Tiago Nunes (1980, Brasil) fue el encargado de poner al Athletico Paranaense en el mapa futbolístico sudamericano tras alzarse con la primera copa internacional del equipo, la Sudamericana. Por sus manos han pasado jugadores que hoy brillan en Europa, como Bruno Guimarães o Renan Lodi. El entrenador repasa para AS en la previa de la final de la Copa Libertadores la actualidad de su ex equipo y da pistas de lo que se podrá esperar de Brasil en el Mundial de Qatar 2022.
Con el Paranaense, usted tocó la gloria. ¿Cómo recuerda ese año 2018 donde ganó la Sudamericana?
Fue un año mágico para mí. Cuando llegué fue para entrenar al equipo sub20, porque no había segundo equipo por entonces. Ese año justamente se crearía ese equipo y tuve la oportunidad de convivir con jugadores que ya estaban en el club, como Bruno Guimarães o Lodi. Eran inseparables, casi parecían una pareja. El segundo equipo fue para Bruno una salvación, y para mí también porque me cambió la vida. En 2018 sale Fernando Diniz por los resultados poruqe el equipo estaba casi peleando para no descender. Ese conjunto tenía jugadores con mucha jerarquía, pero estaban en un momento muy malo. Mi primer objetivo no era salir campeones, mi primer objetivo era sacar al equipo de la zona de descenso. En diez jornadas lo logramos y con el paso del tiempo vimos que era posible pelear por la Sudamericana, que ganamos, y al final del año en liga peleamos por entrar en los puestos de Libertadores.
En su conjunto había grandes jugadores que ahora triunfan en Europa, como Bruno Guimarães o Renan Lodi, ¿cómo les recuerda en el equipo?
Renan (Lodi), en mi primera temporada, se afianzó como uno de los pilares del equipo. En 2017 estaba a medio camino entre el equipo sub20 y el primer equipo. Él es un jugador que marca la diferencia, principalmente en el tema ofensivo, era casi como un extremo. Prácticamente todas las jugadas ofensivas pasaban por él. Tenía gol, tenía la capacidad de asistir, era algo increíble de ver en un jugador tan joven. Siempre tuve la certeza que Lodi tenía que ser titular en el Paranaense.
Bruno (Guimarães) era y es un jugador con gran corazón. Tiene algo que no tienen otros jugadores y es su visión de juego. Tenía una gran capacidad para dominar, jugar a un toque, proteger el balón, regate, llegada al área… En 2018 aún estaba verde. Tenía mucha energía y muchas veces tenía que darle ritmo al partido. Aprendió mucho con ‘Lucho’ González en ese aspecto. En el equipo tuvo muchas fases, empezando en 2019 como organizador y luego casi como mediapunta al final, jugando entre líneas.
Bruno Guimarães ha estado relacionado con equipo punteros en Europa tras su explosión en el Newcastle, ¿le ve usted jugando en algún grande dentro de poco tiempo?
Creo que sí, sí veo a Bruno jugando en un grande. Cuando él estaba en el Paranaense muchos clubes preguntaron por él. Me llamó gente del Benfica para preguntar si podría llegar al equipo y les dije que sí, sin duda. Con el Paranaense hablé del Madrid, Barcelona, de los grande Europa en general. Bruno es una persona que, a parte de su calidad técnica, sabe jugar bajo presión. En los grandes partidos poco le importa si está delante de cinco mil u ochenta mil personas. Cuando llegó a Europa con el Lyon apenas tardó diez días para ser titular en la Champions. Es un jugador especial que sabe mantener el nivel durante mucho tiempo. Tiene una mentalidad ganadora que le hace ser diferente a los demás.
¿Qué diferencias ve entre su equipo y el de Scolari?
Este Paranaense tiene mucho más respeto que antes por parte de los rivales. Ya está consolidado como un equipo de la primera línea de Sudamérica. Cuando llegué yo, el equipo estaba buscando su primer título internacional. Este es un equipo muy competitivo. Scolari es un tipo ganador. Ganó Mundiales, Libertadores y está acostumbrado a jugar este tipo de partidos y sacar el máximo partido de ellos. El Furacão está en un momento de madurez y está listo para jugar cualquier competición.
El año pasado, el Paranaense logró alzarse nuevamente con la Sudamericana y es un rival a batir en el Brasileirão. ¿Cuál cree que usted que ha sido el gran éxito del club para llegar a donde está?
