“Nos ayudó a perder el miedo, nos enriqueció en información, vínculos, contactos”, resumieron algunas de las mujeres que se capacitaron. Foto: Subsecretaría de Economía Social
“Juntas hacemos economía”, el ciclo de talleres con perspectiva feminista orientado a emprendedoras que buscan fortalecer su autonomía económica y los derechos del colectivo que integran, con eje en su economía familiar, el emprendimiento productivo que gestionan y los lazos y vínculos entre pares, cerró la edición 2022.
En el programa, que tiene lugar en el marco del Plan Cuidar, a través de la Escuela de Emprendimientos Sociales de la Subsecretaría de Economía Social, a lo largo del año se desarrollaron nueve encuentros téorico-prácticos, de marzo a noviembre. Los terceros lunes de mes y con frecuencia mensual se abordaron dos itinerarios formativos: Mujeres, trabajo y cuidados y Educación financiera y economía familiar.
Para el cierre, sen una convocatoria conjunta entre la Escuela de Emprendimientos Sociales de la Subsecretaría de Economía Social de la Municipalidad y el Centro Cultural Parque de España (CCPE), se invitó a las mujeres a un último encuentro con merienda, música y la consigna de realizar un trabajo participativo en grupos sobre la evaluación del ciclo completo, a partir de la reflexión sobre los aprendizajes adquiridos, los vínculos entre las participantes y las proyecciones de trabajo conjunto a futuro.
Como broche de despedida se proyectó un video con una recopilación de testimonios de algunas mujeres que participaron de los talleres, quienes dieron cuenta de sus recorridos, valoraciones y cambios experimentados en el ciclo.
Posteriormente, el secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, Nicolás Gianelloni; la directora de la Escuela de Emprendimientos Sociales, Marta Sánchez, y el subsecretario de Economía Social, Pablo Nasi Murúa, entregaron los certificados.
Aprender, valorarse, empoderarse
Los puntos que trabajaron las participantes en el cierre del ciclo, y que luego se expusieron, se refirieron a qué aprendizajes se llevaron las participantes de “Juntas hacemos economía”, y qué vínculos y redes lograron entretejer. Y también exploraron cómo se imaginan en el futuro, y en qué les gustaría seguir formándose.
“Aprendimos nuevos usos tecnológicos, tejimos redes y levantamos nuestra autoestima. También pusimos en práctica los aprendizajes y fue una gran experiencia los vínculos que logramos con las disertantes. A futuro nos imaginamos juntas, empoderadas y a seguir capacitándonos en talleres con perfil emprendedor, trabajo en equipo, asociativismo, gestión administrativa y recreación”, resumió el primer grupo de mujeres.
El segundo también hizo hincapié en su transformación personal: “Nos ayudó a perder el miedo, nos enriqueció en información, vínculos, contactos, en nuevos aprendizajes, en intercambios de experiencias. Nos valorizamos, empoderamos y nos abrió las alas. Aprendimos a valorar nuestro trabajo y nos transformó en mujeres autosuficientes. Conocimos cooperativas y tejimos redes para el futuro. Nos gustaría seguir formándonos unidas y que nos ayudemos mutuamente. Juntas podemos seguir avanzando, juntas podemos vivir de nuestros emprendimientos”, describieron.
Otro grupo repasó: “Aprendimos cómo trabajan las cooperativas, a darle valor a nuestro trabajo dentro y fuera de casa, y a tener un mejor manejo de nuestros ingresos. Además tuvimos intercambios de experiencias y saberes. Nos gustaría seguir formándonos en estrategias para mejorar la comunicación y seguir luchando para darle valor a las tareas invisibilizadas que hacemos incansablemente a diario”.
Por su parte, Marta Sánchez, directora de la Escuela de Emprendimientos Sociales, manifestó que el propósito del programa fue “darles un espacio para hablar y reflexionar sobre algunos temas como el valor del trabajo, el trabajo de cuidados que hacen en sus casas, en el barrio, con las organizaciones, y cómo gestionar la economía familiar”. Y expresó su agradecimiento a las participantes del ciclo, que, remarcó, “fue construido para que se puedan encontrar, para que intercambien, articulen y escuchen testimonios de compañeras, para que se inspiren entre ustedes y se sientan más seguras”.
En ese marco, Pablo Nasi Murúa, subsecretario de Economía Social, destacó: “Estas mujeres reunidas en este programa no son a las únicas a las que tiene que llegar. Debemos profundizarlo y territorializarlo, encontrar más emprendedoras, huerteras, recuperadoras, feriantes y hacedoras en cada barrio de Rosario, y así democratizar las herramientas que defienden y promueven la igualdad de género. Este ciclo va creciendo y es por eso que se van sumando mujeres de las más diversas acciones de la economía social y popular”.
Y finalizó: “Quiero agradecerles al equipo de Economía Social que llevan adelante lo que iniciamos desde la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat. Y remarcar que son equipos que durante la pandemia estuvieron en la trinchera, acompañando a cada uno de los emprendedores, y eso es un orgullo. Son trabajadores comprometidos con lo que hacen y están a la altura de las circunstancias”.
De Rosario a Corea
Juntas hacemos economía recibió una distinción en Andong, República de Corea, en el marco del XVI Congreso de la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras, que se celebró del 25 al 28 de octubre pasados bajo el lema: “Ideando el futuro de la educación en la ciudad: innovación, tradición e inclusión”. En ese marco, el proyecto local fue reconocido por conjugar y poner de relieve los feminismos, el empoderamiento de las mujeres y la economía social y solidaria. Además, se eligió al ciclo para ser expuesto en formato póster en una Galería de Experiencias en el mismo congreso, que se exhibió a las y los visitantes de múltiples ciudades del mundo.
El programa se enmarca en el Plan Cuidar, en el que el Estado municipal pone eje en la organización política y social del cuidado como actividad esencial para el bienestar de la población, desde la óptica de corresponsabilidad entre los sectores público y privado, en la comunidad y al interior de las familias.
El cuidado abarca el conjunto de actividades tanto remuneradas como no remuneradas que garantizan el bienestar de las personas, e implica un apoyo multidimensional: material, económico, moral y emocional.