Bill Gates no es un fan del mercado de las criptomonedas y de aquellos negocios relacionados con estos activos. Han sido varias ocasiones en las que se ha pronunciado al respecto, como por ejemplo el pasado mes de marzo, donde rotundamente afirmaba que: “Si no tienes tanto dinero como Elon Musk, cuidado”, refiriéndose a la desconfianza que le provocan las criptodivisas debido a la elevada volatilidad de su valor.
Sin embargo, más recientemente se pronunció de nuevo con motivo de la popularidad de los famosos NFT (Non-Fungible Token) conocidos como Bored Apes (“Simios Aburridos”). Una vez más, el multimillonario mostraba su repulsa hacia el mundo blockchain.
La ‘fiebre del mono’
Los Bored Apes son unos diseños de monos de colores que se adquieren mediante pago por criptomonedas. El furor que causaron en Internet fue tal, que durante meses el precio de los más codiciados se situó casi en el medio millón de dólares. Sin embargo, su precio se ha reducido drásticamente con el panorama cada vez más pesimista en el que se encuentran las criptomonedas. Por ejemplo Bitcoin y Ethereum, las dos criptodivisas más valiosas en la actualidad, se han desplomado ambas alrededor de un 15% en los últimos 7 días.
Sobre esta colección de monos, el propio Gates comentaba: “Se basan en la teoría del más tonto, que alguien terminará pagando“. El mismo explica que las vertiginosas subidas de precio que estos NFT experimentaron se debían a la enorme popularidad de la que hasta hace no mucho gozaba Bitcoin, así como del fenómeno viral en el que se convirtieron estos simios en internet.
Para Gates, el último (“el más tonto”) en adquirir estos NFT ha cargado con las pérdidas relacionadas con el desplome generalizado del mercado crypto. “Obviamente, unas caras imágenes digitales de monos van a mejorar muchísimo el mundo”, afirmó de manera sarcástica el magnate estadounidense, durante un coloquio sobre medio ambiente que organizó la revista especializada en tecnología TedCrunch.
Un servicio “utilizado para evadir impuestos”
En la misma entrevista, Bill Gates explicaba que en ningún momento apostaba por el mundo blockchain: “No estoy metido en eso. Ni [invierto] en corto ni en largo”. Lo explicaba afirmando que prefiere destinar fondos a empresas que creen productos reales, no en un servicio “cuyo anonimato es utilizado para evadir impuestos”. Comentaba entonces que: “Estoy acostumbrado a activos que fabrican productos, como una granja o una fábrica“.
El magnate aseguraba estar centrado en buscar soluciones que pudiesen frenar el calentamiento global, así como evitar pandemias futuras. Y es que, mientras invierte en aquellas ideas que considera que pueden ayudar a mejorar el mundo, también ha dedicado sus dos últimas obras al cambio climático y a el tema de potenciales nuevas enfermedades.
Así, las declaraciones del cuarto hombre más rico del mundo van de la mano con un escenario muy complicado para las criptomonedas. Y es que el Bank of America ha declarado recientemente que el colapso financiero de Bitcoin es el mayor en 50 años, y el quinto más fuerte de la historia. En apenas un año, la principal criptodivisa ha sufrido una caída del 77%: de un máximo de 69.000 dólares a un valor actual de en torno a 16.900 dólares.