A poco más de un mes para que se abra el plazo para que los autónomos puedan comenzar a presentar la declaración trimestral de IVA correspondiente al cuarto trimestre de 2022, muchos autónomos siguen teniendo dudas sobre los gastos que Hacienda considera deducibles. Aunque, en algunos casos, esas dudas derivan en intentos de desgravación de gastos muy curiosos, dejando anécdotas de lo más divertidas.
Los inspectores de Hacienda y diferentes gestores han querido hacer en este diario un repaso de los casos más extraordinarios que han ido encontrando a lo largo de los años, autónomos que presentaron gastos de lo más variopintos para pagar menos en sus declaraciones de IVA. Más allá de la anécdota, la Inspección y los asesores coinciden en en recordar que la administración cuenta ya con sistemas de detección muy sofisticados derivados de la inteligencia artificial por lo que seulen saltar las alarmas cuando el gasto no está justificado en una actividad.
- Operaciones de estética y visitas al psicólogo
“Hace poco, los dueños de una sociedad nos enviaron, junto a las facturas correspondientes a su actividad, los recibos de un aumento de pechos”, recordó uno de los gestores consultados, que prefiere mantener el anonimato. También “las visitas personales al psicólogo, un concepto que no procede incluir en la declaración de IVA en ningún caso”, aunque, fuera de toda broma, hoy en día hay cada vez más casos entre los autónomos de estrés y ansiedad derivados de la actividad que desempeñan, explicó.
- Discotecas y ocio nocturno
En caso, algún autónomo han intentado justificar como deducibles los gastos que hicieron durante su tiempo de ocio, como pagos en discotecas. Incluso, “una vez, uno de ellos intentó deducirse el IVA de los gastos de una boda a la que asistió”, recordó otro de los gestores consultados por este diario.
“Recuerdo a dos socios que, tras el reparto de sus dividendos, decidieron comprarse un vehículo cada uno. Eso sí, al tener una empresa de transporte, intentaron deducirlos y aseguraron que los iban a destinar a uso como taxis. Para intentar que pasaran como tales, se compraron exactamente el mismo coche: la misma gama, los mismos acabados, la misma tapicería…” relataron a este diario fuentes de Gestha, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda.
- Presentar la declaración sin ropa
Otra llamativa anécdota, más allá de los variopintos gastos que los autónomos intentan deducir en sus declaraciones de impuestos, tiene que ver con las circunstancias en las que algunos trabajadores por cuenta propia reciben a los técnicos y agentes de Hacienda. En este sentido, desde Gestha recordaron el caso de un contribuyente que recibió la visita de dos agentes completamente desnudo. Al parecer, su negocio era un chiringuito de playa ubicado en una zona nudista, lo que le sirvió para acudir a la cita en esas condiciones.
- Considerar los trajes como uniforme de trabajo
En ocasiones, la profesión del trabajador por cuenta propia le obliga a vestir de una determinada manera y en algún caso podría estar justificado el uso de alguna prenda especial para protegerle, por ejemplo. Pero se ha dado la circunstancia, no aislada por ciento, de profesionales que se han querido desgravar la ropa de calle. En este contexto, los gestores recordaron la anécdota de un letrado que intentó desgravarse el IVA de las camisas, corbatas, zapatos y trajes que utilizaba para trabajar. “Cuando Hacienda le advirtió que no podía hacerlo, intentó que, al menos, le dedujeran el impuesto proporcional a los días del año en los que había trabajado”, narraron. Por supuesto, el argumento no terminó de cuajar. Sobre este tema, cabe recordar que “a no ser que la compra se realice en una tienda especializada en ropa de trabajo, se trata de un gasto de muy difícil justificación”, tal y como explicó a este diario Domingo Gallego, asesor jurídico de ATA, en otra ocasión.
Además de los gastos más raros que los autónomos intentan desgravarse, los técnicos de Hacienda destacaron a este diario otras anécdotas quizá más cercanas a cierta picaresca por parte de algún trabajador por cuenta propia. En este caso, la de un empresario que, intentando aparentar unas cifras de negocio modestas, apareció a su cita con la administración vestido “con ropa harapienta y sucia. Al final, resultó que cobraba grandes cantidades de dinero de manera irregular”, relató Jose María Mollinedo, secretario general de Gestha.
- Incluir todos los gastos de índole personal
“Hay algunos autónomos que nos envían absolutamente todos sus gastos. Desde la compra de un secador de pelo a una tostadora. Ellos nos dan las facturas, y nosotros tenemos que hacer la labor de filtrar la validez de los gastos. Cuando se lo dices, muchas veces a ellos mismos les da la risa”, comentó otro de los gestores consultados.
- Las actividades extraescolares de los hijos
Tal y como afirmaron los técnicos de Hacienda, algunos de los gastos más comunes que los autónomos suelen intentar “colar” en su declaración de IVA son los relativos a sus hijos. Así, Mollinedo recordó una situación en la que un trabajador por cuenta propia declaró una factura emitida por una academia de inglés, argumentado que se trataba de una formación para mejorar sus competencias en el trabajo. “Cuando se preguntó a la propia academia, se descubrió que se trataba de las clases extraescolares del hijo del autónomo, de 12 años”, concluyó.
Hacer pasar el mobiliario doméstico como gasto de empresa es uno de los trucos más utilizados por los autónomos para deducir el IVA de sus gastos personales. En torno a esta situación, desde Gestha narraron una situación en la que un trabajador por cuenta propia intentó, sin éxito, hacer pasar como gasto de empresa la compra de un sofá-cama alegando que, “en ocasiones, tenía que quedarse a descansar en la oficina. No hizo falta acudir hasta allí para saber que se trataba de un gasto personal”, valoraron.
