Sergio “Kun” Agüero tiene hoy una nueva camiseta: la de emprendedor. Influencer, estrella de Disney y a punto de entrar en el mundo del metaverso con su Kuniverse, son solo algunos de los nuevos proyectos en los que está trabajando.
Su vida está signada por logros a lo largo de sus cortos 34 años. Con 15 años, un mes y tres días, se convirtió en el jugador más joven en debutar en la Primera División. Fue transferido desde Independiente al Atlético de Madrid a los 18 años por US$28 millones, récord para el fútbol argentino aún hasta el día de hoy. Tras cinco años en el equipo de la capital española, recaló en el Manchester City de Inglaterra en el que permaneció durante 10 temporadas y ganó 15 títulos, cinco de ellos de la Premier League. Es el autor del gol más importante del City, el logrado en el minuto 93:20 ante el Queens Park Rangers en 2012 que le dio el título al equipo después de 44 años. Es el máximo goleador histórico del club y máximo goleador extranjero de la liga inglesa. Al punto que se erigió una estatua en honor a su figura en las afueras del Etihad, el estadio del Manchester City.
Sin embargo, no todo fue sencillo. El año pasado su vida tuvo un punto de inflexión. Entre lágrimas anunció su retiro del fútbol cuando jugaba en el Barcelona por una afección cardíaca. Ese fue un nuevo comienzo.
Pionero en el uso de las redes sociales: con más de 75 millones de seguidores entre Facebook, Twitter, Instagram, TikTok, Youtube y Twitch, mantiene un activo contacto en todas las plataformas. En la pandemia incursionó en el streaming logrando niveles récord de audiencia. En ese contexto ideó y fundó Krü Esports, un club dedicado al gaming que tiene su sede en Palermo y es referente en el mundo gaming de Latinoamérica. Además de Krü tiene varios proyectos relacionados al gaming, metaverso, web3 y bebidas enfocadas a gamers que verán la luz antes de fin de año. El próximo martes lanzará Kuniverse, su espacio en el metaverso en asociación con The Sandbox. En un mano a mano exclusivo con LA NACION muestra su nueva historia: la del futuro.
-¿Qué sentís cuando revivís tus principales hitos?
-La verdad es que todo fue muy bueno, cómo fue evolucionando, ¿no?. Desde que arranqué a jugar, uno siempre piensa en el fútbol y llegar al tema de la tecnología fue algo muy loco.
-Encima se da cuando tenés solo 34 años…eso también parece muy desafiante…
-El fútbol es parecido al gaming. Y eso me hizo meterme más de lleno en el gaming y por eso fue que después creé Krü Esports.
-¿Ese mundo paralelo es cada vez más real?
-Yo siempre fui de conectarme con la gente en las redes sociales, pero vi que en el gaming podía conectarme aún más. Todo esto me llevó a crear Krü Esports. Ya lleva dos años y la verdad es que está teniendo mucho éxito. Arrancamos con FIFA, cuando comenzó todo, y ahora ya tenemos muchos juegos y nos está yendo muy bien. Pero es una cuestión muy parecida al fútbol, donde trato de replicar cómo me trataron a mí. Intento llevar lo mismo al gaming porque obviamente yo soy de esos que cree que los jugadores son los que te llevan al éxito y creo que tratándolos bien, dándole todas las herramientas que necesitan, el club crece solo, ¿no?
-Ahí hay una cuestión que pocos conocen y es que también requiere de entrenadores, de psicólogos, hay todo un mundo detrás.
-Sí, nosotros tenemos de todo. Primero y principal, tenemos la sede en Palermo, donde están todas las salas de entrenamiento y de competición. Los chicos concentran ahí, entrenan en el lugar, tienen entrenador, un analista, que es el que pone la lupa en los partidos de los rivales, hay un psicólogo, un nutricionista. Ahora estamos tratando de sumar un profesor para que aprendan inglés. Hay muchísima gente, la verdad que es increíble, porque está creciendo mucho. Pero esto es muy parecido al fútbol. Muy parecido. Es algo que a mí me gusta mucho, y me gusta que los chicos estén bien, con gente trabajando las 24 horas para lo que necesiten.
– Dicen, los que saben, que no solo tenés todo ese equipo sino que te involucras personalmente. Que sos alguien que no deja solo que otros hagan, sino que investigás, lees todo acerca de lo que viene.
-Sí, exacto. Yo siempre fui de mirar personalmente cada negocio o cada cosa que se me presenta. Soy de meterme a fondo con los proyectos porque la verdad es que es mi imagen y obviamente, prefiero cuidarla a pleno. Me meto a full para que todo esté lo mejor posible y que no haya ningún problema, pero también tengo gente que trabaja muy bien, aunque a la hora de decidir me consultan a mí y a veces, tengo que ceder o ponerme firme.
-93:20, un número que hizo historia en el fútbol y hablamos de un tiempo puntual. Debés haber visto un millón y medio de veces ese gol pero ¿qué te genera?
-Un montón de veces (se ríe). Sabíamos que ese partido lo teníamos que ganar, había muchos nervios y yo no estaba jugando del todo bien. Se me ocurrió justamente bajar un poco para poder recibir la pelota y “a ver una”, como justo dijo el relator, “a ver si me queda una”. Y lo viví a full. En ese momento no era consciente de lo que había hecho, pero iban pasando las horas y los días y me di cuenta que ese gol fue para mí lo más lindo porque, claro, en ese momento estaba en shock. Son cosas que uno va entendiendo con los años.
