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Si sufres un episodio de desvelo, lo más apropiado es que no lleves a cabo ningún tipo de ejercicio físico. A continuación, te enseñaremos cuáles son las principales consecuencias.
El desvelo y el ejercicio son dos temas que no van muy bien de la mano, pero que deben ser tenidos en cuenta antes de implementar cualquier tipo de rutina.
Uno de los pilares fundamentales del bienestar general se centra en el descanso nocturno. Dicho aspecto hace énfasis al periodo de sueño que se lleva a cabo durante la noche, en el cual ocurren diversos procesos fisiológicos saludables para el organismo.
Si este tipo de proceso se ve interrumpido por un sueño liviano o simplemente te has desvelado, lo más probable es que el organismo no se encuentre en condiciones de funcionar, mucho menos de realizar un esfuerzo físico considerable como lo es el ejercicio.
En ese orden de ideas, se hace necesario comprender qué pasa si te desvelas y haces ejercicio. ¿Crees que es peligroso?
Desvelo y ejercicio
En términos generales el desvelo hace referencia a la incapacidad de dormir en la noche o en episodios nocturnos interrumpidos. Lo que evita que la persona cuente con un sueño reparador apropiado para afrontar el día siguiente.
Respecto al ejercicio, se puede afirmar que se basa en actividad física debidamente planeada y estructurada, la cual requiere de un organismo descansado y preparado para dicho esfuerzo.
Por lo anterior, debes comprender que el descanso es fundamental a la hora de hacer ejercicio y parte importante de ese descanso es adquirido por medio del sueño nocturno.
Justo en este punto convergen el desvelo y el ejercicio, y se hace necesario conocer qué sucede con estos dos aspectos al momento de ser combinados.
¿Qué sucede si me desvelo y hago ejercicio?
El descanso nocturno influye directamente en las funciones cognitivas, la motivación y el rendimiento físico. Aspectos fundamentales para el desempeño físico y fisiológico de un deportista o una persona que realiza ejercicio.
Por lo tanto, el desvelo desencadena los siguientes factores nocivos para la salud.
Mayor riesgo de lesión
Al no dormir correctamente la probabilidad de sufrir alguna lesión al hacer ejercicio aumenta considerablemente.
Dicho factor se presenta gracias a la incapacidad del cuerpo frente a la recuperación física general. Esto se debe a que el organismo consume altas cantidades de proteína almacenada en los músculos.
Por lo que al siguiente día los principales segmentos musculares no se encuentran en un porcentaje apropiado para realizar un esfuerzo físico considerable.
Menor precisión en la ejecución de la técnica
Al no encontrarse al 100 por ciento de la capacidad cognitiva y física los movimientos del cuerpo en general resultan mucho más lentos e imprecisos.
En ese orden de ideas, cualquier tipo de movimiento relacionado con la técnica será menos preciso o bien realizado. De esta manera, también aumenta la probabilidad de lesionarte y los resultados de la rutina suelen ser negativos.
Poca cantidad de energía
Quizá percibas cansancio después de una noche de desvelo, esto se debe a la poca cantidad de energía con la cual cuenta el organismo.
Al no contar con un sueño reparador pertinente las reservas energéticas del cuerpo se ven altamente afectas. De esta manera la sensación permanente de cansancio, así como los dolores en el cuerpo y la cabeza pueden ser lo más común posterior al desvelo.
Dificultades con el sistema inmune
Así como se manifiesta el cansancio excesivo y aumenta la probabilidad de lesionarse también disminuye la capacidad de enfrentar algunas enfermedades.
Si el desvelo se combina con ejercicio es probable que el organismo se contagie con alguna enfermedad, en su mayoría de origen respiratorio. Los resfriados, la gripe y los dolores de cabeza sobresalen como los padecimientos más comunes luego de pasar una mala noche.
Aparición de problemas psicológicos
El desvelo y el ejercicio no solo influyen en el aspecto físico, los problemas psicológicos también se ven estimulados por la falta del sueño reparador.
Los síntomas más comunes se ven relacionados con el estado de ánimo, así como con la ansiedad, la depresión y la sensación constante de desazón.
Por lo tanto, resulta mucho más difícil llevar a cabo una rutina de entrenamiento. Quizá en algún momento has experimentado este tipo de sensaciones después de pasar mala noche, así que procura no pasar por alto este tipo de signos o síntomas.
Desvelo y ejercicio, ¿qué hacer?
Si en algún momento específico pasas una noche de desvelo procura suspender la rutina del día anterior. En caso de que el desvelo sea de algunas horas, te aconsejamos llevar a cabo la rutina, pero bajo intensidades moderadas o bajas.
Por otra parte, si el desvelo no es de un día específico sino de varios días consecutivos, lo más oportuno sería visitar a tu médico de confianza.
En cualquiera de las dos situaciones, recuerda que lo más apropiado es que se lleve a cabo un periodo de descanso mínimo de 7 horas y máximo de 9 horas.
Además, también debes tener en cuenta el tipo de ejercicio físico y el nivel de destreza física que requieres para llevarlo a cabo.
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