Ha trabajado en diferentes empresas y ha sido veterinario durante más de dos décadas. ¿Qué le lleva al mundo de la innovación y la investigación en el sector ganadero?
Supongo que el cansancio de los años y la necesidad de plantearte nuevos retos en la vida profesional. Llega un momento donde te replanteas tu vida, yo lo hice y decidí darle un giro hacia lo que más me gusta de mi profesión; buscar respuestas a muchas preguntas que quedan todavía por resolver.
De todas las ganaderías, ¿cómo y por qué apuesta por la de porcino?
Durante 23 años trabajé para una cooperativa en la que se elaboraban piensos para todos los animales, desde caracoles o chinchillas hasta vacas. Por la zona en la que vivo, la localidad de Tauste en las Cinco Villas, la especie más presente era el cerdo. El sector porcino está en constante evolución en investigación: primero fueron las patologías, después el comportamiento animal, ahora construcciones y emisiones… Aposté por el porcino porque es el sector con más posibilidades de investigación, con más interrogantes en algunos campos.
Recientemente ha sido nombrado presidente de Anaporc, la Asociación Nacional de Porcinocultura Científica. ¿Cuál es la misión de esta asociación?
Aglutina a una buena parte del sector porcino español, actualmente tenemos 450 asociados. La misión de la asociación es hacer participes a los profesionales del porcino de nuevos conocimientos fruto de la investigación y cercar a nuestros socios a los últimos adelantos e inquietudes del sector. Nuestros principales objetivos son acercar más, si cabe, al socio a la realidad del sector en el campo de la investigación poniendo a su alcance la máxima cantidad de información fruto de esta investigación y de la innovación para que pueda aplicarlo en el día a día en sus explotaciones. Todo ello lo hacemos a través de nuestra revista mensual y mediante la celebración de nuestros congresos anuales.
¿Qué ha significado para un aragonés estar al frente de esta entidad a nivel nacional?
Evidentemente es un orgullo presidir esta asociación, por supuesto con el apoyo indispensable de toda la nueva junta electa ya que sin ellos sería imposible llevar a fin este cometido. Ser el presidente no es más que un trámite, las cosas se hacen con todo el grupo que forma la junta, es un trabajo en equipo en el que ocuparé el mandato durante los próximos dos años, hasta que se convoquen nuevas elecciones. En Anaporc cada dos años se renueva la mitad de la junta, es nuestro sistema de funcionamiento.
Serán muchos los retos que estarán abordando en un sector tan implantado en España, pero sobre todo en Aragón como es la ganadería de porcino. ¿En qué están trabajando en este momento concretamente?
En este momento tenemos varios frentes de investigación abiertos. Uno de ellos, de gran importancia, es la peste, que nos preocupa a nivel patológico sobre todo. Otro de los temas de peso en el que estamos trabajando es en la medición de emisiones a la atmósfera. Además, en la zona de Tauste, concretamente, se están llevando a cabo pruebas que están obteniendo resultados satisfactorios empleando productos de índole natura, como plantas y extractos naturales para solucionar problemas en madres como la diabetes gestacional de cerdas muy prolíficas o problemas de anóxia en lechones, evitando así el uso de medicamentos o químicos.
-En este sentido, como veterinario e investigador, ¿cree que se aborda la información del sector porcino con el rigor y las fuentes de información debidas?
Existe un problema evidente: la desconexión entre lo que es realmente y lo que se cuenta. Decir que los pedos de las vacas aumentan el agujero de la capa de ozono vende, como denostar las macrogranjas. En España, el tema de las granjas está regulado por ley. Si alguien pone en marcha una explotación de unas características determinadas es porque la ley se lo permite. Otra cosa es que no nos gusten las leyes que tenemos; entonces habrá que cambiarlas, pero eso no tiene que ver con el sector porcino. Nadie habla de la granja de China de 80.000 animales que se crían en bloques con 7 plantas. Todo evoluciona y el sector productor de animales también, lo que no se debe hacer nunca es romper el equilibrio con el medio ambiente. Es el país de Europa que más se cumple la ley en bienestar animal, y puedo asegurar que una granja española tiene más controles e inspecciones que cualquier otra empresa en España. Por eso, desde Anaporc luchamos para que la información llegue a una sociedad que todavía desconoce cuál es el trato que se da al animal aquí.
En Aragón el crecimiento del número de explotaciones ha sido exponencial en los últimos años. ¿Hay mercado y espacio para todos?
