Se trata de un trabajo interdisciplinario para personas con patologías traumatológicas, neurológicas, reumatología, Infectología. Cómo acceder a la prestación.
“En la unidad de Kinesiología donde también hacemos rehabilitación en traumatología, neurología y respiración post-Covid, realizamos rehabilitación linfática y vascular. Esto surgió porque había una necesidad con los pacientes que se presentaban y necesitábamos responder a esta problemática. Existe un alto índice de personas que tienen trastornos linfáticos y vasculares, y por lo general se llega a un diagnóstico tardío. Entonces los identificábamos dentro de las otras áreas de rehabilitación. Hace varios años me vengo especializando en este tema, con lo cual mis compañeros me iban derivando estos casos y también dentro del mismo hospital las otras áreas profesionales como cardiología, neumonología, reumatología, Infectología”, dice al respecto la licenciada en Kinesiología del efector, Cristina Amuchástegui.
Este es un proceso interdisciplinario donde se necesita un abordaje completo. Se trabaja con las áreas de nutrición, psicología, trabajo social, y la que deriva al paciente. Además, llegan al hospital Eva Perón, pacientes derivados de flebología y oncología de otras instituciones.
Los profesionales asisten a niños, jóvenes y adultos, con trastornos físico y motriz.
“Los pacientes suelen presentar trastornos vasculares-linfáticos como insuficiencia venosa crónica, o cursan erisipela, trombosis, ya sean venosas profundas o superficiales. Otras patologías serían los linfedemas primarios o secundarios, un aumento del volumen del miembro afectado con edema (liquido en la zona); otros trastornos serían pacientes oncológicos operados o no, pacientes postquirúrgicos de traumatismos o cirugías de algún miembro, insuficiencia venosa crónica. En pediatría hay muchos síndromes congénitos que necesitan estos tratamientos”, sostiene.
Y añade: “Después del tratamiento médico y clínico donde se indica la medicación y tal vez internación, se autoriza la rehabilitación y se comienza”.
Los síntomas suelen ser dolor, inflamación, pesadez en las piernas, cambia el color de la piel, a veces se lastiman y se producen escaras, y todo eso lleva a una marcha disfuncional del paciente. Sumado al complejo emocional y social de las personas porque tienen problemas para ir a trabajar, salir de la casa, subirse a un transporte.
“Respecto al tratamiento es a largo plazo, pero en las primeras sesiones el paciente siente mejorías. Los síntomas disminuyen mejorando totalmente su calidad de vida. Quienes necesiten, pueden solicitar turno con kinesiología del Eva Perón o venir con derivación a nosotros”, concluye.