El pasado 11 de marzo, Jeannette Jara, administradora pública y abogada de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), asumió oficialmente como la ministra del Trabajo y Previsión Social del nuevo gabinete del presidente Gabriel Boric.
Sin embargo, su historia parte mucho antes, específicamente en la población El Cortijo, en Conchalí, lugar donde se conocieron y casaron sus padres. Fue la mayor de cinco hermanos y hasta su adolescencia vivió con su familia de allegada en la casa de su abuela.
Durante los últimos años de la dictadura nació en ella la vocación política. A los 14 años empezó a militar en las Juventudes Comunistas (JJ. CC.) y salía a pintar murales contra el régimen militar en las calles de Conchalí.
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Sin preuniversitario, y contra todo pronóstico, logró ingresar a estudiar Administración Pública a la Usach. Ahí vivió intensos años de dirigencia estudiantil, ya que en 1997 se convirtió en presidenta de la Federación de Estudiantes (Feusach).
Mientras se desempañaba como funcionaria del Servicio de Impuestos Internos (SII), decidió entrar a estudiar derecho en la Universidad Central. Fue la primera profesional de su familia, pero no la única, ya que apoyó económicamente a sus hermanos para que pudieran estudiar y también a sus padres para que accedieran a la casa propia.
En entrevista con CNN Chile, Jeannette Alejandra Jara Román conversó sobre sus inicios en la vida política. Asimismo, también se refirió al rol que desempeña en el actual Gobierno: “Han sido meses sumamente intensos, pero también estoy muy contenta“, confiesa.
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“Cable a tierra”
Durante su juventud, la actual ministra trabajaba como temporera en los veranos, recogiendo fruta de los huertos de Huechuraba, pero durante el año se preocupaba de estudiar. Siempre fue buena alumna y se convirtió en un ejemplo para sus hermanos menores.
“Me iba bastante bien (en el colegio). Lo que pasa es que en mi casa siempre se inculcó mucho la lectura y ese es un muy buen hábito que permite poder cultivarse uno mismo y también contribuir a que otras personas también se informen, imaginen y construyan con la imaginación muchas realidades”, cuenta.
—Fuiste presidenta de la Feusach, ¿tu padre estaba orgulloso de esta vida política de su hija más grande?
—En lo que más me acompañó mi papá fue cuando me tocó representar a los estudiantes de la Usach (…) Él y mi mamá me acompañaban en todas y cuando una es dirigenta estudiantil pasan cosas, pero mis papás estaban ahí al lado apoyándome todo el rato.
—Desde bien chica se interesó en la política y también era muralista.
—Todos los muros eran una posibilidad de transmitir un mensaje. Yo me integré a la JJ. CC. cuando todavía no terminaba la dictadura y en ese entonces transmitíamos el ‘no hasta vencer’, el ‘fin a la dictadura’ y todos esos mensajes más políticos.
—¿Por qué el PC, que representaba el PC y qué tenía el PC como estructura?
—Para mí representaba y representa algo muy importante que es no ser indiferente a la injusticia y construir una vida mejor. Creo que todas las circunstancias que uno vive en la vida son muy influyentes para ver la necesidad de cambiar las realidades y yo me siento sumamente comprometida y motivaba con esas ideas.
“Por eso, no solo entré a la JJ.CC., sino que me he mantenido más de 30 años en la militancia en un partido que, a mi entender, se la juega profundamente por los derechos de las personas, de los trabajadores y las trabajadoras en particular”, dijo.
—Ahora ha cambiado la sociedad y hay una generación de mujeres jóvenes en el partido que están marcando también un aire distinto, que son ud., la ministra Vallejo, la diputada Cariola, la alcaldesa Irací. ¿Cuál es el sello de estas mujeres comunistas jóvenes?
—Esas compañeras (…) nos han permitido como partido crecer. Es un partido que tiene y va a tener mucho futuro porque tiene nuevas generaciones que se incorporan, pero también incorporar nuevas banderas que tienen mucho que ver con temas que estuvieron en la sociedad, no solo en PC, muy de lado, como el tema de los derechos de la mujer, del respeto a las diversidades, de los temas medioambientales, así que constituyen un aporte sumamente importante para el presente y para el futuro de quienes estamos en el PC de Chile y para el país también.
—Qué dijeron acá cuando el presidente la llama al gabinete y saben que la ministra del trabajo viene de El Cortijo y que tiene toda su familia aquí.
—Fue tan bonito. Primero no les conté, así que estaban enojadísimos conmigo, sobre todo mi mamá (…) Mucha alegría y también fue un orgullo compartido, de poder estar hoy día estar en una responsabilidad que nos permita promover cambios reales.
—¿Qué dijo su abuelita?
—Me puso al tiro el estándar. Me dijo ‘vaya y cumpla’. Y ahí estoy poniendo, y yo creo que todos y todas los que estamos en el gabinete del presidente Boric, todo lo de nuestra parte. Creo que es importante avanzar en lo que hemos comprometido.
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La receta del éxito
El carácter de Jara le ha permitido construir lazos con personas muy distintas. Fue dirigenta sindical en el SII, en 2016 fue subsecretaria de Previsión Social durante el Gobierno de Michelle Bachelet y en esta administración ha hecho una buena dupla con el ministro Mario Marcel, a quien su partido miraba inicialmente con distancia.
