El documento presentado pide que se abra una investigación por «violación del medio ambiente»
Los propietarios en cuestión critican la «deforestación de una zona arborizada» y apuntan que la ampliación supondrá una agresión a un espacio natural. El documento también pone en duda la existencia de un estudio de Movilidad Generada y del impacto ambiental y paisajístico con el fin de conocer el volumen de CO2 que se generará a partir de la apertura del nuevo espacio de aparcamiento, que hará que el parking del paseo de Torroja llegue a las 349 plazas.
El proyecto, con un presupuesto de más de dos millones de euros, recibió fondos europeos Next Generation, pero los propietarios de viviendas en la zona del barrio de los Músics ponen en duda si cumple «el estricto control medioambiental» que exige Europa. Al mismo tiempo, consideran que «el incremento de nuevas previsiones de aparcamiento no resuelve la demanda, sino todo lo contrario: incrementa el número de usuarios que pretenden acercar los vehículos a su destino».
Vecinos de las calles de Bach y de Granados consideran que la ampliación del aparcamiento aumentará el nivel de contaminación acústica y empeorará la calidad del aire. Además, otra de las preocupaciones, tal como expone el documento, tiene relación con los temporales: «El fuerte pendiente del terreno, hoy formado por una zona arborizada sólida, permite que, en caso de lluvias torrenciales, la lluvia sea absorbida en buena parte por el mismo terreno». El expediente apunta que, de esta manera, el agua pluvial «convertiría en un arroyo» la vía.
Por otra parte, los vecinos también trasladan su preocupación por la colonia actual de doce gatos que vive en la zona y necesitarán un nuevo espacio. Precisamente, este es uno de los puntos que se comentó en una reunión con el Ayuntamiento en la que se propusieron dos modificaciones en el proyecto, según explica el presidente de la Associación de Veïns de l’Arrabassada y Músics, Josep Maria Bertran. Unos vecinos se pusieron en contacto con la asociación para que ayudáramos a parar el proyecto o a conseguir modificaciones, una de las cuales era que la calle de Bach no fuera un punto tanto de entrada como de salida de vehículos. Los acompañamos y, una vez allí, vimos que el tema por el que mostraron más preocupación era por la colonia de gatos», relata Bertran, quiénes añade que, finalmente, consiguieron que se aprobaran dos modificaciones: reubicar la colonia de gatos y que Bach sólo fuera vía de salida. Al mismo tiempo, el presidente de la entidad vecinal considera el proyecto «bastante correcto» porque, entre otros aspectos, conserva «el máximo de vegetación posible».