Cuando yo estaba había un camino que recorrer y, a día de hoy, ya ha logrado consolidarse. El equipo ha hecho una gran inversión para mantener jugadores, trajo a Fernandinho a ‘casa’, fichó a Vitor Roque procedente del Cruzeiro, nunca antes había hecho una inversión tan grande por un jugador. El club se ha ido preparando durante más de 20 años en su estructura, la tecnología o las capacitaciones de todos los profesionales. Ha llevado un modelo muy claro para desarrollar sus procesos internos. Hoy tiene la capacidad para vender jugadores directamente a Europa, no como diez años atrás donde necesitaba la ayuda indirecta de otro equipo para lograrlo. Todo lo que está aconteciendo ahora es gracias al presidente, Mario Celso Petraglia. El Athletico Parananense ahora quiere cerrar el objetivo de su presidente, ser campeones del mundo. Está a tres partidos de lograrlo, ganando la Libertadores y con dos más en el Mundial de Clubes. Está muy cerca de su objetivo. El único pero es que hay una limitación en la inversión financiera. El equipo vende jugadores y reinvierte en su estructura para mejorar. Sé que el equipo está por la labor de que entre capital extranjero, vendiendo parte del club, para mejorar. Ya está entre los mejores equipos de Brasil.
¿Qué espera del Flamengo para este partido?
Flamengo es un gran equipo. Individualmente tiene los mejores jugadores del campeonato, de gran capacidad técnica. Es un equipo que propone en el partido y está en su ADN ser protagonista. Nos encontramos ante un partido único donde todo es posible. El Paranaense es un equipo muy físico, pero Flamengo seguramente va a dominar las actuaciones ofensivos y el Furacão defenderá a muerte. El partido se definirá en los detalles. No creo que sea un partido vistoso.
El Flamengo viene de una plaga de lesiones, ¿cómo afectará esto al equipo de cara a la final?
El Flamengo es un equipo que tiene jugadores técnicamente muy ofensivos, pero sufre a la hora de mantener la forma física. Cuando están Thiago Maia, Joao Gomes, Arturo Vidal… jugadores muy competitivos y que están por arriba en cuanto a calidad frente a Paranaense. Sin embargo cuando no están, sufren. Flamengo ya jugó otras dos finales, ante River y ante Palmeiras, y tiene jugadores que ya saben lo que es jugar este partido
Además, el equipo viene de ganarle a Corinthians, la Copa de Brasil, ¿cree que esa victoria supone un ventaja para ellos de cara a este partido?
Creo que más bien pueden aprender de ese partido, de las decisiones que tomaron. Principalmente por el bajón de rendimiento que tuvieron en la segunda parte. Corinthians estuvo muy cerca de ganar el partido ahí. Flamengo no va a repetir los mismos errores. Aquí en Brasil quedó la sensación de que ganaron, pero no fueron los mejores.
Brasil viene de cerrar una clasificación increíble para el Mundial, donde se mantiene invicta, ¿ve usted a Brasil como una de las favoritas?
Los brasileños somos muy pragmáticos. Siempre creemos que Brasil va a ganar, pero siempre hay gente que no cree. Aquí decimos que hay casi 300 millones de entrenadores, no es fácil entrenar a la ‘canarinha’. Hay muchos jugadores y seguramente podríamos crear dos selecciones brasileñas con nivel para jugar el Mundial. Desde el punto de vista técnico, el equipo se encuentra en su mejor momento de equilibrio. Tite estableció un modelo muy claro donde no cambió mucho a los jugadores, pero sí la idea de juego. Hay jugadores de su confianza, hay jugadores capaces de marcar la diferencia, como Neymar, Richarlison, Vinicius, Rafinha, Paquetá… Brasil tiene muchas papeletas para salir campeón, pero es un Mundial y todo puede pasar.
¿Qué selecciones ve usted como favoritas para el torneo?
Me gusta mucho Argentina, es una selección a la que siempre hay que tener en cuenta. También están Bélgica, Francia o Croacia. Las selecciones que pueden marcar la diferencia son las más tradicionales. No creo mucho en Alemania o Inglaterra. España tiene potencial, pero hace dos Mundiales que no marca tanta la diferencia. Va a ser complicado.
Tite ha ido desarrollando en los últimos partidos una alineación con cuatro delanteros, ¿Cree que Brasil usará mucho esta táctica en Qatar?
