Por Leonardo Cardona
Bienvenidos y bienvenidas al Rincón de la Psicología, un espacio donde todos los miércoles, los psicólogos y psicólogas de Psicara abordamos temas y curiosidades relacionadas con la Psicología.
En el artículo de esta semana hablaremos sobre una conducta que se produce en las relaciones afectivas o sociales y que puede causar mucho malestar emocional: el ghosting.
El ghosting consiste en dejar de tener relación y contacto con una persona, sin ningún tipo de advertencia o aviso previo. Además, se ignoran los intentos de comunicación o acercamiento por parte de la otra persona. ¡Pongamos un ejemplo! Se da cuando estamos conociendo a alguien y, sin previo aviso, desaparece o “nos deja en visto” en redes sociales.
Dentro de los estilos de comunicación, el ghosting es una conducta que se puede definir como pasivo-agresiva, ya que no se están expresando sentimientos de manera abierta, sino que se hace de manera indirecta mediante el silencio o la ausencia.
¿Y qué puede llevar a una persona a realizar ghosting? Algunos motivos pueden ser:
• Ha dejado de tener interés en la relación.
• Dificultad para expresar emociones desagradables.
• Evitar situaciones incómodas.
• No ha aprendido conductas alternativas para expresar sus sentimientos.
• Miedo al compromiso.
• Piensa que es menos doloroso irse sin avisar que expresar que no tiene en interés en seguir con la relación.
Además, el ghosting puede tener consecuencias a nivel psicológico para la persona que se le ha aplicado como por ejemplo una disminución de la autoestima y la confianza en uno mismo, ansiedad, estrés o rumiación constante con pensamientos del estilo “Qué habré hecho mal”, “Siempre me pasa lo mismo” o “No entiendo por qué la gente se aleja de mí”.
¿Y qué podemos hacer o mejorar para evitar este tipo de conductas? Para ello, es importante mejorar nuestra Responsabilidad Afectiva, la cual consiste en cuidar los vínculos que construimos con otras personas y entender que todo lo que decimos y hacemos tiene impacto en la gente que nos rodea. También implica hacernos cargo de nuestras palabras actitudes, emociones y errores.
Hace unos meses hablamos sobre los componentes de la responsabilidad afectiva y aquí os dejamos con un breve resumen:
• Autoconocimiento: La manera en la que nos relacionamos con nosotros mismos se refleja en la manera en la que nos relacionamos con los demás.
• Empatía: pensar en cómo afectan mis palabras y actos a los demás.
• Gestión emocional: es la manera en la que me relaciono con las emociones tanto agradables como desagradables.
• Validación emocional: las emociones tienen una causa y una función. Por ello, es importante entender qué nos quiere decir la emoción de la otra persona y validar dichas emociones
• Comunicación asertiva: respetar los derechos de la otra persona y a la vez defender los nuestros desde el respeto.
Como hemos visto, el ghosting es una práctica que perjudica enormemente las relaciones sociales, ya que pueden dejar heridas emocionales que en ocasiones pueden doler tanto o más que las físicas. Y, aunque sea una situación incómoda que pueda generar malestar, responsabilidad afectiva también es comunicarle a la otra persona que se ha perdido el interés por continuar la relación.