muchos otros, y quién no se suba a la rueda se queda fuera. Este es uno de los mensajes que le han quedado claro a los 600 representantes de empresas andaluzas que se han reunido en la decimotercera edición de Andalucía Management, celebrada en el Palacio de Ferias.
El profesor de Innovación en IE Business School Enrique Dans fue el primero en intervenir y dejó un importante poso de preocupación entre los asistentes porque la mayoría de ellos se sentían completamente ajenos a los importantes avances, no todos positivos, en materia tecnológica. Dans les habló de las criptomonedas, del blockchain, de la Web3, del metaverso, de las NFT… y hay muchas empresas que aún no venden por internet o incluso que no tienen sitio web.
Queda mucho camino por delante, pero hay que estar prevenido porque todo esto que suena a futuro es ya presente. “No le recomiendo a nadie que invierta grandes cantidades en criptomonedas ni mucho menos que pida un crédito para eso porque está menos regulado y no se sabe qué puede pasar ahí, aunque sí que inviertan 20 ó 50 euros solo para conocer el proceso y hacerse un wallet [una cibercartera gestionada por uno mismo]”, dijo Dans, quien recalcó que el blockchain se “va a ver por todas partes porque es muy seguro” ya que es muy difícil hackear todos los bloques de la transacción que se haga.
Tras la lección tecnológica -y el convencimiento de que hay que destinar recursos económicos y formación a este terreno- le llegó el turno al ex ministro de Justicia, ex presidente de la Comunidad de Madrid y ex alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón, quien centró su discurso en la globalización y en la necesidad de que haya seguridad jurídica para captar inversores. “La globalización va a seguir con nosotros, aunque tras la pandemia nos vamos a ir a nuevos bloques comerciales con países amistosos donde tengamos seguridad”, explicó, recordando las dificultades que estamos pasando en Europa para recibir chips o la dependencia energética del gas ruso.
Ruiz Gallardón consideró que “España es un país plenamente competitivo, pero no podemos dormirnos” y ha exigido a los partidos que firmen pactos de estado para los temas principales para dar seguridad jurídica a los inversores globales “y prefieran invertir en Málaga que en Singapur”.
Siguiendo con la globalización, el expresidente del Real Instituto Elcano y de la Federación Española de Sociología, Emilio Lamo de Espinosa, dejó claro a todos los presentes que el mapamundi que nos han enseñado a todos desde niños con Europa en pleno centro está totalmente desfasado. “En Japón siempre ha sentado mal que les llamen extremo oriente cuando ellos están donde están en un planeta que es una esfera”, bromeó. De hecho, el centro del mundo está ahora en Asia -donde China e India tienen más de 1.400 millones de habitantes cada uno- y España y Europa quedarían, si se hace ese mapamundi plano, en el extremo occidental, lejos de donde se está partiendo realmente el bacalao. No obstante, precisó que realmente vivimos en un mundo de flujos comerciales donde todos los países están relacionados.
“Occidente ha perdido el monopolio de la tecnociencia que se cogió con la revolución industrial y desde 1945 Europa no escribe la historia del mundo como lo hizo en los 300 años anteriores, por lo que necesitamos más Europa”, precisó Lamo de Espinosa. Este experto señaló que “estamos en la tercera gran transformación de la Humanidad, que es más extensa porque afecta a todo el mundo, más intensa y más rápida”. En líneas generales, Lamo de Espinosa cree que “el mundo va bien porque hay más salud, la esperanza de vida sube, hay más prosperidad, más libertad, menos pobreza, más educación y cultura y más igualdad como muestra el Índice de Desarrollo Humano de la ONU”.
Al margen de los aspectos tecnológicos, económicos o geopolíticos, el mayor reto del ser humano -independientemente de su profesión- es precisamente ser humano y empático con los demás, al margen de su raza, religión, condición social, sexual, etcétera. Bisila Bokoko, exdirectora de la Cámara de Comercio de España en Nueva York, mostró a los empresarios andaluces las bondades de ser un líder inclusivo. “Todos tenemos sesgos. Cuando algo no es familiar nos genera estrés y por eso cuesta tanto tener equipos diversos. Nos gusta la familiaridad y por eso escogemos a personas como nosotros, pero si queremos un mundo más diverso necesitamos otro tipo de liderazgos y capacidades y ahí entra la diversidad de género, movilidad o pensamiento”, detalló.
Bokoko recomendó, por su amplia experiencia comercial con empresas entre España y Estados Unidos, que “las personas que hacen negocios son las que se adaptan, son flexibles y no tienen prejuicios“. “Muchas veces el conflicto es importante para progresar con gente de diferentes culturas, pero funciona la cultura de la empatía, de la confianza y la colaboración”, añadió Bokoko, quien hizo hincapié en que “los líderes inclusivos son aquellos que entienden cómo se siente el otro, que abren la puerta para que otras personas tengan su espacio y que lideran con el ejemplo porque si no la gente no te sigue”.
La pandemia ha provocado cambios importantes en la mentalidad de directivos y empleados, como se está pudiendo comprobar con la gran renuncia en Estados Unidos. Miles de personas abandonando sus puestos de trabajo simplemente porque no se sienten cómodas allí. En este sentido, Bokoko explicó que “no es solo contratar a personas diversas, sino que hay que crear un sentimiento de pertenencia y que se sientan a gusto. La gente busca cada vez más entornos donde se siente bien y los CEO se están preguntando cómo retener el talento porque es un gran activo”.
Ya por la tarde, tras el almuerzo de networking entre todos los directivos y empresarios asistentes, hubo una mesa redonda titulada Las empresas frente al actual entorno de inestabilidad en la que intervinieron el presidente de March R.S., Francisco Román y la socia fundadora del fondo Nexxus Iberia Private Equity I, Maite Ballester. “Cuando hay grandes cambios en el entorno, cualquier empresa tiene que plantearse reformular su estrategia y valorar si se trata de una crisis pasajera que se pueda resistir, si es necesario un redimensionamiento para mantener la actividad en menor medida o si hay una oportunidad en los cambios que puedan aprovechar”, afirmó Román. Por otro lado, Ballester precisó que “las pymes para transferir el aumento de costes a sus clientes sin aumentar sus precios al 10% o al 15% deben revisar sus políticas de descuentos y rápeles a fin de año e intentar paquetizar productos y servicios que, haciendo el mismo efecto, tengan un coste menor”.
Uno de los momentos más emotivos de Andalucía Management es la entrega de sus premios. En esta edición el galardón en la categoría de Impacto Social fue para el Grupo Cuatrogasa y recogió la estatuilla su CEO, Manuel Sánchez Gavilán. El Grupo Gallo fue el premiado en la categoría de Desarrollo Empresarial -lo recogió su directora financiera Esther Jiménez- y el Grupo R. Queraltó fue la agraciada con el premio Empresa Familiar, acudiendo a la cita la presidenta de esta firma centenaria, Reyes Queraltó.