Sabe que en el diálogo está la receta del éxito y ha construido mesas de trabajo tripartitas junto a empresarios y trabajadores para sacar adelante las leyes laborales que ha comprometido el actual Gobierno. Hoy, junto a la educación de su hijo adolescente, es ahí donde están puestas todas sus energías.
—¿Cómo han sido estos primeros 7 meses de ministra aquí?
—Han sido bien intensos, si bien yo conocía el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, sin duda todas las responsabilidades, expectativas y esperanzas uno siente que tiene que rendir y cumplir, así que han sido sumamente intensos, pero también estoy muy contenta porque tenemos un buen equipo, hemos logrado entablar buenos diálogos y eso nos ha permitido ir avanzando, así que feliz en ese sentido.
—Han tenido una buena relación con Mario Marcel, cómo fue al principio esa relación porque me imagino que también había, no sé si desconfianza, pero había que conocerse.
—Ha sido una relación muy buena, efectivamente al principio cuando uno no se conoce tiene que hacer esfuerzos sinceros para poder relacionarse bien (…) Cuando tenemos que enfrentar una reforma de las pensiones es muy clave tanto el rol que pueda jugar el Ministerio de Hacienda como por supuesto este ministerio.
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—La primera desconfianza era si el ministro efectivamente estaba comprometido con un gobierno reformador, de cuánto era su compromiso y desde su partido había una preocupación importante porque el programa se cumpliera.
—El ministro Marcel ha sido sumamente claro desde un principio, él vino a posibilitar los cambios, así como todos los ministros y ministras del gabinete y por cierto bajo el liderazgo del presidente y, en ese sentido, creo que ha quedado súper claro que aquí tenemos una hoja de ruta, de transformación en perspectiva y que esa hoja de ruta con todo el diálogo necesario (…) tenemos que ir avanzando en su cumplimiento, así que en eso formamos un buen equipo de trabajo que está en la misma sintonía.
—Usted tenía una relación, al menos, de conocimiento con el sector empresarial. Una de las tres patas de esta mesa que se ha instalado en distintas negociaciones, ¿cómo ha sido esta relación con el empresariado?
—Si bien tenía relación con algunos gremios empresariales producto de mi experiencia anterior como subsecretaria en el Gobierno del presidente Boric, yo creo que hubo un espacio en el cual muchas veces, al principio, podía haber prejuicios, pero que se fueron derrumbando en un diálogo bien franco y que yo espero que siga por ese camino, tanto con la CUT, con la CPC, con las pymes, hemos logrado ir llegando a algunos acuerdos que nos permitan tener una mayor cohesión social y eso es muy relevante.
—Hay un cambio después de septiembre en las posiciones de los grupos políticos porque ese avance que había hasta el PS había sido bien importante, a lo mejor ahora las posiciones cambiaron, ¿cómo lo ve usted?
—Yo espero que no, creo que así como lo que pasó el 4 de septiembre demostró una posición respecto de un proyecto de Constitución que se la había ofrecido al país, también el 18 de octubre del 2019 se expresaron fracturas importantes en la convivencia social y creo que es responsabilidad de quienes estamos en las distintas actorías políticas de tomar nota de aquello y no dejarnos llevar por momentos o contingencias, sino que resolver el nudo esencial que tenemos en la sociedad chilena y que es disminuir la desigualdad.
—¿Qué significa este mes de octubre?
—Es un mes que tiene distintas importancias relevantes para la historia de nuestro país, por un lado, está el 5 de octubre de 1988, donde se derrocó a la dictadura en definitiva y se abrió un proceso de transición a la democracia. Está también el estallido social, la revuelta popular, que sin duda también pone en otro momento histórico la necesidad de proyectar la sociedad chilena de una forma distinta. Tenemos un país hermoso, que ha crecido mucho y generado mucha riqueza, pero que los frutos de esa riqueza tienen que llegar mejor distribuidos para todas y todos.
Dentro del comité político
En este pasaje, la secretaria de Estado cuenta lo que se vive dentro del comité político y las autocríticas que han existido a siete meses de que Gabriel Boric asumiera como Presidente de la República. “Yo estoy muy motivada de poder contribuir también desde otro espacio al Gobierno, así que creo que como el tema del trabajo decente es tan relevante el presidente prioritariamente decidió llevarlo adelante”, expresó.
Asimismo, agregó que: “Es un espacio en el cual se conversan las distintas temáticas nacionales, se aportan algunas ideas al presidente, es bien interesante, pero a mí no me gusta hablar sobre lo que se conversa más adentro porque creo que no corresponde”.
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—¿Cuál es la autocrítica que se han hecho hasta ahora?
—Yo creo que es muy importante reconocer que el proceso de instalación no solo no estuvo exento de dificultades, sino que además son bien intensos y además mucha esperanza se transformó rápidamente también en mucha expectativa y a mí me parece que esto viene también de un proceso más largo, de querer cambios y de poder también ir generando la necesidad para construir esos cambios, pero que a veces como no se encuentran esos caminos se genera también mucha frustración.
“Hoy estamos en otro momento del Gobierno, se efectuó el primer cambio de gabinete y creo que se han ido sumando fortalezas y eso nos ha permitido tener mejores coordinaciones ya poder también atender a las principales necesidades de las personas. (…) Si hay algo en lo que yo creo que tenemos certezas quienes estamos en política y en políticas públicas, es que Chile necesita cohesión social y para eso necesitan vivir de una mejor manera todas las personas, no solo algunas”, concluyó.