¡Menudo TEMAZO éste del deseo sexual…! Lo primero que os quiero dejar claro es que el deseo sexual en la mujer es tremendamente complejo y depende de múltiples factores biológicos, psicológicos y culturales.
Según las últimas publicaciones la pérdida de deseo sexual constituye el primer problema sexual para las mujeres y el tercero para los hombres (aproximadamente un 20 % de los hombres refiere una disminución de apetito sexual: que no está nada mal). Y si es algo tan frecuente ¿por qué no lo hablamos con más normalidad y sin tabúes?
Muchas son las situaciones en las que las mujeres podemos acusar una pérdida de deseo sexual y NO nos debemos “culpabilizar” por ellas ; al contrario: debemos buscar lugares y profesionales que nos ayuden a poder expresarlo con total naturalidad.
¿Y cuáles son las causas más frecuentes de disminución o pérdida de deseo sexual en la mujer?
Yo os voy a hablar de las causas que más frecuentemente me encuentro en consulta:
MEDICAMENTOS
La toma de determinados fármacos (antidepresivos, ansiolíticos, antihipertensivos) o los mismos anticonceptivos orales pueden ocasionar la pérdida de deseo sexual. Es relativamente frecuente que chicas jóvenes que toman la píldora anticonceptiva acudan a la consulta refiriendo una disminución de apetito sexual. Y aunque es un tema controvertido (pues siempre hay que descartar otras causas), la toma de anticonceptivos hormonales orales SÍ creo que puede alterar tu deseo sexual; de hecho tengo comprobado que la mayor parte de las mujeres que los suspenden , recuperan su deseo sexual. Aunque ¡OJO! NO siempre tiene que ser así: muchas mujeres que toman la píldora están encantadas y no refieren ninguna alteración en su libido.
ETAPAS VITALES Y SITUACIÓN HORMONAL
Es evidente la relación que existe entre las hormonas y el deseo sexual. Nuestros queridos estrógenos están íntimamente ligados a la liberación de dopamina (también llamada hormona del placer). Así pues es fácil de entender que en la adolescencia y primera fase del ciclo estemos más “juguetonas” y esto cambie durante el período de lactancia o la menopausia en la que bajan los estrógenos de forma fisiológica.
ESTRÉS
Creo que el estrés es uno de los grandes males (si no el peor) de nuestro siglo y claramente está relacionado con la pérdida de apetito sexual . “¿Desde cuándo las prisas fueron buenas para el sexo? “ Cuando pasamos por una temporada de estrés (físico, laboral o emocional ) nuestra mente lo percibe como una situación de “peligro” y nuestro cuerpo (que es sabio) activa el “ modo huida” en donde la reproducción deja de ser una función básica.
Nuestra parte más animal “ahorra energía” de aquellos procesos que no considera vitales para la supervivencia y de ahí que a veces perdamos la menstruación (amenorrea hipotalámica) y otras muchas el deseo para reproducirnos (apetito sexual).
Podría enumerar otra infinidad de causas , frecuentes en la mujer como son la presencia de una anemia, alteraciones del tiroides, la falta de sueño, mala relación con la pareja, baja autoestima y un largo etcétera pero me gustaría también arrojaros un poco de LUZ en este tema.
El deseo sexual se PUEDE y se DEBE trabajar
No esperes a que venga solo, primero analiza si tu falta de deseo es REAL o se debe a una imposición social de lo que “debería ser”.
Muchas veces en consulta cuando una mujer me dice: “Mer, noto que no tengo tanto apetito sexual “; yo siempre le digo “ ¿Y eso a ti te molesta? ¿ Te causa malestar?”
Porque como veis, son muchas las situaciones en las que esto nos puede ocurrir y no debemos ni dramatizar ni culpabilizarnos (recordad que el sexo es un tema de DOS).
Al final creo que es un tema de PRIORIDADES, como tantas otras cosas en nuestra vida y lo que es importante para las demás puede que en este momento no lo sea para ti y viceversa. Si a ti, la falta de deseo te causa malestar o te preocupa, consúltalo con profesionales. Coméntalo con tu ginecóloga, trabájalo con una buena fisoterapeuta especializada, analízalo con tu psicóloga o tu sexóloga pero DATE ESPACIO para hacerlo y márcalo como una prioridad.
Como dicen mis compañeras sexólogas : “que el deseo te encuentre pensando en sexo”. Tenemos que primero encontrar un espacio para NOSOTRAS mismas y nuestro placer . Fomentar hábitos que favorezcan este deseo sexual y buscarles un hueco en nuestra agenda (lecturas que nos ayuden a fantasear, masajes que nos ayuden a descargar y a conectar con nuestro cuerpo, tiempo real para mimarnos, tocarnos… y por qué no: masturbarnos).
Es fundamental también que cuidemos nuestros pilares básicos : una buena alimentación (para mantener una buena energía), el ejercicio físico regular (aumentará la dopamina) pero también espacios para poder RESPIRAR , AFLOJAR tensiones y darnos la oportunidad de poder recuperar sensaciones placenteras.
¿Te ha pasado? ¿Te sientes identificada con alguna de estas situaciones? ¿Sabías que el deseo sexual se puede trabajar? ¿Te animas ?