En tiempos de pandemia, ser emprendedora en moda es todo un reto. Y mucho más si la médula del proyecto es el activismo medioambiental (pues sabemos que esta es una de las industrias más contaminantes que existen). Para Endémica, un proyecto de diseño y divulgación científica, esta debilidad se convierte en fortaleza. En el Día de la Mujer Emprendedora, conversamos con Pamela Valle, la mujer detrás de un emprendimiento que combina arte, moda, ciencia y medioambiente: Endémica.
Cómo nació Endémica
Endémica es un proyecto de moda sostenible que empezó como un proyecto social que nació en las aulas universitarias de Pamela Valle Palomo, diseñadora y activista con una gran pasión por la biodiversidad, el arte y las manifestaciones culturales. Junto a Mari Pons Casellas y Gabriela M. Ulloa, biólogas especialistas en enfermedades infecciosas y en la investigación científica, se crearon los cimientos de Endémica.
Inspirada en la naturaleza a través de la entomología, la microbiología y la anatomía, nace Endémica, un proyecto que más allá de hacer moda, se enfoca en el activismo medioambiental y la divulgación científica. “La moda es un instrumento para llevar contenido científico a la gente que no conoce mucho sobre biodiversidad”, en palabras de Pamela.
El medio y la meta: hacer moda sostenible
Las temáticas de sus prendas giran en torno a diversos temas: insectos, animales amazónicos o costeros, plantas y alimentos nativos, conexiones neuronales, órganos del cuerpo humano, entre otras más relacionadas a la naturaleza peruana. Su última colección “Mar del Perú”, se inspira en las especies marinas peruanas. Diseños de pulpos, medusas, ofiuros y peces abisales sobre textiles nacionales y orgánicos de buena calidad.
Y como la prenda final es tan importante como el proceso, Endémica se asegura de que sus telas sean trabajadas de forma sostenible y que formen parte de la moda circular.
“Sabemos que la industria de la moda es de las más contaminantes del planeta. Por eso, trabajamos pocas cantidades de prendas. Incluso con todos los sobrantes de tela hacemos vinchas, collages, intentamos recuperar todo para tener desperdicio cero”, revela.
Como muchos emprendedores, Pamela tenía ese espíritu tenaz para trabajar con lo que tenía a la mano. Inicialmente, ellas mismas hacían las prendas, y aunque no estaban satisfechas con los primeros resultados del diseño, el recibimiento del público (tanto vía online como en ferias independientes) fue positivo.
“A la gente le encantó el tema de la narrativa. La historia detrás de cada prenda era lo más importante”, según Pamela.
La ciencia detrás del diseño
Frente al eterno problema de que el conocimiento científico no suele pasar de los laboratorios, Pamela vio la oportunidad de compartir esta información a través de una de las mejores herramientas artísticas para comunicar: la moda. Y no solo a través de los diseños de las prendas (polos, vestidos, casacas, shorts y más) sino también con información directa. En las etiquetas de cada prenda, se explica de forma concisa y clara la ciencia detrás del diseño. Además, utilizan sus redes sociales como una plataforma para informar y concientizar sobre las problemáticas ambientales y sociales que vivimos cada día pero pasamos desapercibido.
“A raíz de la pandemia nos dimos cuenta de la carencia educativa en temas de ciencia. Tantas teorías conspiranóicas y gente enfermándose nos motivó a hacer algo al respecto”, afirma.
Además, a través de la ciencia, también lograron cubrir otras problemáticas relacionadas a las creencias y construcciones sociales que restrigen las libertades en poblaciones vulnerables (mujeres, comunidad LGTB+ e incluso ancianos).
Trabajo con artesanos peruanos
Como proyecto social que busca hacer moda sostenible, Endémica llegó a Amantaní, la isla poblada más alta del mundo ubicada en el lago Titicaca en Puno, para dar nuevas oportunidades de trabajo y mucho arte a artesanos y pobladores del lugar. Gracias a una beca que ganaron de YLAI Network, pudieron financiar el proyecto de co-creación. De este intercambio, nació su colección de bordados inspirados en la papa nativa, hojas de coca, insectos y animales del lugar (que dicho sea de paso formarán parte de su próxima colección), talleres de arte y medioambiente para la comunidad y diseños para el Centro de Interpretación, el primer museo en lo más alto de la isla.
La médula de Endémica: talleres itinerantes
Además del proyecto de Amantaní, Endémica también llevó talleres artísticos y de concientización a las comunidades peruanas. Llegó a Chachapoyas con un taller de arte y reciclaje para niños; a Puerto Maldonado con un taller de pintura de la flora y fauna local; y así a otras regiones.
Incluso, antes de introducirse en la moda, era un proyecto de talleres itinerantes y mantuvo esa esencia hasta el día de hoy. Por eso, cuando ocurrió el nefasto derrame de petróleo en Ancón, Endémica utilizó las ganancias de su colección “Mar del Perú” para financiar un taller de concientización a los pescadores del lugar.
Ser marca de ropa y proyecto social no es fácil. Pero Pamela tiene muy claro cuál es la visión y misión de Endémica: llevar ciencia y crear conciencia a través del arte. Con esa guía, la marca se erige como el sistema de financiación para seguir creando talleres y proyectos de carácter social a los sectores que más lo necesiten; tanto en comunidades amazónicas, andinas y costeras.
Lo que se viene para la marca
La riqueza cultural y natural del Perú es basta y Pamela lo sabe. Por eso, tiene planeado lanzar dos colecciones de Endémica inspiradas en la paleontología y la diversidad sexual, tema que trabajaron previamente en el campo animal (géneros y copulación en peces abisales y mantis religiosas).
Además, está el proyecto de Amantaní, que se reflejará a través de una próxima colección de prendas en colaboración con una marca hermana de mochilas.
Empoderando mujeres a través del emprendimiento
Para Pamela, Endémica va más allá de la ropa o los talleres. Es una plataforma para el cambio, tanto colectivo como personal. Sus redes sociales también funcionan como una red de apoyo a otras emprendedoras. Incluso, ella misma ha formado una alianza con Insecta, la marca también sostenible de su hermana, dedicada a las mochilas de cuero vegano.
“Aparte de Endémica, también estuve haciendo talleres con las mujeres de las comunidades. Así nos dimos cuenta de que, a veces, las carencias económicas pueden cortarte las alas para emprender. A estas mujeres que quieren emprender, les digo que se tomen un tiempo para estar con ellas mismas”, afirma.
“En Endémica tenemos un día al mes en el que todo el día entero dedicamos nuestras historias de Instagram a compartir proyectos de otras mujeres. No vemos a nadie como competencia, vemos a todas como un círculo de apoyo. Ya es hora de que nos empecemos a ver como compañeras en lugar de competencia”, revela. “Y si necesitan asesoría, apoyo o cualquier tipo de ayuda, que nos escriban, las puertas de Endémica están abiertas”, añade.