Tite ha logrado establecer un sistema de juego que le permite meter los delanteros que él vea conveniente. El otro día en una entrevista él decía que puede jugar con cuatro o cinco delanteros a partir de la estrategia del adversario. No veo a Brasil jugándole así ante un grande de Europa, o contra Argentina. Ahora bien, contra equipos más defensivos y que marcan mucho la zona baja, lo veo más factible.
Las declaraciones de Mbappé hace un tiempo incendiaron el mundo tras decir que las selecciones europeas eran mejores que las sudamericana, ¿cómo lo valora usted?
El tema financiero marca mucho la diferencia. Siempre que se necesita a un jugador diferente, se busca en Sudamérica. No recuerdo ver a la gente buscando a este tipo de jugadores en Francia, por ejemplo. Nosotros tenemos los mejores jugadores del fútbol. Lo que pasa es que Sudamérica no tiene ese aporte económico que tiene Europa para mantenerlos aquí. Europa tiene grandes jugadores y eleva el nivel técnico en todas sus competiciones porque los mejores están allí. El mejor jugador del mundo es francés, Karim Benzema, pero es de origen argelino. El fútbol es universal, no pertenece a un país o a un continente. La Premier es la mejor liga del mundo, pero los que marcan la diferencia son los extranjeros y no los jugadores ingleses.
Usted ha entrenado a grandes equipos como Corinthians o Gremio, ¿cómo ve la Liga Brasileña en la actualidad?
La liga brasileña está por encima de todas las ligas sudamericanas. Primero de todo, por el tema económico. El Brasileirão tiene la capacidad de atraer a los mejores jugadores del continente y de Europa, que ahora con la guerra de Ucrania, por ejemplo, han podido volver a la liga jugadores de Rusia y Ucrania. Es una liga muy competitiva. El calendario anual es caótico porque tiene 80 partidos en un año. Todos los jugadores tienen la oportunidad de jugar y desarrollarse.
Dos equipos brasileños han llegado a la final de la Libertadores este año, al igual que en los últimos tres años. ¿Cree usted que algún equipo de otro país pueda romper este dominio?
A corto plazo no. A pesar que tanto la Libertadores como la Sudamericana son torneos a eliminatorias, cualquier cosa puede pasar y ls mejores equipos ganan. Lo que están haciendo los equipos brasileños ahora genera que no haya una expectativa a corto plazo para que otro equipo sudamericano pueda luchar contra ellos. En Argentina el tema económico está muy complicado. Boca y River ya no son los mismos equipos que eran cinco años atrás
Las barras bravas siempre han estado presente en Sudamérica. Willian hace poco tuvo que salir de Corinthians, su ex equipo, por enfrentamientos con estos grupos. ¿Cómo ven la situación desde dentro?
En Europa también tuvieron este problema durante un tiempo, pero ya no. Lo que pasa en toda Sudamérica, y en Brasil en particular, es que hay un problema de impunidad. Las personas que hacen este tipo de actos de vandalismo normalmente no se les prohibe la entrada a los estadios cuando se les encuentra culpables. Hay que hacer algo más contundente. La policía muchas veces no tiene el respeto que se merece, entonces el peor problema es ese, que hay impunidad. El que lo hace mal no sufre las consecuencias de sus actos. Las barras bravas tienen mucho poder político en los clubes, no digo en todos, pero en muchos clubes tienen mucha influencia. En los equipos tradicionales donde hay elecciones cada tres o cuatro años, muchas veces la gente depende de esas barras como arma para mantenerse en el poder
¿Qué busca usted en su próximo reto?
En mi próximo reto saldré de Brasil. Voy a ir a un equipo de Sudamérica porque quiero tener la oportunidad de vivir otro tipo de experiencia, de empezar una carrera internacional. Es un sueño para todo entrenador brasileño salir de Brasil e ir a Europa, pero creo que el primer paso antes es internacionalizar nuestro nombre en la propia Sudamérica. Durante mucho tiempo ls entrenadores brasileños se quedaron aquí en Brasil porque el tema económico marca mucho la diferencia. Es fácil quedarse que irse a otros equipos que pagan menos. Voy a salir de Brasil a un equipo en Sudamérica con opciones de pelear por un título nacional y que va a pelear por una competición como la Libertadores. A largo plazo, quiero mirar en Europa, un mercado que me gusta mucho porque tengo ganas de probar que hay buenos entrenadores en Sudamérica y sobretodo brasileños.