Los gestores advierten sobre los gastos que son casi imposible justificar
En el lado contrario, muchos de los gestores consultados por este diario advirtieron sobre los criterios tan restrictivos que tiene Hacienda sobre las deducciones. Muchos autónomos se han quejado de que la ley se ha posicionado en un extremo en donde casi ningún gasto es justificable ante Hacienda pese a que algunos son imprescindibles para la actividad. En este sentido, las deducciones que giran alrededor de los vehículos son muy complicadas de justificar pese a que muchos profesionales necesitan su vehículo a diario para desempeñar su trabajo. Esto afecta de forma especial a los autónomos del entorno rural, que en muchos casos necesitan de un coche para poder desplazarse a diario durante el ejercicio de su actividad profesional. Vivir y trabajar en un pueblo hace imprescindible el uso del vehículo para entregar un pedido, para hacer gestiones en la ciudad más cercana, para visitar a un cliente, para traer una mercancía de un proveedor, para acudir al banco,…
Por un lado, si se quiere deducir el 100% del IVA en la compra de un vehículo, el autónomo debe ser un profesional que se dedique en exclusiva a actividades relacionadas con el transporte. En caso contrario, las deducciones pueden llegar al 50%. Con respecto a los gastos derivados del vehículo, como el combustible, las reparaciones o los tickets de aparcamiento, Hacienda suele cuestionar y excluir su validez a casi todos los profesionales salvo los que su actividad esté relacionada con el transporte de mercancías o personas, una cuestión a tener en cuenta debido a que muchos autónomos siguen pensando que se trata de gastos justificables porque necesitan el vehículo para trasladarse o para trabajar.
En el caso de los viajes de negocios, los gestores mostraron su preocupación sobre la cantidad de gastos -alojamiento, comidas o billetes de tren, entre otros- que los técnicos de Hacienda no consideran como deducibles porque la ley lo impide, a pesar de ser necesarios para el desempeño profesional, sobre todo en el caso de los autónomos que realizan actividades comerciales.
El problema es, como en cualquier gasto, demostrar que era necesario y se ha realizado exclusivamente para la actividad. En el caso del carburante, por ejemplo, Hacienda aduce que no se puede saber si ha sido para realizar trayectos por trabajo o para un viaje personal. Lo mismo ocurre con un ticket de parking, un taxi, una comida o un viaje. La reclamación de los autónomos es que hacienda debería establecer algún mecanismo y criterio claro para poder justificar estos gastos cuando son realmente afectos a la actividad o un porcentaje al menos de ellos.
“En la práctica, hay autónomos que están teniendo estos gastos, y Hacienda no los admite alegando que no se pueden vincular directamente con el trabajo. Debería establecerse un criterio claro y permitir a los trabajadores por cuenta propia deducirse, al menos, una parte de este tipo de gastos”, valoró a este diario Juan Ignacio Ramos, socio de Peraro Asesores.
La conexión a Internet o el teléfono móvil son otros de los puntos más polémicos alrededor de los gastos deducibles por los autónomos. Sobre este tema, Ramos explicó que, en muchas ocasiones, este tipo de conceptos suelen ser difíciles de justificar, al mezclarse su uso profesional con el personal. “Aconsejaría contar con dos líneas, una exclusiva para el desempeño de la actividad y otra para fines personales”, añadió.
Algunos gestores advirtieron sobre los pack que comercializan las operadoras de telefonía. Hacienda no suele admitir más que una línea de móvil y rechaza el resto si son familiares y, por supuesto el teléfono fijo de la casa y la conexión con alguna plataforma de televisión.
Por último, los gestores consultados por este diario hicieron un importante aviso para los autónomos que piensen que tienen pocas posibilidades de recibir una inspección de Hacienda e incluyan en su declaración gastos deducibles de dudosa procedencia. En este sentido, gracias tecnologías como la Inteligencia Artificial, que ya utilizan en la Agencia Tributaria, “es mucho más fácil que se detecten posibles irregularidades”, valoraron.
¿Qué gastos sí pueden deducirse los autónomos?
Las reglas para poder deducir los gastos de los autónomos se recogen en la ley del IVA. Sin embargo, la normativa sólo deja claros los gastos que en ningún caso son deducibles, como las joyas, el tabaco u otros gastos personales. Además, el texto deja claro que “los empresarios o profesionales no podrán deducir las cuotas soportadas o satisfechas por las adquisiciones o importaciones de bienes o servicios que no afecten, directa y exclusivamente, a su actividad empresarial o profesión”.
Lo que es lo mismo, todos los gastos relacionados con la actividad profesional que estén sujetos al Impuesto sobre el Valor Añadido podrán ser deducidos por los autónomos, excepto en los casos contemplados. Y, ante una regulación tan amplia, se corre el riesgo de que una inspección de Hacienda sirva para denegar una serie de conceptos cuya relación con la actividad no pueda demostrarse. Para prevenirlo, conviene conocer bien cuáles son los gastos que los trabajadores por cuenta propia suelen deducirse sin problemas:
- Consumos de explotación, o los gastos generados en la compra de los materiales necesarios para desarrollar la actividad.
- Bienes de inversión, como maquinaria, ordenadores u otros bienes que se utilizan para desarrollar la actividad.
- Servicios de profesionales independientes que se necesiten, como una gestoría, abogados, auditores, ingenieros para una obra…
- Alquiler del local necesario para la actividad. En el caso de que un autónomo trabaje en su vivienda, la Agencia Tributaria suele admitir una deducción máxima del 30%.
- Gastos de manutención, como comidas en restaurantes, por un importe máximo de 26,67 euros diarios.
- Asistencia a ferias o eventos relacionados con la actividad económica.
- Compra de un dominio web.
- Tarjetas de visita o publicidad del negocio.