-Ahora estás trabajando en un nuevo mundo que es Kuniverse. ¿Cómo y por qué se te ocurrió?
-Kuniverse es una plataforma de The Sandbox y como me gusta todo el tema de la tecnología, empecé a investigar que es el metaverso. Ahí surgió la idea, con gente muy especializada, de crear Kuniverse. Y lo que a mí me llamó la atención y gustó, es que la gente puede jugar y hacer desafíos gratuitos. Y lo que hicimos fue armar un mundo para que la gente ahí mismo pueda jugar, hacer desafíos, ver fútbol, hay lugares de gaming.
-Hay otra causalidad. Recién hablábamos del minuto 93:20, acá cuando mirás los avatares son ¿cuántos? Son 9320.
-Exacto, son 9320. Hicimos eso y la verdad que está muy bueno porque son avatares únicos. Y, como te digo, la gente puede hacer los desafíos sin poner un dólar y, según el desafío, podés tener beneficios y ganar un avatar. Como te dije, lo que más me gusta es que podamos divertirnos y disfrutar, y eso era lo que yo buscaba con la gente, conectarme en ese sentido.
-The Sandbox es la tierra donde está tu universo que es un proyecto también de grandes emprendedores
-Sí, por eso digo, hay mucha gente que por ahí no suele entender mucho, pero poco a poco, uno aprende y va entendiendo, le vas agarrando la mano. Tenés 9320 avatares que son únicos. No es que otra persona va a tener el mismo avatar, nadie puede tener el tuyo. Eso es lo más lindo.
-Del futuro te llevo al pasado reciente. Hace un año vos viviste un momento muy doloroso que fue tu retiro del fútbol profesional por una afección cardíaca…Los psicólogos dicen que el tiempo todo lo cura y demás. ¿Crees en eso?
-Sí, yo creo que sí. Yo no la pasé tan mal porque a mi familia, que estaba conmigo apoyándome. Lo que sí no me esperaba era estar dejando el fútbol de esta manera. Fue duro tomar esa decisión, pero yo soy de esos que, cuando pasan las cosas piensa que hay que seguir para adelante. Vengo con ideas de armar cosas desde diez u once años, de tener cosas para hacer cuando dejara el fútbol y no quedarme todo el tiempo partidos. Mi objetivo era poder hacer algo más después del fútbol y cuando pasó esto me puse más en la cabeza de seguir armando proyectos. Ahí fue que sucedió el tema del gaming y todo esto que estoy por hacer. Pero también estoy seguro que si no fuese el gaming habría otras cosas con las que me hubiese entretenido.
-Esa resiliencia es también un poco el made in Argentina adonde hay que superar todo el tiempo obstáculos
-Sí, exacto. Lo que pasó ya está, no hay vuelta atrás. Lo único que queda es aprender. Yo soy de esos que siempre, todo el tiempo aprenden cosas, y es lo que pasa en la Argentina. A mi me da mucha bronca (no quiero entrar mucho en detalle), pero es una lástima porque creo que la Argentina tiene todo para mejorar, para que las cosas se hagan bien. Y uno estando afuera (yo me fui a los 18 años) y la verdad que no veo muchos cambios desde que me fui, un poco te molesta. Pero nosotros no podemos hacer mucho, lo único es tratar de que la gente sea feliz y pueda mentalizarse en buscarse algo que lo llene de felicidad, de alegría.
-Hablando de lo que viene. De golpe te buscó Disney porque le gustaba lo que hacías en Twitch, tus reacciones, tus formas, y la gente a veces elige, en vez de ver el partido, ver tus reacciones. ¿Cómo lo vivís vos, que sos, en definitiva, el protagonista?
-La propuesta me interesó porque dejaron que yo haga lo que a mí más me gusta, que era hacer streaming y poder conectarme con la gente y poder tener un diálogo ahí en el momento. Y entonces ellos decidieron que hiciera lo mismo que estaba haciendo por streaming pero en Star+. Y la verdad me gustó. Es fútbol pero tengo que medirme con las palabras, porque no es lo mismo en streaming que en Star+. Por ahí hay alguna jugada y me enojo e insulto. Pero insulto en el sentido de buena leche.
-Se viene el Mundial. ¿Cómo estás viendo a la Argentina?
-Sí, la verdad que falta muy poco para el Mundial. Voy a estar allá en Qatar ahí con los chicos. Tampoco es que voy a estar las 24 horas molestando, pero sí alentando. Yo creo que Argentina está, desde que ganó la Copa América –que estuve yo- a tomar mucha confianza y a partir de ahí se generó una estabilidad que antes no tenía. Esta Selección está muy convencida, sabe a lo que juega. Después, bueno, podes perder, pero tenemos una idea de juego, y yo creo que en el Mundial puede ser muy importante. Si pasamos cuartos de final creo que tenemos chances de llegar al objetivo. Que no quiero decir qué es, para ir poco a poco. Lo primero es pasar la fase de grupos. La clave está en cuartos de final.
-Cómo imaginás tu futuro?
-Soy un poco inquieto, me adapto rápido a lo que venga. La tecnología está avanzando mucho y soy de esos de estar mucho con el gaming y el metaverso. En unos años esto va a crecer mucho, y la gente va a empezar a divertirse. Con un celular, una portátil, podés disfrutar y hasta salen muchos jóvenes talentosos con ideas muy buenas, porque todos tenemos posibilidades de seguir proyectando lo que queremos para el futuro.