Sí, quizás en algunas zonas denominadas saturadas ya no se puede construir más granjas, pero Aragón es un territorio muy grande y hay zonas donde todavía podemos seguir creciendo, eso sí, siempre manteniendo un equilibrio medioambiental y gestionando correctamente nuestras explotaciones.
Los niveles de nitrógeno y metano son otros de los problemas que se están empezando a poner sobre la mesa. ¿En Aragón se están haciendo las cosas bien? ¿Existen o se están investigando nuevas fórmulas que ayuden a reducir el impacto de ambas emisiones?
Aragón es una de las comunidades autónomas donde más se está trabajando en este tema. El sector en Aragón es plenamente consciente del problema y se está trabajando para minimizarlo. Claro ejemplo es el Centro Gestor de Estiércoles de Tauste, al que han concedido recientemente el premio a la sostenibilidad por el ayuntamiento de Lorca, o el Centro de Gestión de Ejea de los Caballeros, núcleos muy importantes en la ganadería de porcino en Aragón. En este sentido, se está trabajando en fórmulas para minimizar la emisión de gases a la atmósfera, incluso haciendo mediciones de los mismos mediante sistemas con drones adaptados para tal fin sobre balsas de purines. Desde Anaporc estamos intentando rebatir las cifras que sobre papel ha marcado el gobierno. Unos datos que, según los resultados de los estudios que estamos llevando a cabo en campo, no se corresponden para nada con la realidad y que perjudican la imagen del sector porcino.
El contexto bélico en el que nos encontramos hace que Rusia quede fuera en la lista de países importadores. Por otra parte, la cabaña china se está recuperando. Las cifras de exportación a este país están bajando desde 2020. Un informe de la Cámara de Comercio vaticina un 10% menos de ventas de carne de cerdo en aquel país. ¿Tiene la cabaña de porcino española un plan B?
Rusia no nos compra ya desde 2014 debido al conflicto con Crimea. Respecto a China sí que ha descendido en estos últimos meses las importaciones, pero parece que vuelve a haber un repunte en las mismas; de todas formas, el sector es consciente de que no es bueno tener sólo un cliente y para ello está incrementando relaciones comerciales con todos los demás países del sudeste asiático.
A principios de los años 80 se criaban ocho cerdas en casa. Ahora, cuatro décadas más tarde, hay explotaciones de 3.000 madres con una producción de 32 lechones al año. ¿Qué papel ha jugado la ciencia en este aumento de la producción?
Por supuesto, la investigación y la innovación han sido claves en la genética de las cerdas. Las construcciones, el manejo de los animales y la alimentación han hecho posible que lleguemos a los datos productivos actuales.
¿Hemos tocado techo en tasa de partos?
No solo es que hayamos tocado techo en España, sino que muchas de las empresas que tenían como objetivo tasas de parto de 30 lechones o más están echando marcha atrás en este sentido y volviendo a cerdas menos prolíficas, pero que dan muchos problemas. Hace unos años, la cerda danesa, altamente prolífica y que para su sistema de producción funciona muy bien, entró en España y muchos vieron mayor rentabilidad. Con los años se ha demostrado que en España esta no es la mejor especie y por eso se está volviendo a llenar las granjas de cerdas con mejor genética, que paren más que antes aunque menos que las danesas, unos 28 lechones, pero con las que se gana en salud tanto de la madre como del lechón.
Hablando de genética e innovación, la producción ecológica de porcino es una tendencia que gana terreno. ¿Está ligada al desarrollo científico?
Por supuesto, el estudio de un mejor bienestar animal, mejores construcciones, mejor alimentación ecológica y la sustitución de antibióticos por productos procedentes de plantas hacen que la producción de cerdo ecológica pueda evolucionar. La producción ecológica está en auge, y como he explicado anteriormente, desde Anaporc estamos investigando para llevar al mercado productos naturales, tanto para el tratamiento de los animales como para su alimentación.
La carne de cerdo es excluida de algunas dietas. ¿Cómo poner en valor la carne de cerdo? ¿Cuáles son las propiedades que tenemos que tener en cuenta?
Para poner en valor la carne de cerdo contamos con nuestros buenos amigos de Interporc (Interprofesional del Porcino de Capa Blanca) que hacen una labor inconmensurable en toda España recorriendo pueblos y ciudades, además de difundir el mensaje a través de medios de comunicación como la televisión y la radio. La carne de cerdo es una carne blanca, saludable e indispensable en cualquier dieta mediterránea que se precie.